Reflexiones sobre «El peregrino» de José de Valdivielso

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152 RICARDO ARIAS Criticón, 56,1992 Sebastián Brandt, en su famosísima Stultifera navis (1494) o Nave de los locos, se sirve de ella, pero no según el original de Pródico, sino según la versión de san Basilio Magno is . En la edición de Jacob Locher de la Stultifera navis (Basel, 1497) hay un bello grabado en que aparecen Hércules dormido ("legimus Alciden somno cum forte iaceret", dice el texto al pie del grabado), y un paisaje sobre el que se ven trazados los caminos en clara forma de Y pitagórica, al final de los cuales aparecen la Virtud y la Voluptad 16 . Brandt, Locher y otros contemporáneos desarrollan las obvias posibilidades dramáticas de la leyenda. En 1512 Brandt puso en escena en Estrasburgo una pieza suya que trataba exclusivamente de la elección de Hércules 17 . El tema ha tenido desigual fortuna en la literatura española antes de Valdivielso. En general aparecen fundidos la Y pitagórica y la elección de Hércules 18 . El tratamiento del tema en El peregrino es muy superior y de mayor belleza que el de las obras anteriores. En El peregrino la escena del sueño, de gran belleza teatral, está presidida por Verdad. Consta de dos partes: el sueño de Peregrino y su despertar. Verdad juega aquí el papel de insigne maestra. Con acopio de medios didácticos -carros, tramoyas, cantos de los coros- expone en forma plástica perfecta el dilema moral de la elección entre el bien y el mal, i.e., el uso recto del libre albedrío: "escoje y no escojas mal" (196). Si bien las acotaciones no lo indican, es posible que apareciesen aquí en escena los personajes que representan Belleza (221), Honra (222), Deleite (223), Riqueza (224), Gusto (229), no todos mencionados en el reparto. La riqueza del decorado, las voces y la música ponen en claro la importancia de lo que está sucediendo. Para mejor elegir, Verdad le enseña ciertos principios. El seguirlos o no determinará su salvación o condenación. Sus decisiones serán el supremo ejercicio de la voluntad, a la que Dios nunca hace fuerza (127). Peregrino comienza ahora a tener uso de razón: "Al tiempo que de mantillas / saca a la razón el tiempo" (113-114); acaba de separarse de Tierra y es todavía débil, es decir, terreno. Ha escuchado la lección de Verdad, pero sus sentidos siguen apegados a la tierra, se deja impresionar por las brillantes apariencias del mal camino que tanto halagan los sentidos, y, en su primera decisión, se engaña. La imposibilidad de conseguir los huidizos dones que quiere (Belleza, Honra, Deleite, etc.) turba tanto a Peregrino que se despierta excitado. Busca en ellas la paz y la vida que ellas no le pueden dar. Comprende que se ha dejado engañar por las apariencias. La acción debe detenerse durante unos momentos de silencio y profunda reflexión. Peregrino ha caído en la cuenta y formula así sus conclusiones: "¿Qué es esto? ¿El gusto se passa / como sombra y sueño? / Qual sueño el Gusto voló, / que siempre el gusto es soñado, / pues que sin auer llegado / parece que se passó" (235-240). Pronto veremos que esta lección no es duradera. Los sentidos siguen siendo falibles, y Peregrino se dejará engañar estando despierto, Dentro de la estructura del auto, este apartado es como patrón, bosquejo y prefiguración de la gran experiencia que se acerca. Aquí tenemos ya los tres puntos principales: tentación, caída y arrepentimiento. La segunda vez, el arrepentimiento será una victoria definitiva. El papel de Verdad ha sido decisivo. Verdad es un concepto muy complejo y rico. Su apariencia es muy sencilla: va "en hábito de pastor" (108+) 19 . Peregrino se admira de la sencillez de su atavío 15 G. K. Galinski, The Herakles..., p. 199. 16 Véase la reproducción en W. Harms, Homo viator..., grabado 16 al final del libro, i' G. K. Galinski, The Herakles..., p. 199. 18 Baste como ejemplo la Égloga intitulada Viaje del cielo, ya citada en la nota 9. 19 El signo + indica que se trata de una acotación. En muchas otras obras el aspecto de Verdad es de calidad semejante; por ejemplo, en el auto Psiques y Cupido (verso 25+), aparece de niño labrador, es decir, con atuendo sencillo.

REFLEXIONES SOBRE EL PEREGRINO DE VALDMELSO 153 (273-274). De acuerdo con su vestir está el tono familiar, un tanto burlón, con que se dirige frecuentemente a Peregrino. Pero también aquí las apariencias engañan. Cuando él le pregunta quién es, responde con una descripción en que termina identificándose con el mismo Cristo: "que verdad, vida y camino / en mí y en Dios hallarás" (279-280). En el sueno, Peregrino se dejó engañar por las apariencias: las cosas no eran lo que parecían. Verdad tampoco es lo que parece. Los sentidos no son de confianza. Acepta, pues, el magisterio de Verdad: "Fauores de Dios no escasos / gozo en ti, farol diuino" (285-286). Verdad comienza a ejercer este magisterio en seguida en una serie de imperativos: "sigue", "piensa", "procura", "pongámonos", "sigúeme", "atrás no mires", "sal", "sigúele" (281-298). El modelo que Verdad le propone es Cristo mismo. La acción ha progresado enormemente; es ahora compleja y profunda a la vez. Peregrino ha aprendido dos cosas muy importantes: primero, que el peregrinar es elegir; y segundo, que, gracias a las instrucciones de Verdad (voz de Dios), puede elegir acertadamente. La oportunidad de hacerlo constituye el gran experimento del apartado que empezará en el verso 389. Los elementos eucarísticos introducidos en el presente apartado nos preparan para el ulterior desarrollo del tema. En el camino hay "pan que harta los cielos" (158), y "vino de Dios mesmo" (160), y al final del camino está "patente el maná cubierto" (172). Por eso Verdad le aconseja: "¡Despierta y leuanta, Elias! / Come el pan de mis consejos, / porque es el camino largo" (173-175). III. La gran prueba: estancia en la ciudad del placer, 301-956 a. Preparación del asalto, 301-388. El presente apartado es el más importante en extensión y contenido. Tierra hablaba de la "tan peligrosa jornada" (18) que iba a emprender Peregrino. Verdad, terminada su lección, le urgía a ponerse en camino: "que es tarde y ay malos pasos" (288). Ahora veremos los peligros y malos pasos en el camino de la virtud, de los que Luzbel se sirve para hacer caer al hombre. Es una escena que en sus rasgos esenciales se repite en muchísimos autos. Corre a cargo del eterno desasosegado y sus aliados quienes, desde el "confuso abismo" (306), traman con sus secuaces las peligrosas trampas. El móvil es siempre la envidia. El hombre es libre, i.e., puede salvarse, mientras que él no, ("y nunca lo que él seré" 316). Esto lo lleva a convulsiones de nefanda actividad. Deleite cree que la empresa es fácil (337-356). ¿Es acaso Peregrino más fuerte que los ángeles que cayeron, o que hombres como Adán, Sansón, Salomón, Aman? En cuanto a Verdad, "¿ay ya quien se acuerde della, / ni quien la tome en la boca?" (351- 352). Luzbel decide asaltar a Peregrino, disfrazándose todos de ladrones (360). Se darán cita en "la ciudad de Plasencia" (369), es decir, del placer, contrapartida de la Jerusalén celestial y eterna que es la verdadera meta de Peregrino 20 . Dos detalles importantes para la trabazón del auto. Luzbel y sus secuaces irán "de ladrones" (360). Es el primer anticipo de la parábola del Buen Samaritano que se desarrollará más tarde. Luzbel afirma que en Plasencia puede Peregrino "comer y veuer / sin saber si ay penitencia" (371- 372). En la ciudad del placer el banquete de Luzbel será una anti-eucaristía que, por ser tal, no necesita ir precedida de la penitencia. 20 Lope de Vega compuso una comedia —La Serrana de la Vera- sobre una tradición extremeña, de la que corrían varios romances, según la cual una joven bella, natural de Garganta la Olla, en la Vera de Plasencia, se niega a casarse con el elegido de sus padres y huye al monte, viviendo de la caza y de lo que roba a los caminantes, obligándoles además a satisfacer sus deseos camales, matándolos luego para no ser descubierta. Luis Vélez de Guevara escribió otro drama con el mismo título y asunto, y de gran belleza. Valdivielso escribió el auto La serrana de Plasencia. En los autos de Valdivielso, la Serrana y Plasencia tienen sentido alegórico.

152 RICARDO ARIAS Criticón, 56,1992<br />

Sebastián Brandt, en su famosísima Stultifera navis (1494) o Nave <strong>de</strong> los locos, se sirve <strong>de</strong> ella,<br />

pero no según el original <strong>de</strong> Pródico, sino según la versión <strong>de</strong> san Basilio Magno is .<br />

En la edición <strong>de</strong> Jacob Locher <strong>de</strong> la Stultifera navis (Basel, 1497) hay un bello grabado en que<br />

aparecen Hércules dormido ("legimus Alci<strong>de</strong>n somno cum forte iaceret", dice el texto al pie <strong>de</strong>l<br />

grabado), y un paisaje <strong>sobre</strong> el que se ven trazados los caminos en clara forma <strong>de</strong> Y pitagórica, al<br />

final <strong>de</strong> los cuales aparecen la Virtud y la Voluptad 16 . Brandt, Locher y otros contemporáneos<br />

<strong>de</strong>sarrollan las obvias posibilida<strong>de</strong>s dramáticas <strong>de</strong> la leyenda. En 1512 Brandt puso en escena en<br />

Estrasburgo una pieza suya que trataba exclusivamente <strong>de</strong> la elección <strong>de</strong> Hércules 17 .<br />

El tema ha tenido <strong>de</strong>sigual fortuna en la literatura española antes <strong>de</strong> <strong>Valdivielso</strong>. En general<br />

aparecen fundidos la Y pitagórica y la elección <strong>de</strong> Hércules 18 . El tratamiento <strong>de</strong>l tema en El<br />

peregrino es muy superior y <strong>de</strong> mayor belleza que el <strong>de</strong> las obras anteriores.<br />

En El peregrino la escena <strong>de</strong>l sueño, <strong>de</strong> gran belleza teatral, está presidida por Verdad. Consta <strong>de</strong><br />

dos partes: el sueño <strong>de</strong> Peregrino y su <strong>de</strong>spertar. Verdad juega aquí el papel <strong>de</strong> insigne maestra.<br />

Con acopio <strong>de</strong> medios didácticos -carros, tramoyas, cantos <strong>de</strong> los coros- expone en forma plástica<br />

perfecta el dilema moral <strong>de</strong> la elección entre el bien y el mal, i.e., el uso recto <strong>de</strong>l libre albedrío:<br />

"escoje y no escojas mal" (196). Si bien las acotaciones no lo indican, es posible que apareciesen<br />

aquí en escena los personajes que representan Belleza (221), Honra (222), Deleite (223), Riqueza<br />

(224), Gusto (229), no todos mencionados en el reparto. La riqueza <strong>de</strong>l <strong>de</strong>corado, las voces y la<br />

música ponen en claro la importancia <strong>de</strong> lo que está sucediendo. Para mejor elegir, Verdad le enseña<br />

ciertos principios. El seguirlos o no <strong>de</strong>terminará su salvación o con<strong>de</strong>nación. Sus <strong>de</strong>cisiones serán<br />

el supremo ejercicio <strong>de</strong> la voluntad, a la que Dios nunca hace fuerza (127).<br />

Peregrino comienza ahora a tener uso <strong>de</strong> razón: "Al tiempo que <strong>de</strong> mantillas / saca a la razón el<br />

tiempo" (113-114); acaba <strong>de</strong> separarse <strong>de</strong> Tierra y es todavía débil, es <strong>de</strong>cir, terreno. Ha escuchado<br />

la lección <strong>de</strong> Verdad, pero sus sentidos siguen apegados a la tierra, se <strong>de</strong>ja impresionar por las<br />

brillantes apariencias <strong>de</strong>l mal camino que tanto halagan los sentidos, y, en su primera <strong>de</strong>cisión, se<br />

engaña. La imposibilidad <strong>de</strong> conseguir los huidizos dones que quiere (Belleza, Honra, Deleite, etc.)<br />

turba tanto a Peregrino que se <strong>de</strong>spierta excitado. Busca en ellas la paz y la vida que ellas no le<br />

pue<strong>de</strong>n dar. Compren<strong>de</strong> que se ha <strong>de</strong>jado engañar por las apariencias.<br />

La acción <strong>de</strong>be <strong>de</strong>tenerse durante unos momentos <strong>de</strong> silencio y profunda reflexión. Peregrino ha<br />

caído en la cuenta y formula así sus conclusiones: "¿Qué es esto? ¿El gusto se passa / como<br />

sombra y sueño? / Qual sueño el Gusto voló, / que siempre el gusto es soñado, / pues que sin auer<br />

llegado / parece que se passó" (235-240). Pronto veremos que esta lección no es dura<strong>de</strong>ra. Los<br />

sentidos siguen siendo falibles, y Peregrino se <strong>de</strong>jará engañar estando <strong>de</strong>spierto,<br />

Dentro <strong>de</strong> la estructura <strong>de</strong>l auto, este apartado es como patrón, bosquejo y prefiguración <strong>de</strong> la<br />

gran experiencia que se acerca. Aquí tenemos ya los tres puntos principales: tentación, caída y<br />

arrepentimiento. La segunda vez, el arrepentimiento será una victoria <strong>de</strong>finitiva.<br />

El papel <strong>de</strong> Verdad ha sido <strong>de</strong>cisivo. Verdad es un concepto muy complejo y rico. Su apariencia<br />

es muy sencilla: va "en hábito <strong>de</strong> pastor" (108+) 19 . Peregrino se admira <strong>de</strong> la sencillez <strong>de</strong> su atavío<br />

15 G. K. Galinski, The Herakles..., p. 199.<br />

16 Véase la reproducción en W. Harms, Homo viator..., grabado 16 al final <strong>de</strong>l libro,<br />

i' G. K. Galinski, The Herakles..., p. 199.<br />

18 Baste como ejemplo la Égloga intitulada Viaje <strong>de</strong>l cielo, ya citada en la nota 9.<br />

19 El signo + indica que se trata <strong>de</strong> una acotación. En muchas otras obras el aspecto <strong>de</strong> Verdad es <strong>de</strong> calidad<br />

semejante; por ejemplo, en el auto Psiques y Cupido (verso 25+), aparece <strong>de</strong> niño labrador, es <strong>de</strong>cir, con<br />

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