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Karl Heinz Roth y Angelika Ebbinghaus

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Lucha obrera y contraataque capitalista antes del Nacionalsocialismo<br />

pequeñas impidió una inversión de capital fi jo digna de mención en la<br />

dinámica inicial de desarrollo de estas ramas industriales. En la metalurgia<br />

se llevaron a cabo trabajos de precisión casi sin excepción. El trabajador<br />

de la producción no estaba todavía, en ningún modo, separado de la<br />

estructura tecnológica y sobre todo, de los objetivos de producción. Los<br />

empresarios-inventores del ramo industrial que surgía entonces dependían<br />

de la cooperación directa de los trabajadores; 8 en una gran cantidad<br />

de monografías aisladas queda atestiguada la amplia infl uencia de los trabajadores<br />

altamente cualifi cados en la realización de los descubrimientos<br />

más importantes para el potencial productivo de estos sectores. 9 Sin el espíritu<br />

descubridor y sin una identifi cación completa del trabajador especializado<br />

de esa nueva empresa con los objetivos productivos habría sido<br />

impensable la posición, pronto dominante, de las industrias de bienes de<br />

inversión en el mercado mundial alrededor del cambio de siglo.<br />

Pero a partir de la posición profesional de este tipo de trabajador de la<br />

era wilhemiana no se puede deducir, no obstante, que a pesar de minar<br />

el rudo militarismo empresarial de aquellos tiempos, hubieran sometido<br />

con más razón su fuerza de trabajo al mando empresarial. Muy al contrario,<br />

el trabajador especializado de la época previa a la Primera Guerra<br />

Mundial era plenamente consciente del valor de su fuerza productiva.<br />

Los trabajadores de la industria mecánica fi na y óptica de Sajonia y Wurtemberg,<br />

de la industria de maquinaria de precisión y de herramientas<br />

de Berlín habían puesto su piel en el mercado al precio más alto posible.<br />

Habían arrancado a los capitalistas de muchas empresas, mucho antes<br />

de la Revolución de Noviembre, la jornada de ocho horas, el sábado libre<br />

y concesiones importantes en el salario real. 10 Esto les resultó posible<br />

porque la división del trabajo se estableció por medio de una presión<br />

8 Sobre las especifi cidades de la composición de clase se ocupó antes que nadie E. J. Hobsbawn.<br />

Véase sobre todo su libro: Labouring Men. Studies in the History of Labour, Londres, 1964. Las<br />

mejores monografías sobre la relación entre los técnicos trabajadores y los empresarios-inventores<br />

se encuentran en la serie entregada por C. Mathschoss, Beiträge zur Geschichte der Technik und der<br />

Industrie. Jahrbuch des Vereins Deutscher Ingenieure (20 vols. hasta 1930).<br />

9 Véase Carl Zeiss, Jena einst und jetzt, op. cit., así como, de modo ejemplar para la situación<br />

de la industria aeronáutica, H. Randant, «Hugo Junkers - ein Monopolkapitalist und<br />

korrespondierendes Mitglied der Preußisen Akademie der Wissenchaften», JWG, vol. I, 1960, pp.<br />

53 y ss., especialmente pp. 56–57.<br />

10 Nunca se debe olvidar que estos resultados se mantuvieron siempre en el estricto marco de las<br />

empresas dominadas por los trabajadores industriales, como Bosch, Zeiss, Leitz, etc. Sobre el desarrollo<br />

de los salarios reales en este periodo, véase G. Bry, Wages in Germany 1871-1945, Princeton, 1960.<br />

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