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Karl Heinz Roth y Angelika Ebbinghaus

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346 El «otro» movimiento obrero<br />

El «máximo de democracia» compartido de manera táctica por la «libre<br />

voluntad sindical» fue rodeado sin embargo, al mismo tiempo, por<br />

la soga de un departamento principal centralizado. 251 Así, los centros<br />

institucionales del reformismo sindical fueron aceptando, año tras año,<br />

exigencias salariales extraordinariamente altas (en 1970 fue del 15 %<br />

en la industria del metal) sin tener que temer un efecto revolucionario<br />

sobre la situación concreta de explotación. El «circo de cifras» transcurrió<br />

bajo una máxima fragmentación regional de la base proletaria.<br />

Los sindicatos lograron, por medio de una táctica que estaba concentrada<br />

en evitar la extensión de las luchas locales, minar poco a poco<br />

la unifi cación latente de los trabajadores: se aumentaron los salarios<br />

en relación con el grupo de salario base VII, con la consecuencia de<br />

que aumentó progresivamente la pinza entre los grupos salariales bajos<br />

y los llamados grupos salariales de los trabajadores especializados. El<br />

grupo VII comprende en realidad, todavía hoy, «la mayor cantidad de<br />

trabajadores en relación con los otros grupos, si bien, sin embargo, los<br />

grupos salariales inferiores (II-VI) representan juntos más de la mitad<br />

de todos los asalariados». 252 Con un «valor mínimo» de 72 peniques por<br />

hora durante la campaña de las tarifas del metal de 1970, estos grupos<br />

inferiores sólo alcanzaron, a modo de ejemplo, los 40 peniques en la<br />

fábrica Klöckner de Bremen. «Por medio del aumento porcentual, los<br />

trabajadores peor pagados se vieron presionados todavía más, mientras<br />

que los mejor pagados mejoraron». 253 La situación era también similar<br />

en otros convenios colectivos. 254 Las intenciones que, conjuntamente,<br />

perseguían los sindicatos y los empresarios, no son reconocibles fácilmente.<br />

Se debían hacer concesiones en el salario real para evitar una<br />

organización alternativa de los trabajadores como consecuencia de las<br />

huelgas de septiembre, se paralizaron así concienzudamente todos los<br />

inicios de un movimiento de lucha interregional. Al mismo tiempo,<br />

251 Véase al respecto Die Septemberstreiks 1969. Diskussionsmaterial, editado por el comité<br />

ejecutivo de IG Metall el 9 de julio de 1970 —¡esto era en realidad la conclusión de un confl icto<br />

intrasindical de casi un año!<br />

252 W. Eschenhagen, op. cit., p. 124.<br />

253 Ibidem.<br />

254 Véase al respecto sobre todo: «Einschätzung der Tarifauseinandersetzungen in der Metall- und<br />

Stahlindustrie», Arbeiterpolitik, 1970, núm. 4, pp. 3 y ss.; «Analyse der Tarifauseinandersetzung<br />

1970 in der Metallindustrie Schleswig-Holsteins», ibidem, pp. 5 y ss.; «Die Tarifauseinandersetzung<br />

in Nordbaden-Nord-Wüttenberg», ibidem, pp. 9 y ss.; «Zur Tarifrunde in der Metallindustrie»,<br />

ibidem, núm. 6, 1971.

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