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Karl Heinz Roth y Angelika Ebbinghaus

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158 El «otro» movimiento obrero<br />

y tras un periodo mediocre de consejos, a partir de 1919 permanecieron<br />

armados durante dos años en su taller; que habían expulsado<br />

a los empleados de obra y encargados, y que habían decidido por sí<br />

mismos las formas de ejecución del trabajo, estando siempre dispuestos a<br />

emprender la lucha contra la máquina represiva que todavía existía socialmente<br />

en Alemania Central. Y debemos ver cómo, tras el levantamiento<br />

de Alemania Central y fi nalmente tras la última rebelión del verano de<br />

1923, 263 estos trabajadores fueron perdiendo una posición de poder tras<br />

otra. El primer paso, después del desarme de la región, fue el desarme a<br />

nivel de fábrica. La fábrica y las galerías de las minas, bastiones del trabajador<br />

de Alemania Central, origen de sus grupos de lucha y de dinamita<br />

para sus acciones, fueron ocupadas por las tropas policiales especiales de<br />

los capitalistas que analizaban cada actividad «ajena a la producción» y<br />

trabajaban estrechamente con la policía política. Tomando como base el<br />

aparato de los servicios de seguridad, los departamentos de personal reconstruyeron<br />

los sistemas de espías que los sindicatos habían establecido<br />

en su momento y que habían sido descompuestos hacía tiempo. Se atacó<br />

la homogeneidad política de los trabajadores creando divisiones una y<br />

otra vez con el objetivo de desintegrarla. Finalmente comenzó también<br />

la lucha por la «alegría del trabajo» que de un modo extraordinariamente<br />

realista se centró en los aprendices y los trabajadores jóvenes, para los que<br />

toda la reciente historia de luchas era una no-historia.<br />

En el consorcio de Mansfeld, a modo de ejemplo, un departamento<br />

del DINTA comenzó a apretar las cuerdas a todos los aprendices y trabajadores<br />

jóvenes adoctrinándoles en un «compromiso» con la fábrica<br />

diametralmente contrario a los contenidos reales del trabajo, por medio<br />

de actividades deportivas de empresa, «eventos nacionales», trabajo<br />

de agitación junto con los Jungstahlhelm, 264 «asociaciones de padres»<br />

y planes de formación con el único objetivo de inculcar el «apego a la<br />

fábrica» y la «alegría del trabajo». 265 Desde 1923-1924, además, empezó<br />

263 Véase al respecto H. Gast, «Die proletarischen Hundertschaften als Organe der Einheitsfront<br />

im Jahre 1923», ZfG, núm. 3, 1953, pp. 439 y ss.; H. J. Gordon, «Die Reichswehr und Sachsen<br />

1923», Wehrwissenschaftliche Rundschau,, núm. 12, 1961, pp. 677 y ss.<br />

264 Sección juvenil de la organización paramilitar Stahlhelm. [N. del T.]<br />

265 Una descripción exacta de la cooperación entre el DINTA y los Jungstahlhelm en el consorcio<br />

de Mansfeld la ofrece W. Imig, Streik bei Mansfeld 1930, Berlín, 1958, pp. 59-60. Véase también<br />

Zentralarchiv des VEB-Mansfeld-Kombinats «Wilhelm Pieck» Eisleben, núm. 301 050 c,<br />

Deutsches Institut für technische Arbeitsschulung Düsseldorf (Nov. 1928 - Juni 1929).

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