16.01.2013 Views

Karl Heinz Roth y Angelika Ebbinghaus

Karl Heinz Roth y Angelika Ebbinghaus

Karl Heinz Roth y Angelika Ebbinghaus

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Lucha obrera y contraataque capitalista antes del Nacionalsocialismo<br />

decidido a ir enlazando poco a poco el proyecto de desarme de los<br />

trabajadores con la transformación de la explotación de la fuerza de<br />

trabajo, que neutralizaba las causas del anterior espíritu de rebeldía<br />

proletario en la «democracia económica», en un nuevo auge dinámico<br />

de la formación de capital sobre la base de una nueva organización<br />

del trabajo. Sin embargo, los zorros de Versalles, a los que no sólo<br />

les hubiera gustado ver desarmados a los trabajadores alemanes sino<br />

también a su clase explotadora, no confi aban en un periodo de reconstrucción<br />

ininterrumpido de este tipo, con una base transparente.<br />

Se ocuparon de contener al Partido de la Reorganización —concretamente,<br />

de disolver con sus reivindicaciones la alianza forjada contra<br />

los trabajadores. Dicho sea de paso, las no menos desastrosas consecuencias<br />

para la clase trabajadora del Tratado de Versalles son asimismo<br />

reconocidas en el debate estratégico de la segunda fase de lucha<br />

proletaria. De hecho, parecía como si sobre la base de una aprobación<br />

sin resistencia del sistema de Versalles, la victoria de clase proletaria<br />

resultara ser también una victoria pírrica. Efectivamente, los autores<br />

de los parágrafos de Versalles parecían haber tomado precauciones<br />

contra cualquier eventualidad. 211<br />

En cualquier caso, la socialdemocracia y los sindicatos no fueron<br />

expulsados hasta febrero de 1920 por Lüttwitz y Kapp, exponentes de<br />

los paramilitares. Con este hecho catalizaron la posición frontal de las<br />

dos clases hegemónicas en su nivel de desarrollo más profundo, que<br />

existía de todos modos desde el otoño de 1919. Los centros del «otro»<br />

movimiento obrero se convirtieron fi nalmente en focos de la revolución<br />

proletaria. La clase obrera era capaz de anticipar políticamente,<br />

en sus puntos de concentración, formas de organización y de lucha<br />

derivadas de una composición de clase transformada. Pero el ejército<br />

rojo del Ruhr, las centurias de campesinos desposeídos de Mecklenburg<br />

y los trabajadores del puerto y del astillero de Rostock, así como el movimiento<br />

insurreccional de Hamburgo y de Alemania Central, no consiguieron<br />

alcanzar la hegemonía de clase a nivel nacional, a la vez que justo<br />

después del levantamiento obrero, se reconfi guraba la alianza de clase<br />

dirigida contra los trabajadores. La táctica contrarrevolucionaria se<br />

211 Así de catastrófi cas tenían que ser a largo plazo las repercusiones del sistema de Versalles sobre<br />

la economía mundial —véase al respecto el análisis de J. M. Keynes, Die wirtschaftlichen Folgen<br />

des Friedenvertrages, Munich–Leipzig, 1920—, pero así de importantes eran también sus objetivos<br />

tácticos diarios.<br />

137

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!