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Karl Heinz Roth y Angelika Ebbinghaus

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Lucha obrera y contraataque capitalista antes del Nacionalsocialismo<br />

sustentar su disciplina en la fábrica en los trabajadores especializados<br />

que se habían escapado de su control directo. En realidad, la ideología<br />

de la profesionalidad y del orgullo por la profesión se había relajado<br />

enormemente en las trincheras. Además, las condiciones de trabajo<br />

eran muy diferentes a las habituales antes del estallido de la guerra: un<br />

enorme caos en las gigantescas obras, sobre las que al mismo tiempo se<br />

ponían en marcha sin contemplaciones las instalaciones de producción<br />

de amoniaco; una confusión babilónica de reclamados con sus uniformes,<br />

prisioneros de guerra franceses y rusos —incluso con sus viejos<br />

uniformes—; de mujeres, jóvenes y alistados en Hilfsdienst, y una no<br />

menos babilónica mezcla de idiomas; la relajación de la moral sexual,<br />

ya que en el mejor de los casos en vez de las camas de matrimonio se<br />

consideraban sufi cientes los pasillos hacia las barracas de mujeres; 117 y<br />

los siempre fracasados intentos de los directivos y de las autoridades<br />

militares de meter por separado en los cuarteles a los trabajadores, que<br />

en más de dos terceras partes vegetaban en las colonias de barracas de<br />

Leuna, en correspondencia con su jerarquía de explotación. Así, los<br />

campos de barracas se demostraron inmediatamente como el baluarte<br />

de continuas y nuevas revueltas, tanto que tras el levantamiento de<br />

Alemania Central de 1921 fueron fi nalmente derribadas. 118 Desde el<br />

principio, por lo tanto, no se notó demasiado la pereza y la parsimonia<br />

reformista provinciana de un movimiento obrero de Leuna dominado<br />

por trabajadores profesionales. Las masas de trabajadores de Leuna se<br />

labraron bastante pronto su propio camino tras un corto periodo de<br />

expectativa frente a la iniciativa del USPD. 119 La producción de amoniaco<br />

sintético se realizó en función de una maquinaria ramifi cada, organizada<br />

en sus procedimientos y técnicas y cerrada en sí misma, la cual<br />

fi jaba un enorme esfuerzo en capital constante, sustrayéndose en gran<br />

parte a la infl uencia del trabajo vivo. Las circunstancias externas: el caos<br />

117 Véase E. Stein, Die Entstehung der Leuna-Werke. op. cit., pp. 186-187. Supuestamente —según<br />

el informe de inspección de una jefa de negociado perteneciente al Kriegsamt de Magdeburgo— las<br />

buenas costumbres se habían relajado tanto que debido «a la mala reputación [...] la Arbeitsnachweis<br />

no podía proporcionar ya ninguna mujer más para la fábrica de Leuna».<br />

118 Véase al respecto «Industrie-Siedlung Leuna-Werke. Ein Rückblick», Siedlung und Wirtschaft,<br />

1938; E. Stein, op. cit., pp. 195 y ss.<br />

119 Así, en 1920 10.000 trabajadores de Leuna eran miembros de la «Allgemeine Arbeiter-<br />

Union», ¡y esto después de que el reformismo del USPD se hubiera desarrollado con bastante<br />

amplitud en Alemania Central! Véase H. H. Bock, op. cit., p. 303. Bock cita una información<br />

dada por uno de los fundadores del KAPD, Peter Utzelmann.<br />

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