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ofrecen alimentos de muy bajo contenido nutricional y que generan una alta producción de basura, con predominio de materiales no biodegradables. Además, en su mayoría, las escuelas carecen de áreas verdes y aquéllas que las tienen muestran descuido, o bien, las utilizan como basureros. De acuerdo con la opinión de los encuestados las actividades con carácter ambiental se presentan de manera aislada y descontextualizada, lo que provoca que tanto maestros como alumnos se sientan ajenos y poco atraídos hacia ellas, además, consideran que regularmente no se consiguen los objetivos fijados para las mismas. La realización de tales actividades se justifica con frecuencia empleando argumentos alrededor de un panorama catastrofista, frente al cual se ofrecen soluciones superficiales o consignas generales y vagas, como por ejemplo: “hay que plantar árboles”, “es necesario ahorrar agua”, “no debe tirarse la basura”. Por lo anterior, no resulta extraño que la educación ambiental y sus actividades escolares se quedan en la promoción de un aprendizaje memorístico que está lejos de impulsar una cultura que permita construir la sustentabilidad. Muy ligado a las actividades de carácter ambiental están los proyectos ecológicos, los cuales deberían tener más integralidad y extensión que las primeras. Al respecto, el 74% de los profesores encuestados señaló que han ejecutado proyectos de este tipo, aunque no de una forma constante. Los que destacan por su frecuencia son: • Campañas de limpieza e higiene. • Conservación y cuidado de áreas verdes. • Reciclaje. • Cuidado del agua. • Reforestación. • Separación de desechos. A pesar de la falta de rigor estadístico y lo acotado de las preguntas aplicadas los resultados de esta encuesta permiten visualizar que, en términos de la generación de una cultura ambiental, las escuelas están aún en una etapa incipiente y que son muchos más los problemas y las limitaciones enfrentadas que los logros y avances. La educación ambiental no formal en Michoacán La educación ambiental no formal en Michoacán presenta, como en el resto del país, una serie de esfuerzos institucionales enmarcados en la intención de incrementar la sensibilidad y la conciencia crítica entre la población, de tal manera que se genere un compromiso social para el diseño y puesta en práctica de soluciones a la problemática ambiental existente. Sin embargo, las acciones reflejan una gran dispersión y carecen de una política ambiental que 318 PLANES ESTATALES DE EDUCACIÓN, CAPACITACIÓN Y COMUNICACIÓN AMBIENTALES • MICHOACÁN

las articule, las oriente en determinada dirección y las potencie. Además, no existen estudios que permitan conocer de manera sistematizada y en conjunto las experiencias michoacanas en este campo y los alcances que tienen. Para la realización de este apartado se hizo una búsqueda de información sobre los esfuerzos de diversas instituciones en materia de educación ambiental no formal en Michoacán. En función de lo encontrado se puede afirmar que existen diversos e importantes, aunque insuficientes, programas educativos interesados en la construcción de mejores condiciones económicas y ecológicas, el que una gran parte de quienes impulsan estas acciones no se asumen como educadores ambientales ha contribuido, sin duda, a que los reconocimientos oficiales a esa labor sean mínimos y a que la sociedad no valore las importantes repercusiones de tales esfuerzos. A continuación se incluye una larga serie de actores sociales que impulsan acciones de muy distinta índole y entre las cuales se pueden ubicar esfuerzos dentro del campo de la educación ambiental no formal. a) Institutos de educación superior y de investigación La Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), en especial el Instituto de Investigaciones sobre los Recursos Naturales (INIRENA); el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales y Agropecuarias (INI- FAP); el Centro Nacional de Producción Sostenible (CENAPROS/INIFAP); el Centro Regional Universitario Centro Occidente (CRUCO); la Universidad Autónoma de Chapingo; el Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Campus Morelia; el Colegio de Posgraduados de la Universidad Autónoma de Chapingo; los Institutos Tecnológicos (Jiquilpan, Uruapan, Zamora, Lázaro Cárdenas, Zitácuaro, Morelia, Apatzingán); el Instituto Tecnológico Agropecuario (ITA); el Centro de Cooperación en Educación de Adultos para América Latina (CREFAL); son todos ellos centros académicos, de investigación o de educación superior que poseen proyectos vinculados, en mayor o menor medida, a la educación ambiental no formal. Aunque de manera muy dispar, en cantidad y calidad, así como escasamente articulada, este tipo de actores desarrolla acciones como las siguientes: • Difusión de resultados de investigaciones científicas, tecnológicas y humanísticas. • Formación de recursos humanos por vía de cursos, diplomados, seminarios, entre otros. • Producción de materiales de educación y difusión ambientales dirigidos a muy diversos públicos. • Colaboración en el manejo de áreas naturales protegidas. • Extensión de la cultura ambiental. • Protección y cultivo de flora y fauna de interés ecológico y comercial. PLANES ESTATALES DE EDUCACIÓN, CAPACITACIÓN Y COMUNICACIÓN AMBIENTALES • MICHOACÁN 319

las articule, las oriente en determinada dirección y las potencie. Además, no<br />

existen estudios que permitan conocer de manera sistematizada y en conjunto<br />

las experiencias michoacanas en este campo y los alcances que tienen.<br />

Para la realización de este apartado se hizo una búsqueda de información<br />

sobre los esfuerzos de diversas instituciones en materia de educación ambiental<br />

no formal en Michoacán. En función de lo encontrado se puede afirmar que<br />

existen diversos e importantes, aunque insuficientes, programas educativos<br />

interesados en la construcción de mejores condiciones económicas y ecológicas,<br />

el que una gran parte de quienes impulsan estas acciones no se asumen<br />

como educadores ambientales ha contribuido, sin duda, a que los<br />

reconocimientos oficiales a esa labor sean mínimos y a que la sociedad no valore<br />

las importantes repercusiones de tales esfuerzos.<br />

A continuación se incluye una larga serie de actores sociales que impulsan<br />

acciones de muy distinta índole y entre las cuales se pueden ubicar esfuerzos<br />

dentro del campo de la educación ambiental no formal.<br />

a) Institutos de educación superior y de investigación<br />

La Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), en especial<br />

el Instituto de Investigaciones sobre los Recursos Naturales (INIRENA);<br />

el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales y Agropecuarias (INI-<br />

FAP); el Centro Nacional de Producción Sostenible (CENAPROS/INIFAP); el<br />

Centro Regional Universitario Centro Occidente (CRUCO); la Universidad<br />

Autónoma de Chapingo; el Instituto de Ecología de la Universidad Nacional<br />

Autónoma de México (UNAM), Campus Morelia; el Colegio de Posgraduados<br />

de la Universidad Autónoma de Chapingo; los Institutos Tecnológicos<br />

(Jiquilpan, Uruapan, Zamora, Lázaro Cárdenas, Zitácuaro, Morelia,<br />

Apatzingán); el Instituto Tecnológico Agropecuario (ITA); el Centro de<br />

Cooperación en Educación de Adultos para América Latina (CREFAL); son<br />

todos ellos centros académicos, de investigación o de educación superior<br />

que poseen proyectos vinculados, en mayor o menor medida, a la educación<br />

ambiental no formal.<br />

Aunque de manera muy dispar, en cantidad y calidad, así como escasamente<br />

articulada, este tipo de actores desarrolla acciones como las siguientes:<br />

• Difusión de resultados de investigaciones científicas, tecnológicas y<br />

humanísticas.<br />

• Formación de recursos humanos por vía de cursos, diplomados, seminarios,<br />

entre otros.<br />

• Producción de materiales de educación y difusión ambientales dirigidos a<br />

muy diversos públicos.<br />

• Colaboración en el manejo de áreas naturales protegidas.<br />

• Extensión de la cultura ambiental.<br />

• Protección y cultivo de flora y fauna de interés ecológico y comercial.<br />

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