santurtzi - Bizkaiko Batzar Nagusiak

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Forja Artística en Las Encartaciones de Bizkaia
Sodupe (Fig. 566), San Martín de Sopuerta (Fig. 474), la de Mercadillo en Sopuerta y San
Miguel de Arcentales (Fig 1405). La más sencilla es la de la iglesia carranzana, mientras
que el conjunto de Sopuerta es el único que presenta en la escalera de acceso al coro una
barandilla completa de hierro forjado. Sus balaustres son de pera y en los ángulos de quiebro
tiene barrotes de sección cuadrada con cincelados geométricos, rematados con bolas
de hierro forjado (Figs. 468 y 470).
La reja que cierra el coro del convento de Santa Clara de Valmaseda es un caso excepcional,
puesto que, dada la altura que ronda los 2 metros, tenemos que hablar más de reja que de
antepecho. Está formada por barrotes de cuadradillo girado al gusto gótico (Fig. 1295).
Pozos
Subsiste un pozo en el Convento de Santa Isabel en Gordejuela (Fig. 1058). Es muy austero y
relativamente reciente, puesto que el brocal es un tanto tosco y el armazón de sujeción de la
polea está formado por tres barrotes de cuadradillo unidos por una pletina en la parte superior.
El único detalle decorativo destacable de este conjunto son unas escuetas hojas.
Objetos varios
Las iglesias de Las Encartaciones conservan pocos objetos de forja empleados en los actos
litúrgicos.
Tenemos que destacar un único atril -conservado en la iglesia de Santa María de Güeñes
(Figs. 652 y 655). La base del mismo estaba formada por cuatro pletinas. El pie estaba constituido
por un barrote y, por otra parte, el atril, propiamente dicho, estaba formado por pletinas
dispuestas en S. No obstante, este atril ha llegado hasta nosotros desmontado, aunque hemos
decidido incluir un dibujo en el que mostramos el estado que presentaba originariamente.
En esta misma iglesia hay un hostiario muy sencillo (Figs. 645 y 646) que recuerda a las tenazas
de brasero, puesto que está formado por dos barrotes de cuadradillo -unidos en su girocon
sendas pletinas en los extremos cincelados con Sagradas Formas (Figs. 643 y 644).
Otro caso único es el del tedero existente en la Ermita de San Antonio en La Mella (Zalla)
(Figs. 782 y 783). Originariamente, servía para iluminar la ermita. Está compuesto por una
base de tres pletinas, un soporte de cuadradillo macizo girado y una “jaula”, formada con
barrotes iguales a los del pie, donde se colocaba la tea. Esta pieza está impregnada por un
indudable sabor medieval reforzado por la presencia de barrotes de cuadradillo girado de
ambiente gótico.
Asimismo, dos sagrarios de la Iglesia de San Martín en el barrio de El Carral en Sopuerta
tienen llaves que destacan por la elegante factura de su diseño (Figs. 469 y 475). Sin embargo,
el resto de las llaves encontradas en nuestros edificios religiosos no revisten interés.