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528 Antonio Piñeiro
y una vez éste fallecido, gracias a sus esfuerzos se consiguió que
los restos mortales del ilustre bardo descansen en tierras gallegas”.
2 de abril de 1927: Consonte este sentimento xa común de
tratar de estar á altura das consecuencias co que Manuel Curros
representara en vida para o pobo galego, o 2 de abril dese mesmo
ano, perante o notario Luis Costa Figueras, Pilar e Amalia de la Cal
Rico y Curros, sobriñas do escritor e herdeiras directas do seu avó
José María Curros, asinan a escritura de venda “por valor de 16 mil
pesetas..., de las cuales el comprador entrega en este momento a
cada una de las vendedoras cinco mil pesetas, en total diez mil...
Las restantes seis mil pesetas quedan aplazadas y serán satisfechas
a las vendedoras a razón de tres mil pesetas a cada una, dentro del
término de dos años...”, as porcións de casa que de seguido se describen:
En la casa número 24 antiguo y veinte moderno de la calle de
Alfonso XIII, hoy de Curros Enríquez, de la villa de Celanova...
a) El segundo piso y desván con más una habitación dividida en
tres departamentos hacia el Sur y Oeste en el primer piso o principal,
con su bajo destinado a cuadra, una bodega a la entrada, también
principal y una pequeña huerta adyacente por la espalda a dicha
habitación, de una área y diecinueve centiáreas.
b) Una suerte en el bajo y primer piso de unas ochenta centiáreas,
poco más o menos, o sea, en la planta baja una tienda con su
trastienda, una cuadra y una bodega, y en el (primer) piso principal
dos habitaciones unidas y dos separadas con sus puertas a los
pasillos...
Chegados aquí, resulta obrigatorio posicionármonos e lembrar
que a outra parte da casa xa fora vendida a Benjamín
Martínez, que posteriormente lla deixaría en herdanza á súa filla,
Peregrina Martínez, que viviría soa durante moitos anos e acabaría
deixándollela como herdade a Jesús González Campos e á súa dona
–pais da última propietaria– en compensación por tela coidado ata