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Intrahistoria da casa dos poetas... 511
na, comedor, bohardilla y galería acabada de edificar y señalada
actualmente con el número 24, extensión superficial de toda ella
tres áreas aproximadamente. Su valor 10 mil pesetas”.
Esta descrición inscríbese no Rexistro da Propiedade con
motivo dunha hipoteca á que se ve obrigado José María Curros
Vázquez, cando conta xa con 87 anos de idade, por un préstamo
de 3 mil pesetas que lle fai o procurador dos tribunais, tamén celanovés,
Eduardo Castro y Cañeda, de 29 anos.
Esta hipoteca é feita baseándose nos seguintes condicionantes:
Cuarto.- Que si yo, notario deudor, pagase al acreedor don
Eduardo el crédito de que se trata antes de mi fallecimiento es
voluntad de dicho don Eduardo no exigirme rédito alguno, pero si yo
notario falleciese sin pagar dicha deuda al expresado don Eduardo, he
de satisfacer por el capital de 3 mil pesetas prestadas el interés legal
del 6% anual a contar desde la fecha de esta escritura, pago al
vencimiento de cada anualidad.
Quinto.- El pago del capital prestado y réditos se probará sólo y
exclusivamente a medio de escritura pública ante notario.
Sexto.- Este préstamo se entiende libre de todo impuesto que
será de cuenta de mi el notario, como también el importe de esta
escritura, su copia, derechos al Estado, de liquidación, registro y
demás, si bien los adelantará el don Eduardo, desde luego.
Octavo.- Ambos otorgantes señalamos la jurisdiccióin ordinaria
de esta villa para conocer todas las acciones provinientes de este
contrato, y para oir todas las notificaciones y diligencias a que el
mismo dé lugar.
2 de novembro de 1888. Cancelación da hipoteca: José María
Curros cancela a hipoteca con Eduardo Castro, ó aboarlle as 3 mil
pesetas, máis as 52 que importaban os gastos da escritura hipotecaria.
Actúa como notario o de Gomesende, Arturo Cobelas.
30 de novembro de 1888. Testamento: José María Curros
Vázquez “deseando evitar las dudas y pleitos que después de mi
muerte podrían suscitarse entre mis herederos” fai testamento,
pedindo, entre outras cousas, “que mi cuerpo cadáver se amortaje
con hábito de San Francisco o San Benito y otro que elijan mis