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07.01.2013 Views

Curros e Murguía: unha relación... 111 le profesan las almas bien nacidas bajo estos cielos bendecidos. Tiene ya el portugués un léxico y aquí falta el nuestro. Uno y otro, iguales en el fondo como fruto de una misma herencia, quieren saber lo que de ella les corresponde, y nosotros aun no conocemos cuál sea nuestra parte. ¡Bien habéis hecho en verdad en reclamarla, tratando para ello de facilitar el estudio y conocimiento de nuestro idioma! Porque si vosotros seguís ayudándonos, la Real Academia Gallega que habéis iniciado y vive de vuestro amparo, no descansará hasta ver realizada la obra del supremo provincialismo que le habéis encomendado: esto es, la redacción y publicación del “Diccionario de la lengua gallega”. Hermanas gemelas nacieron en un mismo día la portuguesa y la que resuena bajo estos cielos bendecidos. Por su dicha, viven todavía en el santo consorcio que su origen y desenvolvimiento les impuso, porque lo que el cielo unió como para siempre, no puede separarlo la mala voluntad de los hombres. Si han de perecer, será en un mismo día. Si han de vivir y glorificarse, vivirán como hijas de unos mismos padres, y como brotadas de un mismo manantial. Un mismo germen les dio vida en un mismo territorio. Unas mismas gentes las crearon, las sostuvieron durante siglos y aun las sostienen y hablan. Amasadas fueron con lágrimas y trabajos, en la tierra que sostenía á los que las amaban como cosa propia. Igual sangre corre por las venas de los que pueblan los campos que se extienden más allá de las márgenes del río que nos sirve de frontera. Es un solo labio, un solo acento casi, el que pronuncia y da cadencia á iguales palabras en una y otra orilla de la sagrada corriente, que si se interpone hoy entre Portugal y Galicia, no separa ambas familias, al contrario, las une y confunde en un abrazo eterno. Pues bien, esta habla, que ambos pueblos pueden amar como cosa perteneciente á su acervo común, es la usada por los trovadores de los gloriosos cancioneros galecio-portugueses (sic), y en la cual el más que inmortal cantor “d’os Lusiadas” escribió sus versos inmortales en los cuales es apenas perceptible la escasísima distancia que separaba en su tiempo el lenguaje lusitano del gallego. Por eso, señores, esa habla común á ambos pueblos, dura y se extiende y se perpetúa, pues la emplean cuarenta millones de habitantes, en Europa, en Africa, en Asia y en América, en donde los vastos dominios del Brasil, abiertos á su propagación, le ofrecen un seguro y glorioso imperio. Cuanto menos allí vivirá mientras duren las lenguas neolatinas.

112 Belén Fortes Y si la que hablamos y tenemos por nuestra es aquella amantísima en que apenas acabados de nacer, nos saludan amorosos los labios maternales, ¿habrá fuerza humana que nos obligue á olvidarla? Y no pudiendo ser, ¿cómo relegarle á un lugar secundario, cuando á la simple expresión de lo que se dice, su desaparición probable, de la lengua gallega, se alzaron nuestros más grandes poetas y empleándola en sus composiciones, la sacaron de su humildad, y la cubrieron y ampararon con los resplandores de su genio? Para vosotros y en este sitio será inusitado recordar a Curros Enríquez, que vistió nuestro idioma con todas sus galas y con los más brillantes destellos de una inspiración sin rival? Con vosotros convivió el poeta, bajo los cielos en que resuenan estas palabras cerró sus ojos para siempre. ¡Qué más santo recuerdo puede evocarse en este momento, que el de aquel que amó a su tierra con un amor jamás entibiado, e inició y amparó con su gloria los modestos comienzos de la Real Academia Gallega, en cuyo nombre os hablo! ¡Pobre amigo querido, pobre alma solitaria atormentada y siempre triste! ¡Cómo hablar de ti sin enaltecer tu memoria con estas palabras de consuelo para tu alma, tú que tanto has padecido, tú que tanto has llorado, tú que amaste tanto a Galicia, tu patria, y su lengua, que era la de tu pueblo, y cubriste sus hombros con el manto de la santa, de la divina poesía, tu único consuelo, única compañera que no te hizo traición, único que ya hoy te une a los tuyos con lazos que nada puede romper! Hermano y amigo, que has traspuesto ya los límites que á los mortales separan de lo inconoscible; si en la vida supernatural tropezaste con la sombra de aquella que rompió la valla y abrió victoriosa á la lengua de sus padres el dominio de la poesía, dila que su patria no la ha olvidado, que su obra no fue estéril, que aquí seguimos amando lo que ella amó con toda su alma. Poco nos falta ya para tocar en nuestro fin, pero mientras este humilde aliente y tenga fuerzas para ello no desertaremos de las banderas en que nos hemos afiliado desde un principio. Dennos á todos las fuerzas y la paz que se necesitan, para poner fin glorioso á la empresa que debe realizar su amor á nuestra tierra. Sería para nosotros una felicidad sin nombre, si al cerrar los ojos para siempre, quedara ya terminada la obra que habéis confiado á la laboriosidad de esta Real Academia Gallega. Mas no siéndonos dado esperar ese triunfo, merecido premio de los esfuerzos hechos por los que nos acompañan hoy y comparten

Curros e Murguía: unha relación... 111<br />

le profesan las almas bien naci<strong>da</strong>s bajo estos cielos bendecidos.<br />

Tiene ya el portugués un léxico y <strong>aquí</strong> falta el nuestro. Uno y<br />

otro, iguales en el fondo como fruto de una misma herencia, quieren<br />

saber lo que de ella les corresponde, y nosotros aun no conocemos cuál<br />

sea nuestra parte. ¡Bien habéis hecho en ver<strong>da</strong>d en reclamarla, tratando<br />

para ello de facilitar el estudio y conocimiento de nuestro idioma! Porque<br />

si vosotros seguís ayudándonos, la Real Academia Gallega que habéis iniciado<br />

y vive de vuestro amparo, no descansará hasta ver realiza<strong>da</strong> la obra<br />

del supremo provincialismo que le habéis encomen<strong>da</strong>do: esto es, la<br />

re<strong>da</strong>cción y publicación del “Diccionario de la lengua gallega”.<br />

Hermanas gemelas nacieron en un mismo día la portuguesa y la<br />

que resuena bajo estos cielos bendecidos. Por su dicha, viven to<strong>da</strong>vía en<br />

el santo consorcio que su origen y desenvolvimiento les impuso, porque<br />

lo que el cielo unió como para siempre, no puede separarlo la mala<br />

voluntad de los hombres. Si han de perecer, será en un mismo día. Si han<br />

de vivir y glorificarse, vivirán como hijas de unos mismos padres, y como<br />

brota<strong>da</strong>s de un mismo manantial. Un mismo germen les dio vi<strong>da</strong> en un<br />

mismo territorio. Unas mismas gentes las crearon, las sostuvieron durante<br />

siglos y aun las sostienen y hablan. Amasa<strong>da</strong>s fueron con lágrimas y trabajos,<br />

en la tierra que sostenía á los que las amaban como cosa propia.<br />

Igual sangre corre por las venas de los que pueblan los campos que se<br />

extienden más allá de las márgenes del río que nos sirve de frontera. Es<br />

un solo labio, un solo acento casi, el que pronuncia y <strong>da</strong> cadencia á iguales<br />

palabras en una y otra orilla de la sagra<strong>da</strong> corriente, que si se interpone<br />

hoy entre Portugal y Galicia, no separa ambas familias, al contrario, las<br />

une y confunde en un abrazo eterno.<br />

Pues bien, esta habla, que ambos pueblos pueden amar como<br />

cosa perteneciente á su acervo común, es la usa<strong>da</strong> por los trovadores de<br />

los gloriosos cancioneros galecio-portugueses (sic), y en la cual el más<br />

que inmortal cantor “d’os Lusia<strong>da</strong>s” escribió sus versos inmortales en los<br />

cuales es apenas perceptible la escasísima distancia que separaba en su<br />

tiempo el lenguaje lusitano del gallego. Por eso, señores, esa habla común<br />

á ambos pueblos, dura y se extiende y se perpetúa, pues la emplean cuarenta<br />

millones de habitantes, en Europa, en Africa, en Asia y en América,<br />

en donde los vastos dominios del Brasil, abiertos á su propagación, le<br />

ofrecen un seguro y glorioso imperio. Cuanto menos allí vivirá mientras<br />

duren las lenguas neolatinas.

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