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índice - Obras Misionales Pontificias en Venezuela

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TEMA 4<br />

Pág. 28<br />

ANEXOS<br />

su dignidad de padre, haci<strong>en</strong>do que pudiera re<strong>en</strong>contrar la dulzura y el<br />

<strong>en</strong>canto de la familia; su dignidad de cristiano, procurándole, con las alegrías<br />

del hogar doméstico, los consuelos y las esperanzas de la religión». Después<br />

de rezar durante mucho tiempo, Paulina decide consagrar su fortuna a la<br />

creación de un c<strong>en</strong>tro industrial <strong>en</strong> el que un trabajo regulado con prud<strong>en</strong>cia<br />

y retribuido con justicia permitiría que Jesús reinara <strong>en</strong> los corazones.<br />

Aprovechando una ocasión favorable, construirá las bases de una empresa<br />

que será para ella un auténtico calvario desde 1841 hasta su muerte, es decir,<br />

durante veinte años.<br />

Para el lanzami<strong>en</strong>to de la empresa, Paulina confía a personas que le<br />

han sido recom<strong>en</strong>dadas la suma de 700.000 francos-oro. En un principio, la<br />

empresa parece funcionar de manera satisfactoria, pues los informes que se<br />

pres<strong>en</strong>tan son optimistas. Pero los hombres de negocios <strong>en</strong> los que ella ha<br />

confiado desvían los capitales <strong>en</strong> provecho propio. «Caí <strong>en</strong> manos de unos<br />

ladrones –escribe–, como el hombre que bajaba de Jerusalén a Jericó».<br />

Paulina pierde su fortuna y se halla hipotecada por las deudas y acosada por<br />

los acreedores. En esa dramática situación, su preocupación se dirige <strong>en</strong><br />

primer lugar hacia los numerosos pobres que le han prestado pequeñas<br />

cantidades de dinero para la fábrica; está firmem<strong>en</strong>te dispuesta a<br />

devolvérselo para evitar que caigan <strong>en</strong> la miseria, y, con ese objetivo, toma la<br />

decisión de pedir limosna. Pero ese asunto le ha costado su reputación. La<br />

dirección de la obra de Propagación de la Fe, que ella misma ha fundado,<br />

resuelve de la sigui<strong>en</strong>te manera sobre su solicitud de ayuda: «Puesto que no<br />

se le puede reconocer la calidad de fundadora, a la que ella apela, el consejo<br />

rehúsa concederle ayuda financiera».<br />

El Papa Pablo VI dirá: «Más que otros, Paulina debía afrontar, aceptar y<br />

sobrellevar <strong>en</strong> el amor una serie de polémicas, de fracasos, de humillaciones y<br />

de r<strong>en</strong>uncias que concedieron a su obra la marca de la Cruz y su misteriosa<br />

fecundidad». Así pues, todas las puertas se cierran ante qui<strong>en</strong> tantas había<br />

abierto para otros, y, ante cada nuevo sufrimi<strong>en</strong>to, ella repite: «Dios mío,<br />

perdónalos y cólmalos de b<strong>en</strong>diciones al mismo tiempo que me somet<strong>en</strong> con<br />

más dolores». El santo cura de Ars exclamará un día desde el púlpito:<br />

«Hermanos, conozco a una persona que sabe muy bi<strong>en</strong> aceptar las cruces,<br />

incluso las cruces más pesadas, y que las lleva con gran amor. ¡Esa persona,<br />

hermanos míos, es la señorita Jaricot, de Lyón!».<br />

OREMOS:<br />

Año Internacional de María Paulina Jaricot y<br />

28 Aniversario del Servicio de JOVENMISION<br />

¡Oh Señor y Padre Nuestro!, invocamos el don de tu Espíritu sobre<br />

éstos, tus fieles; para que sus m<strong>en</strong>tes sean iluminadas por tu luz y sus<br />

corazones inflamados por tu amor y anunci<strong>en</strong> <strong>en</strong> todo mom<strong>en</strong>to, la Palabra<br />

de tu Hijo, Jesucristo, que vive y reina, por los siglos de los siglos. AMÉN.<br />

Vayan pues, y anunci<strong>en</strong> el Evangelio, hagan de todos los hombres<br />

discípulos de Jesús, para que esta tierra de V<strong>en</strong>ezuela, llegue a ser una<br />

porción escogida del Reino del Padre de Todos. AMÉN<br />

“Llévame donde los hombres necesit<strong>en</strong> tus palabras,<br />

necesit<strong>en</strong> mis ganas de vivir. Donde falte la esperanza,<br />

donde todo sea triste simplem<strong>en</strong>te por no saber<br />

de Ti”<br />

Pág. 05

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