índice - Obras Misionales Pontificias en Venezuela
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OFRENDAS<br />
LUZ (5 velones, uno de cada color de los contin<strong>en</strong>tes)<br />
ALIMENTOS<br />
MAPA DE LA PARROQUIA O ARQUI—DIOCESIS (Ofreci<strong>en</strong>do el territorio de<br />
misión que este repres<strong>en</strong>ta).<br />
CULTURAS JUVENILES (Jóv<strong>en</strong>es que repres<strong>en</strong>t<strong>en</strong> varios tipos de culturas,<br />
repres<strong>en</strong>tando la diversidad del jov<strong>en</strong> actual)<br />
MUNDO (Grande, hecho de anime, con jóv<strong>en</strong>es d<strong>en</strong>tro del mismo que llev<strong>en</strong><br />
valores cristianos q necesitamos)<br />
PANCARTA DE JOVENMISION<br />
PAN Y VINO<br />
RITO DE ENVIO<br />
1ERA SEMANA<br />
Queridos hermanos:<br />
Jesús, el Misionero del Padre, se rodeó de niños, jóv<strong>en</strong>es, adultos y<br />
<strong>en</strong>fermos, a qui<strong>en</strong>es <strong>en</strong>vió al mundo <strong>en</strong>tero, para que fueran testigos del<br />
Reino de Dios. La Iglesia siempre ha necesitado de todos, para que prediqu<strong>en</strong><br />
la Bu<strong>en</strong>a Nueva y vivan la Novedad de vida de Jesucristo.<br />
Por lo tanto, antes de <strong>en</strong>viarlos, les pregunto lo sigui<strong>en</strong>te: ¿Están Uds.<br />
dispuestos a predicar a Jesús, muerto y resucitado, con val<strong>en</strong>tía y humildad?<br />
SÍ, ESTOY DISPUESTO.<br />
¿Están dispuestos a dar testimonio del Evangelio que van a anunciar, con una<br />
vida santa, g<strong>en</strong>erosa y <strong>en</strong>tregada?<br />
SÍ, ESTOY DISPUESTO.<br />
¿Están dispuestos a donar su tiempo, colaborando con la Iglesia <strong>en</strong> compañía<br />
de sus pastores y delegados de misiones; dejando sus cosas, sus propios<br />
intereses, su saber, e incluso sus vidas, para que el Señor sea conocido y<br />
amado?<br />
SÍ, ESTOY DISPUESTO.<br />
¿Están dispuestos a animar, informar y formar la conci<strong>en</strong>cia del hombre, para<br />
hacerla misionera, promovi<strong>en</strong>do las <strong>Obras</strong> <strong>Misionales</strong> <strong>Pontificias</strong> <strong>en</strong> todas sus<br />
comunidades y ambi<strong>en</strong>tes?<br />
Pág. 04<br />
07 y 08 de Mayo de 2011<br />
TEMA 5<br />
ANEXOS<br />
VI SEMANA: “La Propagación de la Fe”<br />
Los desórd<strong>en</strong>es de la Revolución han agotado los recursos y los medios<br />
de las congregaciones misioneras. Con la lectura de los Boletines de las<br />
Misiones Extranjeras, Paulina se conmueve de aquella situación y empieza a<br />
recoger algunas limosnas para las misiones. Después de rezar y reflexionar, <strong>en</strong><br />
otoño de 1819 recibe la inspiración de una obra de ayuda a las misiones:<br />
«Una noche <strong>en</strong> que buscaba el auxilio de Dios, es decir, el plan deseado, se<br />
me apareció con claridad ese plan y compr<strong>en</strong>dí lo fácil que le resultaría a cada<br />
persona de mi intimidad <strong>en</strong>contrar a diez asociados que dieran cada semana<br />
una moneda para la Propagación de la Fe. Al mismo tiempo, consideré la<br />
conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>cia de elegir, de <strong>en</strong>tre los más capacitados de los asociados,<br />
aquellos que inspiraran más confianza para recibir de diez jefes de dec<strong>en</strong>a la<br />
colecta de sus asociados, y la conv<strong>en</strong>i<strong>en</strong>cia de contar con un jefe que reuniera<br />
las colectas de diez jefes de c<strong>en</strong>t<strong>en</strong>a para <strong>en</strong>tregarlo todo al c<strong>en</strong>tro común».<br />
Hecha la consulta, el sacerdote Würtz le dijo: «Paulina, eres demasiado<br />
ignorante para haber inv<strong>en</strong>tado ese plan... Está claro que procede de Dios.<br />
Por eso, no solam<strong>en</strong>te te doy permiso, sino que te animo con <strong>en</strong>tusiasmo a<br />
que lo pongas <strong>en</strong> acción».<br />
A pesar de las oposiciones e incompr<strong>en</strong>siones, la obra de la<br />
Propagación de la Fe se exti<strong>en</strong>de con la rapidez del rayo, primero <strong>en</strong> Francia y<br />
luego <strong>en</strong> el mundo <strong>en</strong>tero, aportando considerables ayudas a las misiones.<br />
Pero Paulina queda al marg<strong>en</strong> de él: «Cedí, a qui<strong>en</strong> quisiera tomarlo, el honor<br />
de aquella fundación divina cuya inspiración procedía del Cielo». Y <strong>en</strong> sus<br />
oraciones da gracias a Dios: «Has puesto tu mirada <strong>en</strong> lo más pequeño de este<br />
mundo para convertirlo <strong>en</strong> instrum<strong>en</strong>to de tu Provid<strong>en</strong>cia y procurar la gloria<br />
de tu adorable nombre, a fin de que ninguna carne pueda glorificarse ante ti».<br />
El int<strong>en</strong>so celo de Paulina <strong>en</strong> favor de las misiones se inspira<br />
directam<strong>en</strong>te del Evangelio, pues, antes de subir al Cielo, el Señor Jesús <strong>en</strong>vió<br />
a sus discípulos dici<strong>en</strong>do: Id por todo el mundo y proclamad la Bu<strong>en</strong>a Nueva a<br />
toda la creación. El que crea y sea bautizado se salvará (Mc 16, 15-16; cf. Mt<br />
28, 18-20). Ese mandato misionero nos revela la bondad de Dios, que quiere<br />
que los hombres conozcan la verdad y se salv<strong>en</strong> (cf. 1 Tm 2, 4). En efecto, «la<br />
salvación se halla <strong>en</strong> la verdad. Qui<strong>en</strong>es obedec<strong>en</strong> a la inspiración del Espíritu<br />
de la verdad se <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tran ya <strong>en</strong> el camino de la salvación; pero la Iglesia, a<br />
qui<strong>en</strong> se le ha confiado esa verdad, debe ir al <strong>en</strong>cu<strong>en</strong>tro de ese deseo para<br />
<strong>en</strong>tregársela a ellos,<br />
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