91728 ' r ' r - Comisión Federal de Competencia

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COMISION FEDERAL
DE
COMPETENCIA
PLENO
Resolución
Baxter, S.A. de C.V. y otros
Expediente número 10-03-2006
precios y la Comisión decidió ignorar esta prueba. En ausencia de pruebas de contactos
de cualquier tipo entre Alfonso Alvarez y sus competidores, la Comisión no puede
presumir colusión. Eduardo Aquino era un funcionario de cuarto nivel durante el
período de investigación, sin autoridad para determinar precios en licitaciones, y que ni
siquiera formaba parte del equipo que proporcionaba información al Director General
para tal efecto.
g) La Comisión identifico por parte de Pisa a Carlos Villaseñor y a Eduardo Aquino corno
los vehículos para la colusión, y pasó por alto la información de que ninguno de ellos
tenía autoridad para establecer los precios ofrecidos por Pisa, y prefirió presumir que
las llamadas de estos funcionarios era para hablar de precios, lo que demuestra que las
presunciones son arbitrarias.
Al respecto cabe señalar que el Director Gensral determinaba el precio y lo incluía en
sobre, o daba instrucciones al Director de Ventas. La Comisión no ofrece prueba
alguna de comunicaciones del Director General con competidores.
Enhe dos mil tres y dos mil seis el licenciado Aquino era funcionario de cuarto nivel,
sin responsabilidad alguna para el establecimiento de posturas en licitaciones públicas.
Aquino fue ascendido a Director de Ventas de Gobierno hasta enero de dos mil siete,
una vez concluido el periodo de investigación. Desde mil novecientos ochenta y tres
hasta abril de dos mil siete Aquino no formaba pafe del grupo que le daba información
al Director General para determinar precios. Además, en dos mil tres no hay una
llamada entre Aquino y cualquier funcionario de otro presunto responsable. De igual
forma, Aquino tampoco asistía a las juntas de la Comisión de Abasto de
CANIFARMA.
El caso de Villaseñor no es distinto. La Comisión tiene eüdencia de que el Lic.
Alfonso Alvarez, entonces Director General de Pisa, tomaba las decisiones de precios;
sin ernbargo, la Comisión desestimó esta información.
Las actas de las sesiones de la Comisión de Abasto de CANIFARMA y la
compareoencia de Villaseñor ante la Comisión prueban que en ese foro nunca se
discutieron precios con ninguno de los competidores, lo que fue ignorado por la
Comisión para presumir arbitrariamente la colusión.
Sólo hubo conversaciones antes de ciertas licitaciones y no hubo conversaciones en
decenas de ellas. La Comisión escogió un muestreo de licitaciones y las hizo parecer
como el total, para después tratar de moskar contactos prlra cada una de ellas. Sin