91728 ' r ' r - Comisión Federal de Competencia

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COMISION FEDERAL
DE
COMPETENCIA
31985
PLENO
Resolución
Baxter, S.A. de C.V. y otros
Expediente número 10-03-2006
seria indispensable que hubiera una llamada en cada licitación, sobre todo cuando el estudio
contenido en el oficio de probable responsabilidad no seliala que en cada licitación hubiera
existido una llamada, sino que las llamadas junto con la evidencia económica encontrada
permiten suponer que existió un c¿í,rtel.
d) El estudio de la Comisión no acredita suficientemente los hechos, porque se basa en el
uso de promedios simples, sin ponderación alguna" para sacar sus conclusiones. Como
se demuest¡a en el estudio económico de Carlos Ayón Cardenas, la ponderación de esas
diferencias es clave para evaluar el impacto real en pesos de las diferencias en las
posturas, que multiplicadas por el número de unidades vendidas, significaban millones
de pesos de diferencia en las posturas de cada una de las licitaciones. Es por ello que
tribunales de competencia en otros países exigen, para tener una presunción de colusión
como válida, que las posturas eri licitaciones sean iguales "hasta el último céntimo",
cosa que no sucede en el caso que nos ocupa.
e) Las posturas de cada licitación no son idénticas. La Comisión calculó promedios para
dar la impresión de identidad. El oficio de probable responsabilidad está mal fundado y
motivado, porque la Comisión no hizo un estudio de licitación por licitación. En un
mercado altamente concentrado, en donde el precio de anteriores subastas ya se
conocía, en donde había cláusulas de nación más favorecida, era natural
económicamente que los precios ofrecidos en las subastas coincidieran de forma
significativa. Para ello, el emplazado cita varias sentencias de derecho comparado en
materia de competencia económica, para concluir que en ausencia de pruebas directas,
las autoridades de competencia españolas y norteamericanas han establecido estiíndares
de prueba altos para evitar que las presunciones se utilicen sin rigor científico. En este
contexto, se ha exigido que haya identidad de precios, cosa que no sucede en el caso
que nos ocupa, como puede comprobarse con la relación transcrita en las páginas 66 y
siguientes, del oficio de probable responsabilidad.
f) El requisito de que los precios sean iguales hasta el último céntimo no es sólo una
cuestión lógica. Eoonómicamente, la di.ferencia de centavos en las proposiciones,
multiplicadas por el número de unidades licitadas, implica una cantidad muy importante
de dinero, lo cual se mostrará en el Estudio Económico de Gnóstica. Es decir, las
posturas consideradas no por valor de unidad, sino por el monto total a pagar por el
suministro del producto en el período correspondiente, son diametralmente diferentes si.
hay una pequeña diferencia en centavos. Es por eso que la ponderación en |gd':
promedios se vuelve esencial, tal y como se muestra en el siguiente inciso. En ausedeiá
de la ponderación los cálculos presentados por la comisión son engañosos, porque!é.
basan en promedios simples que ocultan las verdaderas diferencias. Los montos a pagal,'
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