91728 ' r ' r - Comisión Federal de Competencia

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PLENO
Resolución
Baxter, S.A. de C.V. y otros
Expediente nrlmero 10-03-2006
'de
probable responsabilidad nuevamente está cambiando su presrmción y afirma el
consecuente. El oficio de probable responsabilidad no presenta ninguna evidencia
directa de una coordinación de posturas de precios a través de las reuniones de la
CANIFARMA o las comunicaciones entre representantes de las empresas emplazadas.
El oficio de probable responsabilidad presenta presunciones, como la de considerar
comunicación entre directivos de empresas en fechas, que según el oficio de probable
responsabilidad, son curiosamente cercanas al evento de apertura de propuestas
técnicas y económicas.
Dicho argumento resulta infundado en virtud de las siguientes consideraciones:
De acuerdo al proemio del artículo 9o de la LFCE, son prácticas monopólicas absolutas los
contratos, convenios, arreglos o combinaciones entre agentes económicos competidores
entre sí. En ese sentido, cualquiera de esos supuestos entre competidores puede présumir la
comisión de una práctica monopólica absoluta" de lo que se sigue que, en términos del
artículo 33, fracción I, de la LFCE, solo existirá la probabilidad de una comisión de una
conducta si existen elementos suficientes para acreditarla.
En ese contexto, es verdad que la doctrina ha reconocido la dificultad para constatar la
comisión de este üpo de prácticas mediante pruebas directas sin que ello implique que no se
puedan demostrar y sancionar, derivado de otros elementos que ileven a presumir, con una
argumentación lógico-jurídic4 que la conducta se realiza.
Al respecto, se destaca lo mencionado por LEoNEL pEREzNmro cAsrRo y Rrxero
ROBERTO GuEnnsRo SrnRseu: "Las practicas monopólicas absolutas son áiJíciles de
detectar, ya que por lo general implican una coordinación oculta entre los participantes.
Por este motivo proveerla también es dificíI por la extrema díscreción ion la-que se
conducen los infractores (...) E" pocas ocasíones un agente económico ,""oro""
voluntariamente que ya acordó con sus otros competidores dismínuír, dañar o impedir la
competencia y la líbre concurrencia, y cada vez es más raro que en el curso de una
investigación por parte de la CFC, se recojan documentos escritos que establecen
claramente una violación caracterizada a la competencia. Por lo anterioi, ta CFC debe
proceder, mediante la detección de indicios, a demostrar la realización de una conducta
prohibida por la LFCE. Para que una conducta sea violatoria de la LFCE no es necesario
que exista un contrato o convenio escrito entre los agentes participantes, sino sólo aradi. ,ll:: ,
acción convergente cuyo efecto sobre el mercado circunscribe ina de la;s conductts,'
' prohibidas por la LFCE, por lo que un simple compromiso.verbal es suficíente n*i dg,
dich.os agentes puedan ser sancionados. Por otra parte, al no estableierrn ^i"on r^o*., -.
-- contractuales formales entre los interesados, la CFC debe examinar cualquier inücip,tendiente
a demostrar que existe un acuerdo entre la partes con el propósui de rigiñ;{i
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COMISION FEDERAL
DE
COMPETENCIA
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