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Francisco Petrarca, con los seys Triunfos de toscano - eHumanista

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81 Roxana Recio<br />

<strong>con</strong> tanto secreto que nunca fue <strong>de</strong> ello sabidor persona sino la muger que crió a la Hero, como<br />

scrive Ovidio. Y como no avía otra manera <strong>de</strong> visitar el uno al otro si no se passava el mar,<br />

Leandro passava aquel estrecho muchas vezes a nado, y Hero su amiga le mirava <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una<br />

ventana, mas una vez estando él en el passo se levantó en el mar gran fortuna y, no podiendo<br />

resistilla, se ahogó. Y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> ahogado, las ondas echaron el cuerpo muerto a la rivera <strong>de</strong><br />

Sexto; el cual como fue <strong>con</strong>oscido <strong>de</strong> Hero, acordó <strong>de</strong> seguirle en la muerte, pues en la vida tanto<br />

le amava. Y así se echó <strong>de</strong> la ventana abaxo y se ahogó en la mar.<br />

Para lo <strong>de</strong> Ulixes es <strong>de</strong> saber que, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la <strong>de</strong>strución <strong>de</strong> Troya siendo nascida<br />

discordia entre Áyaz Telamonio y Ulixes por el palladión sacado <strong>de</strong> Troya, Ulixes una noche <strong>con</strong><br />

sus naves se partió <strong>de</strong> Troya y al fin, aviendo pasado muchas fortunas, como diremos en el<br />

Triumpho <strong>de</strong> Fama, vino don<strong>de</strong> estava Circes, hija <strong>de</strong>l Sol, la cual reinava en el monte Circeo<br />

cerca <strong>de</strong> Gaeta, la cual era gran<strong>de</strong> mágica y encantadora. Don<strong>de</strong> siendo llegado Ulixes y<br />

viéndole muy discreto y muy dispuesto, luego se enamoró <strong>de</strong> él. Y porque no se pudiese partir<br />

tan presto <strong>de</strong> ella, transformó a todos sus criados y compañeros en brutos animales, y quiso hazer<br />

a él lo mesmo si no fuera por el remedio que le avía dado Mercurio <strong>con</strong>tra semejantes<br />

encantamentos y <strong>con</strong>juraciones. Y no sólo <strong>de</strong>fendió <strong>de</strong> sus artes <strong>de</strong> Circes su persona, mas aún<br />

amenazándola <strong>con</strong> la espada la hizo que tornase a su gente el ser que primero tenía, lo cual ella<br />

hizo luego por complacelle. Y por este respecto restaurada 92 <strong>con</strong> ella la amistad, estovieron<br />

juntos cerca <strong>de</strong> un año; en el cual tiempo ovo un hijo en ella que se llamó Thelagonio. Y puesto<br />

que en este medio oviese muchas letras <strong>de</strong> la su casta muger Penélope rogándole se fuese a su<br />

casa y a remediar <strong>los</strong> males <strong>de</strong> su reino, todo lo ponía en olvido <strong>con</strong> el amor que tenía a Circes.<br />

Viene el otro exemplo <strong>de</strong> Haníbal agora, en que muestra nuestro poeta la fuerça que el<br />

amor tiene diziendo cómo la sombra le dize: “Mira, <strong>Petrarca</strong>, aquel otro es Haníbal, a quien puso<br />

en subjeción una moça <strong>de</strong> poco precio, no podiendo subejtarle Roma ni toda Italia; y la que viene<br />

<strong>de</strong>spués <strong>de</strong> él es una que fue reina <strong>de</strong> Ponto, y amó tanto a su marido que por nunca <strong>de</strong>sampararle<br />

se vistió en ábito <strong>de</strong> hombre <strong>de</strong> servicio, y se cortó sus reales cabel<strong>los</strong> por seguirle más<br />

<strong>de</strong>s<strong>con</strong>ocida”.<br />

“Aquel otro es Haníbal,<br />

a quien Italia ni Roma<br />

<strong>con</strong> gran tiempo y gran caudal<br />

no resistieron su mal;<br />

vil hembra en Pulla le doma;<br />

la que a su señor siguió,<br />

corto cabello levando,<br />

en Ponto reina se vio,<br />

y a sí misma se domó<br />

hábito servil tomando.<br />

Cuánta sea la fuerça <strong>de</strong>l sensitivo apetito harto manifiesto se <strong>de</strong>muestra en <strong>los</strong> versos<br />

siguientes, 93 don<strong>de</strong> es <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r que, haviendo Haníbal dado a <strong>los</strong> romanos la rota <strong>de</strong> Canas<br />

don<strong>de</strong> tantos murieron, paresciole aver totalmente alcançado la victoria <strong>de</strong> <strong>los</strong> <strong>de</strong> Roma. Por lo<br />

cual juzgándose <strong>de</strong>l todo por vencedor, acordó <strong>de</strong> andarse holgando por el reino <strong>de</strong> Nápoles y<br />

por Pulla, no curando <strong>de</strong> otra cosa sino <strong>de</strong> so<strong>los</strong> <strong>los</strong> <strong>de</strong>leites. De manera que su militar exercicio<br />

fue perdiéndose <strong>de</strong> poco en poco y, siendo <strong>los</strong> cartagineses suyos usados a sofrir las armas y <strong>los</strong><br />

92 restaurada: RB “restaurado”.<br />

93 siguientes: Error evi<strong>de</strong>nte por “presentes”.<br />

<strong>eHumanista</strong> 2012

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