Francisco Petrarca, con los seys Triunfos de toscano - eHumanista

450 Roxana Recio
nuestras obras que algún philósopho, como fue Demócrito, quiso dezir que el cielo y todas otras
cosas fuesen produçidas de la fortuna; a la qual opinión paresce que consienta Salustio quando
dize: “Sed fortuna profecto in omni re damnatur ea res cunctas ex libidine magis quam ex vero
celebrat obscuratque”. Dize: “La fortuna sobre todas las cosas tiene señorío, y ella más según su
voluntad que por razón a unas cosas ensalça y a otras abate y desaze”. Y en Roma sabemos que
mediante Lucio Lúcullo hedificaron un templo a la diosa Fortuna.
Segundariamente es de entender que entre las species de argumentación es contado un
exemplo, como pone Boecio en la Topica y Aristótiles en el primo de la Posteriora, que los
hombres en la manera de su govierno travajan de parecer a los passados, porque venga en ellos la
fama como por vía de successores, según los exemplos de ellos. 944 De donde remedando los
passados, y pensando lo pretérito y proveyendo en lo futuro acaesce venir fortuna y desbaratar en
un punto lo pensado de mucho tiempo, la qual paresce que se huelga mucho de romper traços
agenos; lo qual los ombres viendo, tienen la vida por juego y pasatiempo de la fortuna. Así que
claramente se vee esta nuestra vida no ser otra cosa que una vanidad muy vazía de certidumbre;
por lo qual esta tal disposición de sperança engañosa después del juyzio, poseyendo el hombre
todas cosas presentialmente y conosciendo su stado invariable, será la sperança del todo quitada.
Tanbién es necesidad que sepamos que en el cielo avrá distinción de gloria mayor y
menor, y en el infierno de mayor y menor pena, porque se tendrá en qualquier parte respecto al
mérito o al demérito de cada uno. No digo que mayor y menor será en un sujecto, sino en
diversos, porque en uno, si gloria grande o pequeña toviere al principio, así la tendrá siempre, y
por consiguiente la pena, sin jamás menguar ni crescer. Entonce como faltarán las diferencias al
tiempo, no avrá en nada mudança, por donde qualquier cosa que entonces tengamos será
perpetuamente a nosotros unida.
Tanbién devemos mirar que el verano se nos haze por la altura del sol y por el más
luengo camino que sobre nosotros passa, y en el yvierno por su baxeça es menor su camino, de
donde es necesario que el sol se mueva y discurra por el círculo zodiaco. Por el qual respecto
deviéndose el sol firmar después del juyzio y no alçarse ni baxarse más, es necesario que no aya
frío ni calor de allí adelante por respecto de ser yvierno ni verano.
Últimamente es de notar, quando dize que el lugar será variado, es que, siendo el mundo
morada y habitación del hombre consignada de Dios, así como es escrito en Génesis III, después
del juyzio no se habitará más, porque todos estaremos de allí adelante en el paraíso y en el
infierno. Así que será mudado el lugar de esta manera. Puédense también entender estos versos
que el esperar que tenemos acá en el mundo poco a poco que se aumenta y diminuye, según las
ocasiones ayudantes o contrarias, entonce será todo juntado sin división. La qual sentencia es
bien sustancial, mas la primera es de más doctrina.
Demás de esto va prosiguiendo, y dize en los versos que se siguen que las famas de los
hombres mortales serán más claras del día del juyzio adelante, diziendo que los años no tendrán
en su mano el govierno de las famas mortales, mas quien una vez fuere claro lo será para
siempre. Por lo qual dize: “¡O, bienaventuradas las ánimas que al presente son o serán en el
camnio de salvación para 945 algún tiempo llegar al fin glorioso do tendrán descanso para
siempre!”
944 de ellos: R “delos”.
945 para: R “ptra”.
[fol. clix r] Los años no avrán en mano
las famas de mortal gente,
eHumanista 2012