Francisco Petrarca, con los seys Triunfos de toscano - eHumanista

449 Roxana Recio
y nuestras fiuzas 941 quitadas
de en quien antes speravan.
Así como es doctrina universal de los theólogos, así avemos de saber para entendimiento
de los versos que se siguen que, durando en tal disposición este mundo y continuándose la orden
instituyda del universo, son tres las medidas de las cosas, conviene saber: tiempo, que es la
medida de todas las cosas generables y corruptibles, las quales an avido principio y por fuerça an
de aver fin; la segunda es llamada evo, y es medida la qual tiene principio y no á de aver fin, y
ésta es la medida de los ángeles, y 942 de los spíritus incorpóreos de la ánima humana y de los
cuerpos celestiales; la tercia medida es dicha eternidad, la qual no tiene principio ni á de aver fin.
Esta sola medida solamente conviene a Dios; la qual difiniendo dizen los theólogos: “Eternitas
est tota simul et perfecta duratio”. Dize: “Eternidad es un ser todo junto 943 y perfecta duración sin
sucesión”. Así que después del juizio firmándose el cielo no avrá más tiempo variable, y entonce
todo nuestro gozo, felicidad y perfectión dependerá solamente de la visión divina, la qual tiene
en sí toda cosa presente. Y por esto será a nosotros presente y entera la gloria y bienaventurança,
y por esto no tendrá nuestro entender impedimento alguno, porque contemplando a Dios veremos
en Él todas las cosas presentes, puesto que sean o passadas o por venir. Y todo obgeto
resplandecerá en el entendimiento nuestro sin obstáculo, assí como en un campo se representaría
lo que ay en él si nos le hiziessen llano quitando de él las cuestas que ay, por donde a la corporal
vista no se impidiesse el mirar, assí que nuestra memoria no se ocupara en alguna cosa, pues
todas las cosas tendremos presentes en la contemplación de nuestro entendimiento; ni avremos
más menester guarda de las species y ymágines intelligibles, porque todo lo veremos
presencialmente en el espejo de la essencia divina. Assí que cessará tanbién la esperança por la
actual possessión que tendremos de todos los bienes, los quales resultarán en los ánimos beatos
por la fruyción de la divina essencia.
Dize agora el poeta un enseñamiento saludable, diziendo que la variedad de los tiempos y
de las cosas hazen a los hombres dexar el camino de la razón, que es seguir [fol. clviii v] a Dios
y andar tras lo mundano con pensamiento de lo que an sido por sostenello y con codicia de lo
que querrían ser, de manera que parece nuestra vida un juego; así que esta esperança será quitada
y lo que de ella se sigue tanbién, de suerte que faltando la causa falte el efecto: el tiempo será
junto sin división y sus diferencias muertas.
El qual mudar haze luego
a otro, razón dexando,
parecer la vida juego,
andando muy sin sosiego
“qué seré”, “que fui” pensando.
No será más dividido
poco a poco, mas juntado,
frío, calor consumido,
el tiempo muerto y finido,
el lugar muy variado.
Verdadera y notable sentencia es la que micer Francisco á escrito en los versos
siguientes. Para entendimiento de los quales es de saber que la fortuna tiene tanto señorío contra
941 fiuzas: Fiucias, confianzas.
942 y: R “y de los angeles y”.
943 junto: R “juunto”.
eHumanista 2012