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Francisco Petrarca, con los seys Triunfos de toscano - eHumanista

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441 Roxana Recio<br />

qual luz se perdió por el pecado cometido <strong>de</strong>l hombre. Afirma también el maestro <strong>de</strong> las<br />

Sentencias en el tercero a la distinción XXXVIII que el cielo estará firme y no se moverá más, y<br />

esto dize por autoridad <strong>de</strong> Zacharías; adon<strong>de</strong> Ysidoro <strong>con</strong>cluye que entonces recebirá el cielo el<br />

galardón <strong>de</strong> su trabajo estando inmovible y no circuyendo más.<br />

Demuestra allen<strong>de</strong> <strong>de</strong> esto la razón que la edad <strong>de</strong>l cielo renovado será eterna, porque ya<br />

será <strong>con</strong>seguido el fin por el qual fue criado el hombre, y dado y or<strong>de</strong>nado <strong>de</strong> él el juyzio, por<br />

don<strong>de</strong> no quedará más ocasión mediante la qual el mundo se <strong>de</strong>va renovar. Assí que es<br />

verda<strong>de</strong>ra la visión <strong>de</strong> nuestro poeta aprovada <strong>de</strong> nuestros theólogos; esto es, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la<br />

última revolución <strong>de</strong>l cielo el mundo, el cielo, el sol, las estrellas se an <strong>de</strong> <strong>de</strong>shazer, y variarse, y<br />

innovarse y hazerse muy más gentil, y en edad perfecta, y transmutable y infinita.<br />

Dize <strong>de</strong>spués micer <strong>Francisco</strong> aquello que <strong>con</strong> gran maravilla vio seguir a esta<br />

innovación <strong>de</strong>l mundo, diziendo que se se maravilló mucho quando vio parar el cielo en un pie<br />

junto <strong>con</strong> el sol, que jamás nunca paró <strong>de</strong> dar bueltas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el día que fue criado mas sólo <strong>con</strong> su<br />

bolver suele mudar el ser a todas las cosas; y allen<strong>de</strong> <strong>de</strong> esto vio sus tres partes ser resumidas en<br />

una, y aquélla ser firme, que en su bolver no se dava la priessa que solía.<br />

Maravilla sentí yo<br />

quando en un pie vi parar<br />

al que nunca se paró,<br />

mas en discurrir usó<br />

todas las cosas cambiar.<br />

Sus tres partes vi tornar<br />

en una que <strong>con</strong>tenía,<br />

ser firme sin se mudar,<br />

assí que en prissa se dar<br />

no hará como solía.<br />

Por más claro entendimiento <strong>de</strong> <strong>los</strong> versos siguientes, avemos principalmente <strong>de</strong> saber lo<br />

que scrive Pedro <strong>de</strong> Tarantasio en el IIII <strong>de</strong> las Sentencias a la distinctión XLVIII: que siendo ya<br />

dispuesto <strong>de</strong> la justicia divina que el mundo se <strong>de</strong>saga antes <strong>de</strong>l día <strong>de</strong>l juyzio por fuego, se<br />

seguirá <strong>de</strong>spués 931 su firmeza inmovible. La qual cosa dizen algunos que esto acaescerá por el<br />

<strong>con</strong>curso <strong>de</strong> <strong>los</strong> fuegos superiores y inferiores, assí como acaesció el diluvio por la caída <strong>de</strong> las<br />

aguas celestiales ayuntándose <strong>con</strong> las terrenales. Otros dizen que se encen<strong>de</strong>rá el fuego por la<br />

reflexión <strong>de</strong> <strong>los</strong> rayos <strong>de</strong>l sol en <strong>los</strong> cuerpos terrenales, <strong>los</strong> quales por natura son acostumbrados<br />

en la semejança <strong>de</strong> la refleción <strong>de</strong>l sol hecha en el espejo hueco; don<strong>de</strong> se vee por esperiencia<br />

que en <strong>los</strong> subjetos cercanos incensibles prestamente se encien<strong>de</strong> el fuego. Otros dizen que será<br />

<strong>de</strong>shecha la virtud <strong>de</strong>l cielo, por la qual es <strong>de</strong>tenida la espera <strong>de</strong>l fuego que no discurra y arda.<br />

Por tanto <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> esta quema y abrasamiento, siendo el cielo innovado y mudado <strong>de</strong> la<br />

qualidad proporcionada a la corruptión <strong>de</strong>l hombre, se sigue la firmeza <strong>de</strong>l cielo, comoquiera que<br />

al presente se mueven por otro fin <strong>los</strong> cie<strong>los</strong>, el qual es por <strong>con</strong>servar el mundo en el estado que<br />

tiene hasta que plega a Nuestro Señor mudarlo. El qual fin venido y quitado el ser al mundo, se<br />

quitará también el movimiento a <strong>los</strong> cie<strong>los</strong>, y por tanto el cielo parará firme sobre un pie, que es<br />

un punto firme sin movimiento, don<strong>de</strong> al presente son dos pies firmes: uno el polo árctico, el otro<br />

polo antárctico.<br />

Segundariamente <strong>de</strong>vemos enten<strong>de</strong>r que el poeta más atribuye al sol que al cielo el nunca<br />

aver parado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el día <strong>de</strong> su creación, porque esto [fol. clvi r] parece que nos muestra la sacra<br />

931 <strong>de</strong>spués: R “<strong>de</strong>spues <strong>de</strong>”.<br />

<strong>eHumanista</strong> 2012

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