Francisco Petrarca, con los seys Triunfos de toscano - eHumanista

438 Roxana Recio
Vola el tiempo como viento.
Quiero con gran sentimiento
dolerme, y no sé de quién,
que la culpa es toda mía
y por tardar la merezco,
pues que más presto devía
ver con los ojos vía,
que en verdad ya me envejezco.
Avemos de entender segundariamente que, conosciendo el hombre ser engañado por las
dulçuras del mundo, se conosce a sí 927 mesmo y lo que el tiempo passado á sido, y viene en
conoscimiento de ser digno de mucha culpa, y querría dolerse por el stímulo de la conciencia,
començando a maldezir las cosas mundanas así como a ocasión de la vida passada. Y al fin el
poeta concluye su error ser propia culpa suya, porque, podiendo antes dolerse por la libertad de
su alvedrío y salir fuera del mal camino, no lo á hecho hallándose ya en vejez y aún no limpio de
las vanidades de su juventud; por lo qual él halla que deve culpar a sí solo y no a otro ninguno,
assí como afirma el poeta de hazer en los precedentes versos.
Últimamente es de notar que, reconociéndose el hombre y no antes de la vejez, se ha de
pensar que acuerda tarde a dolerse siendo ya envejecido en el pecado, porque para quitar la culpa
necessario es ynterponer la penitencia para que ella mediante el pecado se perdone; lo qual
parece en la vejez impossible, porque el hombre es impotente ansí por la diminución de su
naturaleza como por el poco spacio que de vida le queda. Por tanto el hombre sapiente deve con
tiempo dolerse de sus errores y guardarse de las multitudes de lazos que el demonio nos arma
para prendernos.
Aviendo ya en los precedentes versos mostrado nuestro poeta la justa reprehensión hecha
en sí mesmo de aver tardado en arrepentirse y conocer a Dios y su mesma dispusición, quiere
agora notificar que entretanto que el hombre es vivo no deve perder la esperança, mas considerar
que de contino están abiertos los braços de la misericordia divina a quien sale de pecado y torna
a Dios diziendo: “Mas no fueron ni serán tarde las gracias divinas”. Juntamente con ésta scrive
un pensamiento, el qual se levanta en los coraçones de los fieles, considerando aver fin en algún
tiempo todas las cosas mundanas y también qué ser o qué disposición ternán las cosas naturales
siendo acabado el curso de los cielos, faltando la generación y corruptión de las cosas. Y dize
que, aviendo él dicho y respondido en sí mesmo este presupuesto, quedava pensando qué fin
podría ser en esto después que el cielo parasse de dar tantas y tan apresuradas bueltas.
927 a sí: R “assi”.
“Mas no fueron, ni serán,
tarde las gracias divinas.
Espero que en mí harán,
quando a mí se llegarán,
altas obras peregrinas”.
Assí dicho y respondido,
dixe: “Si firme no está
lo que es del cielo movido,
después de mucho corrido,
sepamos qué fin avrá”.
eHumanista 2012