Francisco Petrarca, con los seys Triunfos de toscano - eHumanista

434 Roxana Recio
resistir a la codicia de gloria, pues tanto el hombre es más semejable a Dios quanto más está
apartado de esta codicia”. Y por esto al capítulo XIII en el mesmo nos enseña a dexar este apetito
perverso diziendo: “Tolle iactantiam. Quid homines sunt nisi homines?”. Dize: “Quita de ti esta
vana gloria. ¿Qué es el hombre sino hombre?” Pues, ¿qué es esto que tanto se precia? ¿Qué es
esto que tanto se estima? Ciertamente no es otro que un viento y niebla confusa.
Tanta doctrina está cerrada en los precedentes versos y tan saludable amonestación, que
qualquiera que vuelva el entendimiento a la verdad verá contenerse en ellos toda regla y toda
forma de bivir. Y por ellos se afirma que, como falta reparo a la muerte corporal, así tanbién
falta a la de la fama mundana, y para hazer que no se acabe no basta terrenal poderío. Y así
entiende el hombre su ánimo ser inmortal y ser produzido para la bienaventurança como para
último fin; por donde aquélla con razón se deve amar, no podiendo alguno ser bienaventurado si
primero no goza la cosa amada de él. Por esto muestran estos versos ninguna cosa pertenescer a
la vida corporal del hombre o a la fama ganada en el mundo para poder ser ocasión de nuestra
salud, demostrándose cada una de aquéllas por los prealegados versos dever faltar en algún
tiempo. Y nos enseña a buscar otro obgeto perpetuo, que no sea subgeto al tiempo, en que
pongamos nuestras esperanças, y que nos alegre los entendimientos y haga perfecta la mente; el
qual queriendo buscar nosotros, hallaremos en el quinto De civitate Dei al capítulo XV ser Dios,
del qual hablando Augustino dize: “Deus enim felices facit, que est mentium vera opulentia”.
“Dios haze las ánimas bienaventuradas porque él es la verdadera riqueza de bienaventurança”.
Neglectas 925 y menospreciadas pues las cosas mortales, despreciada tanbién la fama y no curando
la muerte, torne el ánima a hallar Él su semejable, el qual para que gozássemos de Él por su
infinita clemencia nos crió, para que después de esta miserable vida gozássemos de la muy
complida gloria que tiene para nosotros allá arriva aparejada.
925 Neglectas: R “Neglectaa”.
eHumanista 2012