Francisco Petrarca, con los seys Triunfos de toscano - eHumanista

431 Roxana Recio
necessario cada día acontecen no solamente no la puede perpetuar, más aun hazerle que dure
muchos tiempos no puede”. Y cerca del fin más abaxo añade: “Sermo autem omnis ille angustiis
cingitur iis regionum, quas vides, nec unquam de ullo perennis fuit et obruitur hominum interitu
et oblivione posteritatis extinguitur”. Dize: “Ya vees cómo la fama del hombre está cerca de
peligros y de ninguno se perpetuó, porque con la muerte de los hombres se entierra y con la
olvidança muere”. Pues, ¿qué locura mayor podemos tener que la esperança en las cosas que de
necessario han de aver fin? Lo qual no se puede remediar con algún poder humano, ni a nosotros
en parte alguna nos puede ayudar ni en vida ni en muerte, assí como cosa externa y no
pertenesciente a nuestra natura y a la salud del ánimo. Mas si alguno dixesse: “Luego por esse
respecto, ¿de menospreciar es la fama?” Lo qual yo no lo digo, más bien affirmo que aquélla no
se á de desear más de lo justo, esto es, quanto a lo mundano; mas por contrario se deve desear la
fama y el nombre del mundo, y esto por la virtud de donde nasce.
Exclama después el poeta contra [fol. cli v] la gente vulgar, la qual no sabe ni cree que las
bueltas del tiempo puedan escurecer la fama mundana, diziendo: “¡O, ciega y vana gente del
pueblo que a cada viento se buelve engañosa en juzgar verdad, que estiman más la muerte en
vejez que en juventud! ¡O, quántos son muertos en niñez que fueron bienaventurados, y quántos
en senectud que fueron desdichados y infelices! Muchos an dicho que los que no nascieron
fueron más dichosos”.
¡Ciega gente popular
buelta al viento cada vez,
engañosa en el juzgar,
que suelen más alabar
morir viejos que en niñez!
¡Quántos bienaventurados
que siendo niños murieron!
¡Quántos viejos desdichados!
“Los por nascer son loados”,
según algunos dixeron.
Cerca del entendimiento de los versos siguientes, es de saber principalmente que la razón
y fundamento de los hombres populares es determinar y dezir que la longura de la vida sea bien,
y que este bien es effecto de natura, y la natura siempre entiende el bien siendo reglada de la
intelligencia no errante; de donde quanto más luengamente se participa el bien, tanto aquélla es
más loable disposición. Y allende de esto siendo la fama bien y cosa deseosa, y no podiéndose
ganar si no bive el hombre mucho, por esto determina y juzga el pueblo ser mejor morir viejo
que niño. Mas quánto sea esta opinión falsa no es difícil conoscerlo, y para fundamento es de
presuponer que todo bien y toda humana delectación del hombre se á de juzgar por respecto del
ánimo, así como por respecto del fin y de la cosa muy perfecta, según la doctrina del philósopho
en el VI de la Política, el qual dize: “Omne quod imperfectum est, est melioris gratie”. Del qual
fundamento se sigue que, vista y poseída la delectación del ánimo, no es de curar de la del
cuerpo porque, si aquélla como parte distincta se aduna y unne al plazer del ánimo, avrala de
diminuyr, assí como es regla último demostrada del calculador y tomada de otros como
fundamento. Pues estante este suppósito verdadero, primeramente según Platón y de muchos
gentiles, que el ánimo eterno descienda del cielo y se torne al cielo muy lleno de los mismos
hábitos, es manifiesto que por la muerte en la infancia primeramente se gana el summo bien del
ánimo, que es tornar al cielo y contemplar las cosas divinas, y allende de esto huye las miserias
de la vida luenga; de donde veemos que es mejor gozar de la bienaventurança sin mezcla de las
eHumanista 2012