Francisco Petrarca, con los seys Triunfos de toscano - eHumanista

428 Roxana Recio
habent et spaciis suis transeunt universa sub celo”. Dize: “Para todas las cosas ay tiempo, y
passan quando están determinadas”. Y Cicerón en las Philípicas en la Oración X al mismo
propósito dize: “Nichil enim semper floret, etas succedit etati”. Assí que muy claramente
podemos ver y juzgar ni qué juventud, ni riqueza, ni señorío, ni salud de cuerpo, ni sabiduría, ni
vida, ni poder, ni fama pued huyr la cayda ni el dominio del tiempo.
Añade en los versos siguientes la otra sentencia que oyó dezir de aquéllos que son menos
buenos (y no a los dignos), que a ellos no solamente los cuerpos el tiempo con muerte desata,
mas aun los ingenios, y eloqüencias y obras ya hechas, lo qual dura algo más a los más dignos.
La segunda sentencia de la copla que se sigue dize que, después de aver oído las palabras
passadas, dixo también quien lo otro avía dicho que, assí huyendo el tiempo, buelve y destierra el
mundo sin jamás parar, hasta que a todos nos haze ser un poco de tierra.
“Es quitado a los no tales
y no dignos de excelencias,
por los cursos temporales,
no sólo externas señales,
mas ingenios y eloqüencias.
Assí huyendo dispara,
[fol. cl v] y el mundo buelve y destierra;
nunca torna ni se para,
hasta que os haze a la clara
ser un poquito de tierra.
Quiere nuestro gentil poeta calladamente quitar del todo una vana esperança y fantasía de
muchos, los quales piensan dexar fama perpetua de sí por un pequeño conocimiento de letras que
alcancen, y dize que los que son menos buenos que los muy dignos que no solamente les quita la
muerte los cuerpos, mas aun quítale los ingenios y obras que en vida an hecho con sus
eloqüencias y estudios; lo qual no acaece assí a los más dignos, la fama de los quales dura más
tiempo después de su muerte. Puédense los mesmos versos entender de aquéllos que no han sido
tales en las obras pertenescientes a la vida política o a la religión cristiana, a los quales vida y
fama les es juntamente quitada en la muerte. Mas los que han sido más dignos dignificándose
con el bien obrar, siendo restaurados con los spíritus bien aventurados, siempre su fama será muy
clara entre aquéllos por las buenas obras que entre los hombres en el mundo hizieron.
Quanto a la segunda sentencia de la copla, devemos saber que ninguna sentencia de las
passadas es más digna ni frutuosa a la salud del hombre que ésta que nuestro micer Francisco
con tanta hermosura ha demostrado en los versos de arriva scritos. Para entendimiento de los
quales es de saber que las más vezes nuestra verdadera perfeción es en el conoscer la verdad, la
qual no se puede comprehender si primero no trabaja el hombre de conocerse a sí 919 mismo. Al
qual conoscimiento ninguna cosa más presto nos induze que la ley natural universal, que es que
toda cosa que tiene principio ha por fuerça de tornar en su principio, y juntamente con esso
considerar y entender que nuestro último fin y conversión es polvo y tierra. Y assí podemos
concluyr nuestro principio aver sido tierra y nosotros mesmos ser también tierra; la qual verdad
comprehendiendo los egiptianos, a perpetua memoria de su origen y nacimiento terrestre y
lodoso usavan en sus sacrificios tener en las manos yerva labrada en las paludes quasi como
cercana a nuestra natura. También testifican lo mesmo infinitos ethiopios, los quales porfían que
los primeros hombres que nacieron de tierra fueron ellos. Y esto mesmo se affirma por Moysén
919 a sí: R “assi”.
eHumanista 2012