Francisco Petrarca, con los seys Triunfos de toscano - eHumanista

417 Roxana Recio
en el qual me vi venir
oy moço y agora viejo.
Demuestra en estos versos nuestro poeta quál deve tornar nuestra obra, aunque nuestra
juventud transcorra y ande enbuelta algún tiempo en los mundanos deleytes, cómo los avemos
con tiempo de representar ante el espejo de nuestra consciencia, y allí dentro mirar cada uno quál
sea la disposición de sí mesmo y de qué natura y condición ayan sido las obras passadas; porque
no ay mejor juez ni paragón de las obras que la consciencia queriéndose retraer y arrepentir
según la disposición de las passadas operaciones, reduziendo las presentes en la memoria a
prueva; de lo qual dize Cicerón en el segundo de las Tosculanas: “Tuo tibi iudicio utendum est;
tibi si recta probanti placebis, tu non modo te viceris, quod paulo ante precipiebam, sed omnes
omnia”. Dize: “Usa de tu parecer; y si lo que hizieres el bueno lo alabare, cree que as vencido ya
todas las cosas”. Y poco más abaxo añade: “Omnia enim bene facta in lucem collocari [fol.
cxlvi v] volunt, sed tamen nullum theatrum virtuti consciencia maius est”. Dize: “Las buenas
obras de los hombres quieren que todo el mundo las sepa, y no ay mejor testigo de su virtud que
su propria consciencia”. Prueva la mesma sentencia nuestro poeta en el soneto “Del mar Thireno
a la sinistra riva”, donde dize: “La dove io era tra bosqueti et colli vergoña hebi di me, che al cor
gentile basta ben tanto, e l‟altro spirito non volli”. De donde es manifiesto que al ánimo
rectificado que se confirme con la consciencia ninguna cosa es más necessaria a induzirlo al bien
obrar, y a retraerle de la operación mala, y a tomar deleyte en sí mesmo para no estimar otra
gloria. Y será como lo que el apóstol dize hablando a todos los cristianos en la segunda de los
Corrinthios al primer capítulo, diziendo: “Hec enim est gloria vestra testimonium consciencie
vestre”. Dize: “Vuestra gloria y contentamiento es la seguridad y limpieza de vuestra
consciencia”. Assí habla el ánimo humano a sí mesmo estatuyendo toda su dignidad y honra ser
la fe de la consciencia y el testimonio de su poridad, descrita la obra la qual deva hazer el
hombre queriendo reduzirse a la operación virtuosa. ¡O, quánto es digno y saludable effecto
aquél que nuestro poeta en los precedentes versos nos muestra! Comoquiera que, a quien bien
considera, ninguna operación más laudable entre los mortales puede ser que el disponerse el
hombre por proprio conoscimiento de sí mesmo a esperar la venida de la muerte, sabiendo que es
inevitable, y el bivir breve, y el passo apresurado. Por donde es necessario a todos hombres
hazer en la vida la tal preparación porque en la muerte no se hallen burlados. Al qual effecto nos
muestra Hierónimo scriviendo a Heródoto, quando dize: “Platonis sciencia est omnem sapientis
vitam meditacionem ese mortis. Debemus ergo et nos animo premeditari quid aliquando futuri
sumus et quid nolimus abesse longius non potest”. Dize: Toda la vida del sabio es pensar en la
muerte, y nosotros deveríamos pensar qué ha de ser de nosotros y que la muerte que no
desseamos está cerca de nosotros”. Assí mesmo Séneca en la Epístola XIX Ad Lucillum con
buenas palabras esplica la dicha sentencia, demostrando el hombre dever aparejarse al fin y
disponerse bien para el postrer sospiro de la vida, diziendo: “In fluctu viximus, moriamur in
portu”. Dize: “Pues hemos bivido en la tormenta de la mar, lleguemos a morir al puerto”. Mas
quánta sea la velocidad que lieva la edad de un niño en hazelle viejo muy prestamente bien lo
muestra Cicerón en el primero de las Tosculanas por una comparación, diziendo: “Apud
Hypanim fluvium qui ab Europe parte in fontem influit Aristoteles ait bestiolas quasdam nasci,
que unum diem vivant. Ex hiis igitur hora octava que mortua est, provecta etate est que vero
occident sole decrepita, eo magis si etiam sosticiali die. Confer nostra a longissimam etatem
cum eternitate, in eadem propte modum brevitate que ille bestiole reperiemur”. “Dize
Aristóteles que en una parte de Europa cerca de un río Hypanim nascen unos animales que no
biven más de un día, y de éstos el que muere a las ocho creen que muere en buena edad, y los
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