Francisco Petrarca, con los seys Triunfos de toscano - eHumanista

402 Roxana Recio
una ni la otra son opiniones de Epicuro, sino que tuvo buen concepto, y esto contaré, Dios
queriendo, en la declaración de los sonetos, donde 895 mostraré Epicuro aver sido muy buen
hombre y muy continente, como scrive Hierónimo in De viris illustribus, y Galieno en el tercero,
y Cicerón en el segundo de las Tosculanas, donde dize: “Venit Epicurus homo minime malus,
vel potius vir optimus tantum monet quantum intelligit”. Dize: “Este philósopho Epicuro no es
malo, mas ante es muy bueno, y tanto afirma y tiene por cierto quanto entiende ser así”. Esto
mesmo comfirma Laercio en la Vida de Epicuro, respondiendo a los que de Epicuro
desonestamente hablaron assí: que es cosa justa salvar y no condenar sus dichos, principalmente
no considerándolos. Dixo Epicuro, como muestra Eusebio XIIII De preparatione evangelica, los
dioses tener forma de hombres, lo qual con razón es comprehensible de nuestro entendimiento;
donde dize Eusebio: “Epicurus deos hominum formam habere quamvis non sensu propter
tenuitatem nature, se ratione precipiantur”.
Quanto a la común opinión, especialmente de Macrobio, que dixo Epicuro hazer el ánima
mortal con el cuerpo, es de saber que nuestro poeta, movido por la falsedad de esta opinión, dixo
que la fama de Epicuro gemía y que le fuera mejor callar que hablar semejante error. Y assí no
diremos aquí más de Epicuro, pues, plaziendo a Nuestro Señor, declararemos la verdad muy por
extenso en aquel soneto que dize “La gola, il somno e le otiose piume”, donde me esforçaré a
demostrar todo fundamento y razón de Epicuro por su salud y honra.
Trae agora después de Epicuro nuestro maestro muchos discípulos de aquél, diziendo que
después de Epicuro vio venir a Lippo 896 con la compaña igual a su maestro, los quales eran
Metrodoro y Aristippo. Y tras éstos dize que vio a Crisippo texer una tela muy sotil con un huso
maravilloso; y después venía Zenón como padres de los stoycos, el qual por declarar mejor su
intención mostró la palma abierta después de cerrada.
Vi con la compaña Lippo 897
al preceptor igualar:
Metrodoro y Aristippo,
[fol. cxli r] y la tela de Crisippo
con un huso de admirar.
A Zenón vi proseguir,
como padre sublimado,
declarando su dezir,
y su palma descobrir
después del puño cerrado.
Ipo, siquiera Lipo, fue discípulo de Tales milesio, según que anotan los exponedores en el
primo de la Methaphísica quando dize el philósopho él no deverse contar ni colocar entre los
otros philósophos por la imbecilidad de su delicado y débile ingenio. Fue tenido en opinión de
tardío de ingenio porque, siguiendo las opiniones de su maestro Thales, ninguna cosa en aquéllas
añadió. Mas comoquiera que sea, meresció éste ser conumerado en la fama por grandíssima
diligencia y exercicio que tuvo en su estudio.
895 donde: R “donve”.
896 Lippo: Error del comentarista que continúa el traductor, pues Lippo no es un personaje, sino un adjetivo, del latín
“lippus”, que significa “de ojos nublados, legañoso o casi ciego”. Este adjetivo se aplica a los dos personajes que
siguen para mostrar que defendían ideas basadas en el error.
897 Lippo: Como queda indicado, este personaje no aparece en el texto italiano.
eHumanista 2012