Francisco Petrarca, con los seys Triunfos de toscano - eHumanista

392 Roxana Recio
todos: que cada uno dixo Demócrito aver sido digno y excellente philósopho, hombre
studiosíssimo en la speculación. Demócrito, principalmente desseando entender qualquier cosa
que se podiesse aprender, no dexó de yr por todas las partes donde fuesse alguno que enseñasse
doctrina. E assí por este respecto fue a las Medias sólo por fama de los gimnosophitas, según
scriven Gelio in De noctibus Acticis y Valerio Máximo en el octavo libro al capítulo VII. Tuvo
el padre tan rico Demócrito que fácilmente avría podido sustentar de vituallas el exército de
Xerses, que eran DC mil hombres, mas por mejor estudiar Demócrito tomó muy pequeña parte de
la herencia, y dio todo lo otro a su tierra, y por propria voluntad vino en pobreza. Vino después
Demócrito a studiar en Athenas, adonde nunca quiso ser conocido sólo por huyr toda pompa y
sobervia, y en aquel lugar por mejor atender a las speculaciones a sí 884 mismo privó de la vista,
aunque otros dizen que se cegó por no ver en los malos las buenas sucessiones de fortuna. Otros
dezían averlo hecho porque no podía mirar las mugeres sin desseallas. Y como scrive Ysidoro
en el octavo de las Ethimologías, acrescentó Demócrito las artes mágicas, las quales desde
Zoroaestes hasta su tiempo eran venidas en mucha diminución. Allende de esto fue
costantíssimo a las palabras injuriosas, como demuestra Séneca en las Epístolas suyas Ad
Lucillum.
Tuvo opinión Demócrito los áthomos ser principio de todas las cosas, como se lee en el
libro De finibus honorum, in De facto y en las Tosculanas de Cicerón, y en el primero de la
Methaphísica y en el XIIII De preparatione evangelica, donde de él scrive ansí Eusebio:
“Democritus quem Epicurus sequitur principium rerum asserit corpuscula quidam minutissima
quos athomos apellat racione conoscibiles solidas non generabiles [fol. cxxxvii v] nec
corruptibiles omni fractura superioresque alterari non possunt”. “Dize Demócrito que unos
cuerpos pequeñitos dichos áthomos son principio de todas las cosas. Sólo por entendimiento se
pueden conoscer y no se pueden engendrar, ni corromper, ni alterar”. Esto mismo confirma
Laercio y añade aquéllos aver dicho ser infinitos. A los quales paresce que se conformó Tulio en
el principio de las Tosculanas quando dize: “Democritum enim magnum illum quidem virum et
levibus et rotundis corpusculis eficientem animum concursu quodam fortuito obmitamus. Nihil
enim est apud istos quod non athomorum turba conficiat”. “Dize Demócrito, gran varón, que del
ayuntamiento de unos corpenitos livianos que andan en el ayre redondos, dichos áthomos, se
engendran las cosas.
Cerca de Dios, dixo Demócrito ser el ánima del mundo y tener forma de una pella de
fuego, como testifica Eusebio en el mismo libro. Puso también serlo vazío para que los áthomos
se moviessen, y por esto dixo ser infinitos mundos y engendrarse infinitas vezes, como se lee en
el mesmo lugar; y la tal generación hazerse acaso, como se escrive en el VIII de la Phísica.
Scrivió Demócrito muchas obras dignas en las quales son insertos muchos dichos muy
notables, y primeramente: “Sermo est operis umbra. Unus mihi pro populo est, et populus pro
uno. Indoctus solum silencium ex doctis habet. Parcitas necessitatis remedium est medicina
damnorum”. Dize: “Las palabras sombra son de las obras. Uno vale tanto como un pueblo, y un
pueblo por uno. El que no sabe solamente aprende de los letrados el callar. La escaseza es
remedio de la necessidad y la medicina de las enfermedades”.
Murió Demócrito cerca de Hermipo muy viejo y por natural muerte y desatamiento de
carnes.
884 a sí: R “assi”.
eHumanista 2012