Francisco Petrarca, con los seys Triunfos de toscano - eHumanista

388 Roxana Recio
Morió Hipocras muy viejo, de edad de XCV años.
Y tras él pone nuestro poeta a Esculapio y Apolo, diziendo que sobre Hipochras estavan
con muy luengo tiempo apartados; los quales en tanta manera estavan cerrados de los muchos
años que eran passados, que con gran pena se les podían comprehender los gestos, así estavan
limados y escurescidos del tiempo. Tras éstos venía Galieno, el qual declaró lo escuro y
estendío lo breve.
[fol. cxxxvi r] Eran sobre él muy cerrados
Esculapio con Apolo,
de él apenas divisados:
assí los nombres limados
son del tiempo y de su volo.
Galieno le ymitava,
y de él el arte pendía
que tanto allá se estimava:
él lo escuro declarava
y lo muy breve estendía.
Cosa manifiesta es aver sido dos los Appolos y cada uno de ellos aver avido noticia de
medicina. El uno fue hijo de Vulcano, primero hijo del Cielo, y el otro fue fijo de Júpiter y de
Latona, de quien fue hijo Esculapio. E ansí dize Ysidoro en el quarto de las Ethimologías:
“Medicine autem artis auctor ac repertor apud Grecos perhibetur Apollo. Hunc vero filius eius
Esculapius opere ampliavit”. Dize: “Apolo halló la medicina entre los griegos y su hijo
Esculapio la acrecentó con su obra”. Mas cada uno de éstos aver sido excellente en esta arte
harto se muestra por la antigua opinión que el uno de ellos fue adorado por dios, y el otro tuvo
poder para tornar en vida a Hipólito, el qual estava hecho pieças y su ánima en los infiernos.
Finalmente es tanta su antigüedad que, cerca de nosotros, contadas sus cosas parescen más
fingimientos y mentiras que cosas passadas en verdad. Solamente assí a río buelto podemos
dezir de ellos que fueron muy sabios hombres en esta facultad, principalmente por testimonio de
Eusebio in De preparatione evangelica, el qual scrive ansí de Esculapio: “Esculapium Apolinis
atque Forodonis filium esse aiunt, deoque medecine artibus excelluisse ut ab incurabili morbo
multos liberaret”. Dize: “Esculapio fue fijo de Apolo, y tuvo tanta excelencia en la medecina
que curó a muchos de enfermedades incurables”. La qual cosa, aunque no sea expedida, es muy
grande alabança de Esculapio.
Para entendimiento de quién fuesse Galieno, es de saber que fue de una cibdad llamada
Pérgamo en Asia. El qual, siendo hasta sus tiempos la medecina scrita diminutamente y con
mucha escuridad, la declaró y la estenció con mucha claridad. La qual hasta allí consistía más en
experimentos que en razón, y él la puso en razón y cánones, scriviendo de ella muchos libros,
como se vee muy claro por la scritura de ellos. No solamente compuso Galieno por sí muchos
volúmenes, mas también fue muy fiel yntérprete del excelente Hipocras.
Y no sin causa dize nuestro poeta que en tiempo de Galieno se estimava mucho la
medecina, comoquiera que, imperando Antonio Pío, fue Galieno traído de Asia a Roma con
grandíssimo salario, y tanta furia y congoxa tenía el pueblo por verle y conoscerle que con gran
dificultad podía andar Galieno por ninguna parte de Roma. Podríamos bien dezir que en
nuestros tiempos es la tal sciencia en poco estimada, comoquiera que es tanta la codicia y
avaricia de los médicos que puede más en ellos la ganancia que el estudio, y procurando de
acrescentar en lo primero diminuyen en lo segundo. E ansí los médicos quedan llenos de
hazienda y vazíos de sabiduría, assí como muestra el Conciliator al principio del libro de sus
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