Francisco Petrarca, con los seys Triunfos de toscano - eHumanista

336 Roxana Recio
necessidad tienen de esfuerço virtuoso que de scriptura voluntariosa. Pides que te dé subgeción
como si pensasses ser yo menos que Cleopatra reyna, la qual antes escogió muerte que servitud,
mas te hago saber que no me faltan grandes socorros, porque los sarracenos y los armenios son a
nuestra voluntad; y porque no pienses que temo, sabe que sé que solos los 704 ladrones de Siria
desbaratarán tus exércitos y que tengo sperança de ofender antes de ser ofendida‟”. Recebidas
las cartas y respuestas de una parte a otra, cada qual de ellos se puso en aparejo de guerra y,
combatiendo cerca de Antiochía, quedó vencedora Zenobia. Y yendo huyendo los romanos,
aparescioles una cosa muy resplandesciente la qual los confortó y esforçó de manera que,
tornando a la batalla, pelearon con tanta osadía que finalmente Zenobia fue vencida y presa; y
Aureliano la llevó sobre un carro suyo de ella de plata a triumphar de ella, sobre el qual carro
creía ella de entrar a señorear a Roma.
Y no sin causa dize nuestro poeta 705 aver sido Zenobia más escassa de su honra que otras,
porque, siendo la principal honra de las mugeres 706 abstenerse del acto carnal, diremos que
Zenobia tuvo en esto mucha excelencia. Porque aunque era moça y muy hermosa, aun a su
marido proprio no se dava más tiempo de sólo el necessario a la generación de entramos, y
acaescíale muchas vezes que después de aver usado con él nunca a él se dava hasta que conoscía
no aver quedado preñada, mas después que lo estava nunca se halló que consintiesse en la suzia
delectación.
Últimamente dize nuestro 707 poeta que puso Zenobia en turbación a los que naturalmente
no temen, mas antes desprecian a los enemigos y peligros, y en esto me paresce que sigue la
doctrina del philósopho en el III de la Éthica porque, siendo los romanos llamados pueblo de
Mars, por natural inclinación eran dispuestos y aparejados a no temer los peligros, y allende de
esto no temían la muerte por desseo de alcançar la fama. Demás de esto eran en las armas tan
expertos que por el continuo uso de vencer que tenían no sabían qué era temor. Mas con todo
esto la suma virtud y singular esfuerço de Zenobia los hizo temer contra su naturaleza.
Haviendo dicho nuestro poeta de esta reyna muy excelente, pone agora en los versos
siguientes a Judith, diziendo que, aunque él brevemente hable de algunos y a otros olvide, no
será Judith entre los olvidados, pues dexó fama de sí en la muerte que dio al enamorado loco.
Después de ésta dize nuestro poeta quasi respondiendo a sí mismo de aver tardado en poner el
exemplo siguiente, y dize assí: “¿Dónde dexava yo sin hablar del rey Nino, siendo la fuente de
todas historias, y dónde dexava tanbién a su gran sucessor, al qual la vida suya llena de sobervia
conduzió y atraxo 708 a vida bestial?”.
[fol. cxvii v] Entre los nombres que enbeve
mi dezir apressurado
no será Judith, pues deve
ser contada, que se atreve
matar loco enamorado.
Yo no sé do me dexava
a Nino, fuente de historia,
y al succesor que levava,
704 solos los: B “los”.
705 poeta: B “poeta Micer Francisco Petrarca”.
706 mugeres: R “mugres”.
707 nuestro: B “el”.
708 atraxo: B “traxo”.
eHumanista 2012