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Francisco Petrarca, con los seys Triunfos de toscano - eHumanista

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335 Roxana Recio<br />

<strong>de</strong> fuego indigno, porque fue tanbién muy encendida en el apetito carnal, como la reyna que<br />

arriva <strong>con</strong>tamos. Mas en algunos versos se halla que dizen “<strong>de</strong> digno amor”, y entonces<br />

enten<strong>de</strong>remos por el apetito <strong>de</strong>l señorear, según la greca sentencia scripta por Tulio en el III De<br />

<strong>los</strong> officios quando dize: “Si ius violandum est, regnandi causa violandum est”. Dize: “Si las<br />

leyes se han <strong>de</strong> quebrantar, ha <strong>de</strong> ser por alcançar a reynar”. Y este tal es apetito muy digno y<br />

natural. Al qual apetito fue <strong>con</strong>junta <strong>con</strong> Cleopatra su hermana Arsenoa y Agripina, mujer <strong>de</strong><br />

Claudio y madre <strong>de</strong> Nerón, y Tulia <strong>de</strong> Tarquino, y la hija <strong>de</strong> Acab rey <strong>de</strong> Jerusalem, y muchas<br />

otras que podríamos <strong>con</strong>tar que tovieron en lo mismo en reynar y señorear <strong>con</strong> <strong>de</strong>seo muy<br />

codicioso.<br />

Quanto a lo <strong>de</strong> Zenobia, como escrive Trebelio Polión, fue reyna <strong>de</strong> Palamitemia y por<br />

origen <strong>de</strong>scendida <strong>de</strong> <strong>los</strong> Ptholomeos, reys <strong>de</strong> Egipto, la qual en la edad <strong>de</strong> su mocedad dándose<br />

al exercicio <strong>de</strong> la caça <strong>de</strong>spreciava <strong>los</strong> casamientos que la traían <strong>con</strong> muchos señores. Venida<br />

<strong>de</strong>spués a la edad más noble y siendo <strong>con</strong>sejada <strong>con</strong> importunación <strong>de</strong> sus parientes, se casó <strong>con</strong><br />

un príncipe <strong>de</strong> Palmitemia que se llamava O<strong>de</strong>nato. En este tiempo Valeriano, XXXI emperador<br />

<strong>de</strong> Roma, avía sido preso <strong>de</strong> Saporio rey <strong>de</strong> Persia y aun <strong>con</strong>strenido a uso <strong>de</strong> viles exercicios, y<br />

Galieno su hijo avía sucedido en el imperio, el qual vivía tan efeminadamente que ni <strong>de</strong> su padre<br />

ni <strong>de</strong>l imperio se curava nada. Viendo esto el dicho O<strong>de</strong>nato, como muy fiel súbdito <strong>de</strong>l<br />

emperador tomó un exército y fue <strong>con</strong>tra Saporio rey <strong>de</strong> Persia, y llevó <strong>con</strong>sigo la su muy amada<br />

muger Zenobia; <strong>con</strong> el qual combatiendo venció, así como lo scrive Julio Capitolino en la Vida<br />

<strong>de</strong> Galieno XXXII emperador <strong>de</strong> Roma. Allen<strong>de</strong> <strong>de</strong> esto, como scrive Eutropio, <strong>de</strong>fendió O<strong>de</strong>nato<br />

la Siria, y cobró la Mesopotania y passó hasta la fuente llamada Thesino. Estando O<strong>de</strong>nato en<br />

este estado y por sí mesmo rijendo el imperio <strong>de</strong> Oriente, fue muerto por obra <strong>de</strong> un su muy<br />

cercano pariente llamado Meonio y tanbién fue así muerto <strong>con</strong> él su hijo Hero<strong>de</strong>s. Sabiendo<br />

estas tristes nuevas Zenobia y quedándole aún dos hijos <strong>de</strong> O<strong>de</strong>nato, el uno llamado Hermanio y<br />

el otro Ethilao, tomó cuydado <strong>de</strong>l govierno y señorío <strong>de</strong>l imperio oriental; por la qual<br />

governación y pru<strong>de</strong>ncia mostró bien en cuerpo <strong>de</strong> muger estar varonil y muy esforçado coraçón.<br />

Acaesció ser muerto en este tiempo Galieno emperador juntamente <strong>con</strong> Valeriano su hermano<br />

[fol. cxvii r] por engaño <strong>de</strong> un capitán suyo llamado Aureolo. Por don<strong>de</strong> succedió Claudio en el<br />

imperio por <strong>de</strong>liberación <strong>de</strong>l senado y fue muy excelente príncipe, y sojuzgó <strong>los</strong> godos y tuvo<br />

fama <strong>de</strong> ser tan virtuoso como Trajano, y piadoso como Antonio y tan diligente como Augusto.<br />

Muerto este Claudio al cabo <strong>de</strong> dos años, sucedió en el imperio su hermano Quintilio y tuvo el<br />

imperio XVII días; y puesto que en virtud no fuesse inferior al hermano, fue muerto por malicia<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> ma<strong>los</strong> cavalleros. A este sucedió en el imperio Aureliano, el qual <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> aver cobrado<br />

el imperio <strong>de</strong> Occi<strong>de</strong>nte quiso cobrar el <strong>de</strong> Oriente, que Zenobia posseía pacíficamente <strong>con</strong> sus<br />

hijos. Y primero que tentasse la guerra, escriviola una carta en esta manera diziendo:<br />

“Aureliano, emperador <strong>de</strong> Roma y receptor <strong>de</strong>l imperio <strong>de</strong> Oriente, escrive a Zenobia y a todos<br />

lo que <strong>con</strong> ella tienen amistad y compañía en las armas, y les dize: „Deuría<strong>de</strong>s hazer <strong>de</strong> buena<br />

voluntad lo que en mis cartas os mando si no queréys ponerme en propósito <strong>de</strong> vengarme en<br />

vuestras vidas, y es que tú, Zenobia, vivas don<strong>de</strong> yo the collocaré por acuerdo y sentencia <strong>de</strong>l<br />

potente senado y <strong>de</strong>xes venir a Roma las piedras preciosas, oro, plata, sirgo, caval<strong>los</strong> y gamel<strong>los</strong><br />

que tienes; y <strong>los</strong> que <strong>de</strong> aquí a<strong>de</strong>lante en ese imperio serán <strong>los</strong> <strong>de</strong>xes para que ello y el señorío<br />

juntamente venga a nuestra servidumbre; y en lo <strong>de</strong>l tu reyno <strong>de</strong> Palmitemia serate guardada<br />

plenaria justicia‟”. Haviendo Zenobia recebido esta carta, no sintió alteración para que nadie se<br />

la <strong>con</strong>osciesse ni en gesto ni en palabras, antes <strong>con</strong> gran esfuerço respondió en su carta <strong>de</strong> esta<br />

manera: “Zenobia, reyna <strong>de</strong> Oriente a Aureliano Augusto: „Ninguno hasta agora, Aureliano,<br />

<strong>de</strong>mandó por cartas lo que tú <strong>de</strong>mandas, porque las cosas que por guerras se an <strong>de</strong> <strong>de</strong>mandar más<br />

<strong>eHumanista</strong> 2012

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