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Francisco Petrarca, con los seys Triunfos de toscano - eHumanista

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23 Roxana Recio<br />

[FOL. V V] TRIUMPHO DE AMOR<br />

[FOL.VI R] CAPÍTULO PRIMERO<br />

Escrive aquí micer <strong>Francisco</strong> <strong>Petrarca</strong> el sensitivo dominio fingendo a Cupido triumphar<br />

<strong>de</strong> <strong>los</strong> hombres en esta forma, <strong>con</strong>viene a saber, que, <strong>con</strong>si<strong>de</strong>rando <strong>los</strong> antiguos romanos cada<br />

vez que triumphavan ser <strong>con</strong>duzidos sobre carros triumphales a <strong>los</strong> temp<strong>los</strong> <strong>de</strong> <strong>los</strong> dioses, adon<strong>de</strong><br />

a sí y a sus <strong>de</strong>spojos <strong>con</strong>secravan, así finge venir agora Cupido triumphando sobre su carro por<br />

todo el mundo, y finalmente venir <strong>con</strong> sus presioneros al templo <strong>de</strong> su madre Venus, el cual<br />

lugar era bien apropriado al semejante triumpho. Segundariamente veremos el hábito diverso <strong>de</strong>l<br />

que así triumphando procedía, en la manera que nuestro poeta atribuirá al amor las proprias<br />

cualida<strong>de</strong>s que le <strong>con</strong>vienen. En el tercero y último lugar veremos en qué manera el que<br />

triumphava llevava <strong>de</strong>lante <strong>de</strong> sí <strong>los</strong> muy subjectos y humil<strong>de</strong>s presioneros y la or<strong>de</strong>n que llevan,<br />

poniendo <strong>los</strong> más nobles en el lugar más preminente y <strong>los</strong> <strong>de</strong> menos sustancia en lugar <strong>de</strong> menos<br />

grado. Y por esto puso el poeta a Júpiter <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l carro, porque fue el dios más excelso entre<br />

<strong>los</strong> dioses adorados <strong>de</strong> las ignorantes gentes, y <strong>los</strong> otros <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> él ivan siguiendo su<br />

triumpho. Divi<strong>de</strong> el poeta todo este sugeto en cuatro capítu<strong>los</strong>, <strong>los</strong> cuales en sus proprios lugares<br />

<strong>de</strong>clararemos según sus particularida<strong>de</strong>s avrán menester.<br />

Agora cuanto al primer capítulo, nuestro miçer <strong>Francisco</strong> <strong>Petrarca</strong> pone el tiempo<br />

particular y la ora en la cual finge aver visto estas visiones, fingéndose dormir y <strong>de</strong>clarando las<br />

cualida<strong>de</strong>s que provocan a dormir. Y dize <strong>de</strong> esta manera que en el tiempo que en él se renuevan<br />

<strong>los</strong> amorosos sospiros, por la memoria muy dulce <strong>de</strong>l semejante día que fue principio a tan<br />

luengos travajos, el sol calentava el un cuerno y el otro <strong>de</strong>l Tauro, siendo passado <strong>de</strong> <strong>los</strong> medios<br />

grados y entrado en <strong>los</strong> segundos; y allen<strong>de</strong> <strong>de</strong> esto, no sin gran razón <strong>de</strong>clara la ora particular <strong>de</strong><br />

su sueño aver sido el alva, diziendo que se levantava la Aurora <strong>con</strong> el rostro tierno y elado, según<br />

tenía por costumbre.<br />

En el tiempo que muy nueva<br />

estava la pena mía,<br />

por memoria que renueva<br />

el mal que supe por prueva<br />

en el semejante día,<br />

<strong>de</strong>l Tauro el sol calentava<br />

el uno y el otro cuerno,<br />

el Alva se levantava<br />

y corriendo caminava<br />

<strong>con</strong> el rostro elado y tierno.<br />

Por más claro entendimiento <strong>de</strong> <strong>los</strong> versos que se siguen es necessario enten<strong>de</strong>r según las<br />

phi<strong>los</strong>óphicas y astrológicas normas o reglas que, siendo la octava spera celestial distincta en<br />

cinco zonas y la <strong>de</strong> medio por el discurso <strong>de</strong>l sol llamada tórrida, es dividida toda su<br />

circunferencia en doze partes iguales, don<strong>de</strong> cada una <strong>de</strong> ellas siendo ornada <strong>de</strong> notables strellas<br />

tiene nombre por sí diverso, y así la parte primera se llama Aries, la segunda Taurus, la tercera<br />

Géminis, la cuarta Cáncer, la quinta Leo, la sexta Virgo, la séptima Libra, la octava Scorpio, la<br />

nona Sagitarius, la décima Capricornius, la undécima Aquarius, la duo<strong>de</strong>cima y postrera Piscis.<br />

Cada parte <strong>de</strong> estas xii sobredichas <strong>de</strong>l cielo es dividida en xxx trigéssimas partes distinctas, <strong>de</strong><br />

las cuales cada una se llama grado, y <strong>de</strong>spués cada grado es distincto y dividido en lx<br />

sexagéssimas que se llaman minutos, y cada sexagéssima en otras lx sexagésimas llamadas<br />

secundos, la cual división <strong>de</strong> minutos y secundos se atribuye a las oras. Y imaginando también<br />

<strong>eHumanista</strong> 2012

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