Francisco Petrarca, con los seys Triunfos de toscano - eHumanista
Francisco Petrarca, con los seys Triunfos de toscano - eHumanista
Francisco Petrarca, con los seys Triunfos de toscano - eHumanista
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
240 Roxana Recio<br />
república y no hallándose ningún <strong>de</strong>fensor que para <strong>de</strong>ffen<strong>de</strong>lla se ofresciese, fue acordado por<br />
Quinto Fabio, hijo <strong>de</strong> Fabio Máximo, por P. Bíbulo y por Apio Pulcro, tribunos que avían<br />
quedado <strong>de</strong> la prima, segunda y tercia legión, por <strong>con</strong>cordia <strong>de</strong> todos dar el imperio y mando a<br />
Publio Cornelio Scipión y a P. Clodio. Él recebido, <strong>con</strong> gran pru<strong>de</strong>ncia y fortaleza<br />
administrando y rijendo las reliquias <strong>de</strong> <strong>los</strong> exércitos quedadas <strong>de</strong> la rota <strong>de</strong> Canas, a todos <strong>los</strong><br />
passó salvos por medio <strong>de</strong> <strong>los</strong> alogiamentos y stancias <strong>de</strong> Haníbal y <strong>los</strong> llevó a Venosa.<br />
Siendo ya el sexto año que Haníbal avía stado quasi en el señorío <strong>de</strong> Ytalia, Gneo Scipión<br />
y Publio Scipión en Hespaña avían combatido <strong>con</strong>tra <strong>los</strong> cartagineses y avían vencido a<br />
Hasdrúbal, hijo <strong>de</strong> Gisgón, y a Magón, hermano <strong>de</strong> Haníbal, <strong>con</strong> sus exércitos. En este tiempo<br />
Hasdrúbal, hijo <strong>de</strong> Amílcar y hermano <strong>de</strong> Haníbal, venía <strong>con</strong> <strong>los</strong> exércitos <strong>de</strong> cartagineses por<br />
passar a Ytalia a juntarse <strong>con</strong> Haníbal. Lo qual sintiendo <strong>los</strong> Scipiones, vieron que, si tal<br />
ayuntamiento se hazía, sería causa <strong>de</strong> per<strong>de</strong>rse el imperio romano y acordaron en quanto<br />
pudiessen estorvalles la venida <strong>de</strong> Ytalia, o a lo menos <strong>de</strong>tenel<strong>los</strong> por algún tiempo; y por esto<br />
dividieron <strong>los</strong> exércitos, y el uno se fue <strong>con</strong>tra Hasdrúbal Blanquino, y el otro quedó <strong>con</strong>tra<br />
Magón y Hasdrúbal <strong>de</strong> Gisgón. Don<strong>de</strong> acaesció que, siendo en tal forma divisos <strong>los</strong> exércitos,<br />
fueron <strong>los</strong> carthagineses vencedores, y en espacio <strong>de</strong> XXX días fueron muertos uno y otro<br />
Scipión, por lo qual nasció tanto miedo en <strong>los</strong> coraçones romanos que casi no se hallava quien<br />
quisiese ser capitán <strong>con</strong>tra <strong>los</strong> carthagineses. Scipión, entonces <strong>de</strong> edad <strong>de</strong> XXIIII años, no<br />
ame<strong>de</strong>ntrado ni temeroso <strong>de</strong> las victorias <strong>de</strong> Haníbal, ni <strong>de</strong>sanimado por las crueles muertes <strong>de</strong>l<br />
padre y <strong>de</strong>l tío, se ofresció por <strong>de</strong>fensor <strong>de</strong> la romana república. Y hecho pretor <strong>de</strong>l pópulo<br />
romano, se fue a Hespaña y allí tomó las gentes que avían quedado <strong>de</strong> <strong>los</strong> Scipiones muertos, las<br />
quales estavan <strong>con</strong>servadas y bien guardadas por virtud <strong>de</strong> Lucio Martio, muy fuerte cavallero<br />
romano. Y <strong>con</strong> aquél<strong>los</strong> en breve tiempo la Citerior y Ulterior Hespaña <strong>con</strong>quistó y el mesmo<br />
día que entró en Carthago la Nueva 303 la tomó y sojuzgó, lo qual no fue pequeña ayuda a <strong>los</strong><br />
romanos, y grandíssima pérdida <strong>de</strong> <strong>los</strong> carthagineses. Fue allí en Carthago la Nueva entre otros<br />
traída por presonera una muy hermosa virgen; a la qual preguntando quién era y <strong>de</strong> qué estado o<br />
<strong>con</strong>dición, entendió ser aquélla <strong>de</strong> noble linaje y esposa <strong>de</strong> un príncipe <strong>de</strong> <strong>los</strong> celtiberios llamado<br />
[fol. lxxxiiii r] Lucio. Mandó luego Scipión que le llamassen aquel cavallero, que era <strong>de</strong> la parte<br />
carthaginesa; al qual venido, dixo estas palabras: “Mancebo. Mancebo os llamo porque aya entre<br />
nosotros menos vergüença <strong>de</strong> este razonamiento. Vuestra esposa fue tomada por presionera, y<br />
mis cavalleros a mí la truxeron. Oí <strong>de</strong>zir que la amáva<strong>de</strong>s mucho, <strong>de</strong> lo qual su gentileza pue<strong>de</strong><br />
dar buen testimonio. Yo favoresco en esto vuestro amor, y podéys ser cierto que ella á sido <strong>de</strong><br />
mí tan mirada y guardada como <strong>de</strong> sus padres, vuestros suegros, lo pudiera ser. Una merced<br />
quiero <strong>de</strong> vos en pago <strong>de</strong> esto, y á <strong>de</strong> ser que <strong>de</strong> aquí a<strong>de</strong>lante vos seáys buen amigo <strong>de</strong> <strong>los</strong><br />
romanos”. Vista Lucio la soverana virtud <strong>de</strong> Scipión, acordó <strong>de</strong> ser muy verda<strong>de</strong>ro ayudador <strong>de</strong><br />
la romana república, y <strong>de</strong> su amistad se les siguió mucho provecho. El padre y la madre <strong>de</strong> la<br />
donzella dieron a Scipión por la virtud que usó <strong>con</strong> su hija muy gran cantidad <strong>de</strong> oro; el qual,<br />
como lo recibió, hizo otra vez llamar a Lucio y dándole todo lo que su suegro a él le avía dado le<br />
dixo así: “Yo quiero que esta cantidad <strong>de</strong> oro que te doy sea dote mío, para que <strong>de</strong>spués le juntes<br />
<strong>con</strong> lo que tu suegro te á <strong>de</strong> dar por dote principal <strong>de</strong> casamiento”. Continuándose <strong>de</strong>spués la<br />
guerra y aviendo vencido, y echado a Hasdrúbal Blanquino cerca <strong>de</strong> Betula, y <strong>de</strong> Cáliz Magón y<br />
al otro Hasdrúbal, y <strong>de</strong>l todo echados <strong>los</strong> carthagineses <strong>de</strong> España, cresció el ánimo a Scipión <strong>de</strong><br />
señorear la Áffrica. Por lo qual tornó luego a Roma y, hecho cónsul por el favor <strong>de</strong>l pueblo,<br />
tomó <strong>los</strong> exércitos y passó a Áffrica; y fuese <strong>de</strong>recho a Carthago.<br />
303 Cartago la Nueva: Cartago Nova, Cartagena.<br />
<strong>eHumanista</strong> 2012