06.01.2013 Views

Francisco Petrarca, con los seys Triunfos de toscano - eHumanista

Francisco Petrarca, con los seys Triunfos de toscano - eHumanista

Francisco Petrarca, con los seys Triunfos de toscano - eHumanista

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

223 Roxana Recio<br />

tiempo <strong>de</strong> doleros <strong>de</strong> mi pasión no <strong>de</strong>xando el camino y usança <strong>de</strong> vuestra honestidad, porque<br />

vuestros <strong>de</strong>s<strong>de</strong>ños, y dulces pazes, y daños amorosos tuvieron mis <strong>de</strong>seos puestos en gran duda<br />

muchos años, no sabiendo qué pudiese <strong>de</strong> vos creer o sperar”.<br />

“Si por ventura el amor<br />

os puso en la voluntad<br />

doleros <strong>de</strong> mi dolor,<br />

no <strong>de</strong>xando el gran primor<br />

<strong>de</strong> la vuestra honestidad;<br />

que vuestros dulces enojos,<br />

dulces pazes, dulces daños,<br />

escriptos en vuestros ojos,<br />

tovieron a mis antojos<br />

en gran duda muchos años”.<br />

Porque <strong>los</strong> versos siguientes no tienen más entendimiento <strong>de</strong>l que la letra les da, no<br />

seremos prolixos en su <strong>de</strong>claración, sino passaremos a lo que viene, que es la respuesta que<br />

Laura dio a la pregunta <strong>de</strong> misser <strong>Francisco</strong> <strong>Petrarca</strong>, diziendo que apenas ovo él dicho aquellas<br />

palabras quando la vio sonreír y sospirar, diziendo: “Yo te certifico, miser <strong>Francisco</strong>, que jamás<br />

mi coraçón fue <strong>de</strong> ti apartado por bien querer, ni lo será en ningún tiempo. Mas <strong>con</strong>osçiendo yo<br />

tu gran encendimiento, templé tu llama amorosa <strong>con</strong> gesto turbado porque, para salvar a ti en tu<br />

<strong>con</strong>tinencia y a mí en mi castidad, ningún remedio más provechoso hallava, especialmente en la<br />

juventud <strong>de</strong>l uno y <strong>de</strong>l otro. Y no <strong>de</strong>ves pensar que por esto me faltava piedad, porque la madre<br />

por castigar al hijo no la <strong>de</strong>ven llamar cruel. ¡O, quántas vezes dixe entre mí misma: „O, quánto<br />

me ama <strong>Petrarca</strong>‟! Y a esto apenas se llamará amor, sino fuego. Pues luego aquí <strong>con</strong>viene<br />

proveher <strong>de</strong> por temor <strong>de</strong> infamia común, mas muy mal pue<strong>de</strong> proveher quien <strong>de</strong>ssea una cosa<br />

mucho, y tenía temor y muy gran miedo que <strong>de</strong> tu amor se siguiese algún escándalo, y entre mí<br />

misma <strong>de</strong>zía: „Agora quiero que vea misser <strong>Francisco</strong> el rostro <strong>de</strong> fuera y no me juzgue lo <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>ntro‟. Y esta cautela fue aquélla que te bolvió y rebolvió <strong>de</strong>l propósito, como el freno suele<br />

bolver el cavallo mal sosegado. Y tanbién quiero que sepas que más <strong>de</strong> mil vezes fingí star<br />

enojada y mostré el rostro ayrado, y amor me quemava <strong>de</strong> <strong>de</strong>ntro mi coraçón; y no pienses que<br />

por esto la voluntad jamás en mí venció a la razón. Mas <strong>de</strong>spués que te veía vencido <strong>de</strong> dolor<br />

amoroso, entonces mirávate <strong>con</strong> piedad y aún saludávate muy dulcemente por salvar tu vida y<br />

nuestro honor, una vez <strong>con</strong> voz <strong>con</strong>goxada, otra vez <strong>con</strong> voz temerosa. Así que éstos fueron<br />

<strong>con</strong>tigo mis ingenios y mis artes, agora haziéndote dulces acogimientos, agora crudos <strong>de</strong>s<strong>de</strong>ños,<br />

lo qual tú sabes muy bien pues lo as dicho en partes diversas. Finalmente yo usé <strong>con</strong>tigo tantas<br />

mudanças porque alguna vez yo vi tus ojos tan preñados <strong>de</strong> lágrimas, que yo dixe:<br />

„Verda<strong>de</strong>ramente éste se va a la muerte si yo no le proveo y ayudo, que yo lo veo en sus señales‟.<br />

Y por esto yo te proveí <strong>de</strong> entonces <strong>de</strong> socorro muy honesto. Y otras vezes te vi tener tales<br />

espuelas <strong>de</strong> seguridad al costado, que yo dixe entre mí: „Aquí es menester freno más duro‟. Así<br />

que <strong>con</strong> frío y caliente, <strong>con</strong> blanco y vermejo, <strong>con</strong> triste y alegre te é traído salvo hasta agora, <strong>de</strong><br />

lo qual yo siento grandíssimo plazer y gloria”.<br />

Uve apenas proferido<br />

quando la vi sonreír,<br />

<strong>con</strong> aquel rostro encendido<br />

que fue sol <strong>de</strong> lo afligido<br />

y remedio <strong>de</strong>l morir.<br />

<strong>eHumanista</strong> 2012

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!