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Francisco Petrarca, con los seys Triunfos de toscano - eHumanista

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93 Roxana Recio<br />

hermana y a Mariana también. Después sintió tanto dolor por avella muerto que cuasi vino a<br />

per<strong>de</strong>r el seso; a la cual <strong>con</strong>tino llamava <strong>con</strong> muchas lágrimas y sospiros, mas ella nunca por esso<br />

le respondió, que no estava en parte adon<strong>de</strong> le oyesse.<br />

Síguese otro exemplo <strong>de</strong> tres mugeres excelentes que fueron sometidas al yugo amoroso,<br />

las cuales son Pocri, Deidamía, Arthemisa; y cuanto estas tres fueron muy buenas, tanto fueron<br />

malas las que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> ellas vienen, que son Semíramis, Blibi y Mirrha, porque torcieron por<br />

camino muy vergonçoso y no <strong>con</strong>cedido a nadie.<br />

“Mira tres enamoradas:<br />

Deidamia, Pocri, Artemisa;<br />

y otras tanto sceleradas,<br />

cuanto buenas las passadas,<br />

tú verás en esta guisa:<br />

Blibis, Semíramis fueron,<br />

y Mirra, las que levaron<br />

camino que no <strong>de</strong>vieron,<br />

<strong>de</strong> do gran vergüença ovieron<br />

por siniestro que tomaron.<br />

Pocri fue hija <strong>de</strong> Heritonio, hijo <strong>de</strong> Vulcano, y fue muger <strong>de</strong> Céphalo, hijo <strong>de</strong> Eolo. La<br />

cual amando mucho a Céfalo y él a ella, olvidó <strong>de</strong>l todo Céfalo a la Aurora, que solía ser su<br />

amiga. Como la Aurora vio esto, huvo mucha ira y dixo a Céfalo que, si él supiese <strong>los</strong> passos y<br />

la voluntad <strong>de</strong> Pocri, que bien le pesaría <strong>de</strong> tenerla por muger. Céfalo entonces sospechando<br />

algo en la castidad <strong>de</strong> Pocri, tomó hábito <strong>de</strong> merca<strong>de</strong>r y, ofresciéndola grandíssimos dones, hizo<br />

el <strong>con</strong>cierto <strong>con</strong> ella <strong>de</strong> su cuerpo a troque <strong>de</strong> joyas. Y hecho esto mudó el hábito y vino aquella<br />

su muger en <strong>con</strong>ocimiento <strong>de</strong> ser aquél su marido. De lo cual huvo tanta vergüença que huyó <strong>de</strong><br />

allí y se fue a las selvas, y estuvo mucho tiempo en habitación <strong>con</strong> Diana, mas <strong>de</strong>spués tornada al<br />

marido por <strong>los</strong> ruegos <strong>de</strong> ella, y el marido exercitándose <strong>con</strong>tino en la caça, diole Pocri un arma 107<br />

como dardo y un perro <strong>de</strong> mucha estima que Diana le avía dado, y <strong>con</strong> aquello caçava. Así que<br />

yendo muy <strong>con</strong>tino Céfalo a la caça, un día para refrigerio <strong>de</strong> su cansancio en el campo estava<br />

llamando a la Aurora, 108 y vino luego un labrador a <strong>de</strong>zirlo a Pocri cómo Céfalo esperava una<br />

nimpha. Ella por ver qué era aquello fuese otro día tras él y, estando Céfalo según su usança<br />

quedo y llamando a la Aurora, 109 Pocri se es<strong>con</strong>dío entre unas çarças y començó a irse haza su<br />

marido. Céfalo sintiendo ruido entre las hojas, creyendo que era alguna fiera selvática arrojola el<br />

dardo y matola; y como entró a ver qué era, <strong>con</strong>osció lo que avía hecho y tomola en sus braços<br />

antes que espirasse, haziendo gran sentimiento <strong>de</strong> su yerro. Y ella las postreras palabras que le<br />

habló fueron que le rogava por el amor que la avía tenido que <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su muerte <strong>de</strong> ella no se<br />

casasse <strong>con</strong> Aurora, por quien ella así avía avido la muerte; y dicho esto, espiró.<br />

Segundariamente es <strong>de</strong> saber que escrive Cicerón en el tercio <strong>de</strong> las Tosculanas un<br />

grandíssimo testimonio y un hecho muy notable <strong>de</strong> amor que hizo Arthemisia <strong>con</strong> su marido<br />

Manseolo, el cual fue rey <strong>de</strong> Caria y, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> aver usado algún tiempo <strong>con</strong> la su amada<br />

Arthemisa, vino a adolescer y morir. Y como ella le vio muerto, no menos señales <strong>de</strong> amor usó<br />

<strong>con</strong> el <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> su muerte que cuando vivía, haziendo más <strong>de</strong> <strong>los</strong> llantos <strong>de</strong>vidos. Y allen<strong>de</strong> <strong>de</strong><br />

107 arma: RB “arma”.<br />

108 la Aurora: RB “Laurora”.<br />

109 la Aurora: RB “Laurora”.<br />

<strong>eHumanista</strong> 2012

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