Listín Diario 13-07-2024
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SANTO DOMINGO, RD. SÁBADO, <strong>13</strong> DE JULIO DE <strong>2024</strong><br />
9<br />
La República<br />
Reminiscencias<br />
No eran versos, sino quejidos<br />
la fiesta de siempre.<br />
¡Y nunca he dejado<br />
de hacer el rosario!<br />
¿Dónde se ha ido Dios?<br />
MARINO VINICIO CASTILLO<br />
Santo Domingo, RD.<br />
En l o s a ñ o s<br />
´70 hubo un<br />
cambio apasionante<br />
de<br />
mi vida; abogado<br />
de litigación diaria,<br />
acostumbrado a las vicisitudes<br />
que aquello implica;<br />
éxitos y reveses inevitables<br />
que pasé en sus<br />
oscilaciones sin daño alguno,<br />
terminé por olvidarlos.<br />
Ayudaba mucho la preparación<br />
deontológica como<br />
abogado en formación<br />
que recibiera. Se<br />
nos dijo: “Cíñanse a esta<br />
regla de oro en su conducta:<br />
pelear sus casos<br />
como propios, pero perderlos<br />
como ajenos.”<br />
Se nos armaba a los guerreros<br />
de tribunas para<br />
conservar la integridad<br />
de la salud mental;<br />
es decir: “Todo el honor<br />
y el coraje en favor del interés<br />
que defiendan, pero<br />
tengan presente que<br />
en justicia hay que tener<br />
razón, saberla pedir<br />
y que otros lo reconozcan<br />
y acuerden. Las dos<br />
primeras, hacerlas con<br />
lealtad y entereza; ahora<br />
bien, si deniegan las solicitudes<br />
y aspiraciones, no<br />
es su obra, adviértanselo<br />
a sus clientes. A partir de<br />
ahí, alejen la obsesión de<br />
ganar-ganar y aprendan<br />
a perder sin que se turbe<br />
su amor propio, pues sus<br />
obligaciones sólo serán<br />
de proveer medios, nunca<br />
resultados.”<br />
Nos municionaban los<br />
Maestros al decirnos:<br />
“Los Médicos no pueden<br />
ser obligados a curar al<br />
paciente, sino a asistirlos<br />
por medios apropiados<br />
en su empeño de curación.<br />
Los Abogados, claro<br />
está, tengan presente que<br />
el asunto es más complejo<br />
porque una cosa es el<br />
quirófano y otra las salas<br />
de audiencias, que son<br />
hervideros de pasiones e<br />
intereses en vendaval. En<br />
cambio, el otro inspira a<br />
un recogimiento de umbral<br />
de muerte. Esencialmente<br />
diferentes son las<br />
relaciones entre abogados<br />
y clientes y médicos y pacientes.”<br />
Mi condición de abogado<br />
la presentí desde mi orfandad<br />
prematura. Mi padre<br />
lo fue toda su vida como<br />
leyenda en las diversas tribunas<br />
abiertas; no nos conocimos,<br />
lo impidió la ausencia<br />
de su muerte para<br />
siempre; dependí del testimonio<br />
de quienes le recordaban<br />
en distintos ámbitos:<br />
familiar, profesional<br />
y político.<br />
Pero bien, ahora cuento mi<br />
SE NOS ARMADA<br />
A LOS GUERREROS<br />
DE TRIBUNAS PARA<br />
CONSERVAR LA<br />
INTEGRIDAD DE LA<br />
SALUD MENTAL<br />
Reminiscencia, porque ahí<br />
se inició la inflexión hacia<br />
el cambio de otros conflic-<br />
tos públicos, no interpersonales,<br />
bien diferentes.<br />
El día que fui a ver al Presidente<br />
Balaguer, luego<br />
de su discurso inolvidable<br />
al presentar sus Leyes<br />
Agrarias, me preguntó<br />
“¿Oiste mi discurso?”<br />
-“El más brillante de todos<br />
los que lleva”-, fue mi<br />
respuesta. Y prosiguió:<br />
“Te he llamado porque sé<br />
bien que entre mis amigos<br />
tú crees en eso y quisiera<br />
contar con tu ayuda<br />
en este Programa que<br />
aliento.”<br />
Mi evasiva fue: “Pero Presidente,<br />
tengo la emoción<br />
de la justicia social agraria,<br />
pero de ello sé muy poco;<br />
usted me conoce; estoy<br />
acostumbrado a una tribuna<br />
penal de fuego y le<br />
traería a usted mismo muchos<br />
problemas.”<br />
Me respondió: “Precisamente,<br />
por eso he pensado<br />
en tu ayuda; la pobreza<br />
campesina es causa suprema.<br />
Estúdiala, como haces<br />
para otros casos.”<br />
Me derribó y no me quedó<br />
nada para negarle mi<br />
solidaridad de siempre.<br />
Desde CEPAL en Chile, un<br />
amigo inolvidable proveyó<br />
doctrina y jurisprudencia<br />
con una publicación de<br />
Conferencias para Profesionales<br />
de Reforma Agraria<br />
y eso bastó para librar<br />
las mil batallas que sobrevinieron.<br />
La noche última que le viera<br />
antes del 10 de diciembre<br />
del año ´73, que me<br />
apartaba del programa,<br />
fue cuando me dijo: “¿Por<br />
qué tú no publicas tus versos<br />
sobre la pobreza campesina?<br />
Respondí: “Porque<br />
más que versos, son<br />
quejidos, Presidente.”<br />
En realidad, fue una inflexión<br />
dominante la participación<br />
en las bregas<br />
social agrarias y de ahí pasé<br />
a la lucha contra la Corrupción,<br />
contra la comercialización<br />
de la Droga<br />
genocida, la seguridad individual<br />
y colectiva y, naturalmente,<br />
la Patria, tan<br />
ofendida.<br />
Años después, publico ésto<br />
como un grato recuerdo:<br />
VIEJO CAMPESINO<br />
Es la enramada,<br />
un pilón tumbado,<br />
el viejo sentado<br />
cavila y rezonga.<br />
La pipa de barro<br />
humeando su pava.<br />
Arrugas sin nombre<br />
sus ojos<br />
azules de humo<br />
llueven sobre el campo.<br />
Su rostro<br />
turbio de cansancio<br />
parece decir<br />
¿somos los del campo<br />
hijos olvidados?<br />
¿Dónde está su mano?<br />
¿la ha cortado el hambre?<br />
¿la quemó la fiebre<br />
de mi desamparo?<br />
¿La enguantó la astucia<br />
de los poderosos?<br />
¿sólo tiene índice<br />
para la desdicha?<br />
¿Dónde se ha ido Dios?<br />
parecía decir.<br />
Tengo siglos<br />
a la retaguardia<br />
sin poder dormir<br />
en el duro catre,<br />
dominando hormigas,<br />
metido entre espinas,<br />
avispas, muerte<br />
y pasmo.<br />
Es el baquiní<br />
de toda mi gente<br />
Esta tierra suya<br />
sólo me recibe<br />
si paso a ser muerto<br />
ó cuándo me doblo<br />
es para surcarla<br />
y hacer las riquezas<br />
y dar alimentos<br />
para tanta gente<br />
que no oye el Rosario.<br />
¿Dónde está tu mano,<br />
Señor?<br />
¿Te han dejado manco<br />
estos hombres locos?<br />
Al verle rumiar<br />
su tabaco y pena,<br />
quise decir algo,<br />
me detuvo el llanto,<br />
hice del silencio<br />
un bello homenaje.<br />
Sentí en mis adentros<br />
una culpa extraña<br />
y tartamudeando<br />
musité estas frases.<br />
Viejo, El vendrá,<br />
está ya albergado<br />
en tu desconsuelo;<br />
de él saldrán<br />
la luz y la fuerza<br />
conque su tormenta<br />
todo calmará.<br />
Tú verás su mano,<br />
tus nietos escuálidos<br />
sobre tus cenizas<br />
serán sus banderas.<br />
Tú no los verás,<br />
al menos aquí.<br />
Volví al silencio<br />
orando por él<br />
y la desventura<br />
de su oscura raza.<br />
Señor, Señor,<br />
Olvida el resabio<br />
de este viejo harapo,<br />
es un Justo, al fin.<br />
Un Justo que ignora<br />
que el reloj del hombre<br />
nunca dá tu hora.<br />
Tal como dijera, cambié las<br />
causas de los conflictos interpersonales<br />
por esas causas<br />
públicas. Ninguna he<br />
podido perder como ajena.<br />
Eso duele.