29.06.2024 Views

Revista Digital Valencia Escribe, número 3, 3ª era. Septiembre 2022

Revista digital del colectivo Valencia Escribe, con el tema especial "Inspiración literaria". Aquí encontrarás relatos, microrrelatos, poemas, reseñas...

Revista digital del colectivo Valencia Escribe, con el tema especial "Inspiración literaria". Aquí encontrarás relatos, microrrelatos, poemas, reseñas...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Amargo despertar

Francisco Pascual

He tenido pesadillas, estoy seguro, pero no las recuerdo. Me pesan los párpados, no puedo separarlos,

es como si tuviese una piedra en cada ojo, aunque una suave vocecita dentro de mi embotada

cabeza me dice que debería intentar abrirlos, porque, sin duda, hay algo que tengo que saber.

¿Qué será? ¿Puedo fiarme de ese supuesto sexto sentido que me dice que la cosa se ha puesto fea?

Igual son elucubraciones mías, meras tonterías porque soy un tipo al que nunca pasa nada, ni

bueno ni malo; aunque… malo, sí, para qué negarlo. Quizá ese es mi problema: ser un cero a la izquierda

en todos los sentidos. Pero algo desagradable me ha ocurrido porque no recuerdo encontrarme

tan mal.

Me sube por el esófago una sensación de malestar que me quema, me quita el aire y que remata

en un hediondo eructo de alta graduación. ¡Por favor! ¡Qué asco! Intento recordar algo de lo sucedido

hace unas horas, o unos días, ¡yo qué sé!, pero es como si un enorme tapón obturara mi memoria.

¡Vaya escalofrío tan desagradable! Me encuentro fatal. ¡Pero si estoy tiritando! Intento incorporarme,

pero me duele todo el cuerpo. Seguro que me he enfriado y tendré fiebre, porque soy muy

puñetero para los resfriados, y que el asunto se quede ahí y no derive en una pulmonía. Ya me lo

decía mi abuela, que no hay que dormir con el culo al aire. Dormir, ahí está la clave, debo haberme

quedado dormido, pero sobre algo tremendamente duro, ¡qué dolor!

Ya está bien, tengo que abrir los ojos y saber dónde estoy. Me parece que voy recordando algo.

Entré en aquel bar de mala muerte…, ¡Ah!, claro, después de recibir las enésimas calabazas, ya lo

recuerdo. ¡Cómo no! Esas malditas calabazas, ya debería estar acostumbrado a recibirlas. Pero la

culpa no es de esas mujeres en las que me fijo. La verdad es que tengo una manera de entrarles que

parezco un salido…, bueno, lo que soy, o, al menos, lo que parezco. Pero como decía la canción, el

mundo me ha hecho así, tanta abstinencia no puede ser buena.

Se me arrimaron unos tipos bastante raros, por malencarados, parecía que estaban de fiesta, celebrando

alguna cosa; me sonreían y eran amables. Me invitaron a unos chupitos de algo…, ¡de ginebra!,

a eso me saben las arcadas, todo tiene su explicación. Vaya, parece que ya consigo despegar

los párpados. ¡Qué oscuro!, apenas distingo nada. Tengo que incorporarme, ¡qué dolor de espalda y

qué frío, leches!

¡Pero, si estoy sin ropa, tirado en pleno campo y

con la Vía Láctea como único techo! Mi camisa, mi

pantalón, mis zapatillas nuevas han desaparecido y

excuso decir la cartera, el móvil, las llaves… Hasta

los chicles de menta sin azúcar se me han llevado

los muy cabrones. Tengo que buscar ayuda como

sea. Está visto que al perro flaco todo son pulgas.

Bueno, de todas formas, ya decía no sé quién, que

hasta de las situaciones más negativas se puede

sacar algo bueno:

¡Al menos me han dejado los calzoncillos!

Imagen de Rene Tittmann en Pixabay

Página 26

Revista digital de Valencia Escribe

Revista digital de Valencia Escribe

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!