29.06.2024 Views

Revista Digital Valencia Escribe, número 3, 3ª era. Septiembre 2022

Revista digital del colectivo Valencia Escribe, con el tema especial "Inspiración literaria". Aquí encontrarás relatos, microrrelatos, poemas, reseñas...

Revista digital del colectivo Valencia Escribe, con el tema especial "Inspiración literaria". Aquí encontrarás relatos, microrrelatos, poemas, reseñas...

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

un bote de la cocina. Cuando aparezca, rematamos el plan y desaparecemos.

Comieron y bebieron como si fuera la última fiesta y, de hecho, lo fue. Tras los últimos tragos de

brandy y presos del sopor por el alcohol mezclado con arsénico, el telón de sus vidas cayó para

siempre cuando sus párpados descendieron empujados con suavidad por las alas de la muerte.

La portezuela del armario chirrió cuando una dulce abuelita salió de su interior. Estiró de su

delantal, se ajustó su moño blanco y miró con desprecio a los dos cadáveres.

—¡Par de idiotas! Un lobato ignorante y una choni de discoteca con una capa roja me iban a robar,

¡a mí, que pasé toda una posguerra! Estoy hasta el papo de este puto bosque y de tanto cuento.

En fin… Me voy a Benidorm que hay un abuelo con pasta que me interesa, y todavía tiene ganas

de darle marcha a este cuerpo serrano…

Imagen de Sabinevanerp en Pixabay

La casa del pueblo

Mari Moliné

«Todas las casas en las que los hombres han vivido y muerto son casas encantadas», dijo un escritor

de cuyo nombre no logro acordarme. Aunque algo parecido decía mi abuela cada vez que íbamos

a visitarla a la casa del pueblo.

Mis primos Roberto y Andrea y yo solíamos compartir la última quincena de agosto en Villanueva

de los Naranjos, en una casa de tres plantas, de las cuales solo ocupábamos dos. La buhardilla

nos estaba vedada. «Hay una viga medio podrida y las tejas están sueltas», decía mi tío Enrique.

«Hay fantasmas que quieren visitarnos», decía mi abuela Catalina. «Si abrís la puerta, vendrán a

por nosotros». Enrique la miraba fastidiado y nos hacía gestos para indicar que la abuela no estaba

bien de la cabeza. Según ella, el espíritu de su hermana muerta en la adolescencia se había quedado

atrapado en el piso superior de la casa, a la espera de que alguien lo liberara.

Nº 3 Página 13

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!