Revista Fetén 8

a solaparse, como en un Bonus Track desordenado,
algunas canciones que me habían marcado durante
mi adolescencia y juventud: La Puerta de Alcalá, De
Madrid al cielo, Pongamos que hablo de Madrid, Calle
Melancolía, La chica de ayer… Madrid, la música y la
poesía. No podía ser casualidad.
Dejé las cajas a medio empaquetar para hacer, rápidamente,
una pequeña mochila con un par de mudas,
libros, una libreta y la ilusión de volver al sitio en el
que respiras arte nada pisar la estación de Atocha, un
lugar que despierta sensaciones variadas e intensas
en las personas que la recorren, convirtiéndose en un
reflejo vivo de la vida y musicalidad de la ciudad.
Los sonidos característicos de la estación, como el
traqueteo de los trenes al llegar o partir, el anuncio
de salidas y llegadas, y el murmullo constante de
personas en movimiento, generan una sensación de
dinamismo y vitalidad. Decido darle al play, una vez
abrazo a David, para poner la canción 0: ambiente. A
medida que se avanza por sus andenes abarrotados,
el sonido de los pasajeros corriendo, riendo, eufóricos,
arrastrando sus maletas, se convierte en una sinfonía
urbana que contrasta con las notas musicales
de artistas callejeros que llenan el aire con melodías
variadas. El aroma a café recién hecho, el sonido de
los pasos apresurados y la extensa variedad de idiomas,
se mezclan con el bullicio de la multitud, formando
un collage sonoro típico de la vida cotidiana
en esta estación.
David me propone escuchar cuatro canciones a las
que no puedo negarme, sonríe y me muestra la carátula
de un disco que cambiará mi manera de sentir el
arte: UN NUEVO DISCO LLAMADO MADRID:
Canción 1: Homenajes en el Hipócritas Bar-Teatro
Canción 2: Voz a Voz en el Abonavida
Canción 3: Sala Galileo Galilei
Canción 4: Librería 8 y ½
¡EMPECEMOS!
Canción 1: Homenajes en el Hipócritas Bar-Teatro.
Emblemático establecimiento ubicado en el corazón
de la ciudad, del Madrid de Los Austrias, de La
Latina (Dirección: Calle de Alfonso VI, nº 4. Metro: La
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