Listín Diario 25-05-2024
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8 THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY<br />
SÁBADO <strong>25</strong> DE MAYO DE <strong>2024</strong><br />
ARTE Y DISEÑO<br />
Una noche<br />
en la ópera<br />
para niños<br />
Por ELISABETTA POVOLEDO<br />
ROMA — En el auditorio oscuro<br />
como boca de lobo del teatro Costanzi,<br />
un lamento agudo flotó desde<br />
las galerías superiores. Docenas de<br />
linternas se encendieron, buscando<br />
la fuente del sonido.<br />
Los rayos de luz cayeron en una<br />
figura espectral —una mujer delgada,<br />
de cabello oscuro, vestida<br />
de blanco, que se movía a un ritmo<br />
fúnebre y cantaba lastimeramente.<br />
En el público, unos 130 niños, de<br />
entre 8 y 10 años, soltaron exclamaciones,<br />
gritos ahogados y un “no<br />
es real”. Varios gritaron “Emma,<br />
Emma”.<br />
A los niños les habían dicho que<br />
el Costanzi, la ópera de Roma, tenía<br />
un fantasma residente —el espíritu<br />
de Emma Carelli, una soprano<br />
italiana que dirigió el teatro hace<br />
un siglo y lo amaba tanto que se<br />
resistía a abandonarlo, incluso ya<br />
muerta.<br />
“El teatro es un lugar donde suceden<br />
cosas extrañas, donde lo imposible<br />
se vuelve posible”, dijo Francesco<br />
Giambrone, director general<br />
de Costanzi, a los niños ese sábado<br />
por la tarde cuando llegaron para<br />
una pijamada para conocer el teatro.<br />
La educación musical tiene baja<br />
prioridad en Italia, el país que<br />
inventó la ópera y dio al mundo algunos<br />
de sus máximos compositores.<br />
Muchos expertos, incluyendo<br />
a Giambrone, dicen que su país se<br />
ha dormido en sus considerables<br />
laureles en lugar de cultivar una<br />
cultura musical que anime a los estudiantes<br />
a aprender sobre su ilustre<br />
herencia.<br />
Con poco respaldo de las escuelas<br />
o de los legisladores, organizaciones<br />
artísticas como el Costanzi han<br />
llegado a la conclusión de que les<br />
corresponde a ellos llegar a los jóvenes.<br />
Giambrone ha tratado de volver<br />
la ópera más familiar y accesible<br />
—especialmente para los niños—<br />
abandonando el estricto código de<br />
vestimenta del género y organizando<br />
eventos como la pijamada.<br />
“Creemos que el teatro debe ser<br />
para todos y que debe hacer que la<br />
gente se sienta como en casa”, dijo<br />
Giambrone en una entrevista.<br />
En la pijamada, más de la mitad<br />
de los niños pertenecían a grupos<br />
de Niños Exploradores de los barrios<br />
periféricos de Roma. Otros<br />
procedían de barrios de escasos<br />
recursos.<br />
La mayoría nunca había visitado<br />
el teatro.<br />
El Costanzi lleva a cabo varios<br />
programas de extensión para personas<br />
sin hogar o personas que<br />
viven en los barrios más remotos<br />
de Roma, como forma de ampliar<br />
el alcance del teatro, dijo Andrea<br />
Bonadio, que trabaja en este tipo de<br />
programas en la casa de ópera.<br />
Nunzia Nigro, directora de mercadotecnia<br />
y educación del teatro,<br />
que ayudó a organizar la pijamada,<br />
dijo que varios niños que habían<br />
participado en los programas educativos<br />
del teatro en los últimos <strong>25</strong><br />
años eran mecenas leales hoy.<br />
“Estamos empezando a cosechar<br />
algunos de esos esfuerzos y a tener<br />
un público más joven”, dijo.<br />
Unos 130 niños, de entre 8 y 10<br />
años, asistieron recientemente<br />
a una fiesta de pijamas en el<br />
Teatro Costanzi de Roma. Los<br />
alumnos recibieron la visita de<br />
un fantasma, interpretado por<br />
Valentina Gargano (arriba),<br />
y presenciaron un ensayo.<br />
FOTOGRAFÍAS POR ALESSANDRO PENSO PARA THE NEW YORK TIMES<br />
El sábado de la pijamada, los niños<br />
vieron parte de un ensayo para<br />
una próxima presentación de la<br />
Cuarta Sinfonía de Tchaikovsky<br />
— “el director usa una varita para<br />
dirigir la música, no tan diferente<br />
de la de Harry Potter, pero más importante”,<br />
dijo Nigro. Aprendieron<br />
cómo el personal limpia el candil<br />
más grande del mundo en un edificio<br />
histórico y conocieron las complejidades<br />
del teatro a través de una<br />
búsqueda del tesoro.<br />
La fantasma Emma — Valentina<br />
Gargano, una soprano del programa<br />
de jóvenes artistas de la ópera—<br />
volvió a aparecer, obteniendo<br />
una promesa de los niños de que les<br />
contarían a sus amigos sobre “este<br />
lugar mágico” y regresarían ya de<br />
adultos.<br />
Después de recibir una serenata<br />
musical, incluyendo la clásica canción<br />
de cuna de Brahms, los niños<br />
se acomodaron en bolsas de dormir<br />
sobre un césped verde artificial utilizado<br />
en una producción anterior<br />
de Madama Butterfly.<br />
Sobre ellos se alzaban fotografías<br />
de gran tamaño de algunas de<br />
las estrellas que actuaron en el Costanzi,<br />
como Maria Callas, Herbert<br />
von Karajan y Rudolf Nureyev.<br />
El domingo, los niños diseñaron<br />
coloridos trajes de ballet de papel,<br />
aprendieron posiciones básicas de<br />
ballet, cantaron como parte de un<br />
coro y jugaron una versión de serpientes<br />
y escaleras con temática de<br />
ópera.<br />
Después de cantar en grupo y tomarse<br />
una foto, ya casi era hora de<br />
regresar a casa.<br />
“¿Se divirtieron?”, preguntó<br />
Giambrone a los niños. “¡Sí!”, corearon.<br />
“¿Durmieron bien?”, preguntó,<br />
ante una respuesta más<br />
mixta, escuchándose varios “no”.<br />
“Vuelvan pronto”, dijo.<br />
Después de abrazar a sus padres<br />
que habían ido a recogerlo, Andrea<br />
Quadrini, de casi 11 años, moría<br />
por contarles que la búsqueda del<br />
tesoro había sido especialmente<br />
divertida.<br />
“Wow”, dijo. “Vi un teatro de ópera<br />
por primera vez”.<br />
Es delicado, pero forjado en historia y acero<br />
Por ROSE COURTEAU<br />
En 2018, Blanka Amezkua llegó<br />
a San Salvador Huixcolotla, México,<br />
mejor conocido por el papel<br />
picado —papel de china colorido y<br />
con cortes intrincados. Amezkua<br />
le preguntó a su<br />
taxista si conocía<br />
a alguien que hiciera<br />
las banderas de<br />
papel. La llevó con<br />
su hermano, René<br />
Mendoza, quien,<br />
Blanka<br />
Amezkua<br />
casualmente, era<br />
maestro en el oficio.<br />
Después de hablar<br />
con Amezkua<br />
durante horas,<br />
Mendoza accedió a transmitirle la<br />
tradición artesanal.<br />
El papel picado tiene sus raíces<br />
en la época precolombina, cuando<br />
los indígenas náhuatl de México<br />
fabricaban papel amate con<br />
la corteza de moreras e higueras,<br />
dijo Marcelo Alejandro Ramírez<br />
García-Rojas, curador del Museo<br />
Internacional Museo de Arte y<br />
Ciencia, en McAllen, Texas. En el<br />
siglo XVI, dijo, los españoles comenzaron<br />
a importar papel delgado<br />
de China.<br />
Esta confluencia llevó a la creación<br />
del papel picado que se utiliza<br />
hoy para decorar una variedad de<br />
celebraciones de la cultura mexicana,<br />
en particular el Día de Muertos.<br />
Se dice que el movimiento del papel<br />
señala la presencia de los muertos,<br />
y el delicado material simboliza lo<br />
efímero de la vida.<br />
Amezkua, una artista originaria<br />
de México, comenzó a incorporar<br />
el papel picado en su obra en 2017<br />
después de mudarse a la ciudad de<br />
Nueva York. Estaba trabajando en<br />
un collage de confeti, serpentinas y<br />
el omnipresente papel ornamental<br />
mexicano de su infancia.<br />
“Mientras trabajaba con él, pensé:<br />
‘Espera un momento, ni siquiera<br />
sé cómo se hace’”, dijo. Eso la<br />
llevó a San Salvador Huixcolotla,<br />
donde el papel picado, cortado a<br />
mano, sigue siendo un pilar de la<br />
economía local.<br />
Para ser un producto tan delicado,<br />
la elaboración del papel picado<br />
es notablemente ruidosa. Comienza<br />
dibujando un diseño en una hoja<br />
de papel y grapándolo o asegurándolo<br />
a una pila de aproximadamente<br />
50 hojas de papel de china. Luego,<br />
utilizando la hoja superior como<br />
guía, se corta el diseño con cinceles<br />
o gurbias de acero.<br />
Amezkua, que normalmente trabaja<br />
en su departamento, separa<br />
con cuidado las banderas picadas.<br />
Usa pegamento para asegurarlos a<br />
un cordón tendido en su sala.<br />
El proceso —que puede llevar<br />
horas o incluso días— es “como<br />
una tortura”, dijo Amezkua. Pero,<br />
añadió, “le hace algo a tu alma”, al<br />
JUSTIN J WEE PARA THE NEW YORK TIMES<br />
Blanka Amezkua viajó a México para aprender a hacer papel<br />
picado, pancartas de papel de seda utilizadas para celebraciones.<br />
saber que la gente lo ha creado de<br />
esta manera “a lo largo del tiempo”.<br />
Amezkua toma en serio la responsabilidad<br />
de continuar ese linaje,<br />
impartiendo talleres en una universidad.<br />
El año pasado, ella y Mendoza<br />
colaboraron en Hierbitas de<br />
saberes/Tiny Herbs of Knowledge,<br />
una serie de piezas de papel picado<br />
en formato grande. Ahora trabajan<br />
en una serie que se exhibirá en San<br />
Francisco este año.<br />
Puede que el papel picado no esté<br />
hecho para durar, pero Amezkua<br />
está sorprendida por el legado de<br />
este oficio.<br />
“Amo a los hombres y mujeres<br />
que trabajan para crear algo que<br />
simplemente se evaporará y desaparecerá”,<br />
dijo.