¡VÉNGUESE! EXPERIMENTE SU PROPÓSITO FINAL
Victorious Living Revista Número 02 | 2024
Victorious Living Revista Número 02 | 2024
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PERSONAS REALES | HISTORIAS REALES | ESPERANZA REAL<br />
¿DÓNDE ESTÁS, DIOS?<br />
FLIP OVER<br />
TO READ IN<br />
ENGLISH<br />
CÓMO MANEJAR EL ESTRÉS<br />
UNA VIDA QUE VALE LA PENA<br />
Una revista en<br />
una misión:<br />
vea página 2<br />
<strong>¡VÉNGUESE</strong>!<br />
<strong>EXPERIMENTE</strong><br />
<strong>SU</strong> <strong>PROPÓSITO</strong><br />
<strong>FINAL</strong><br />
Número 2 / 2024<br />
1s Número 02 / 2024
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VICTORIOUS LIVING<br />
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VICTORIOUS LIVING<br />
La revista Victorious Living brinda testimonios de<br />
la vida real del poder transformador de Jesucristo<br />
mediante nuestra revista bilingüe, disponible en su<br />
versión impresa y formato digital.<br />
El equipo de cuidado da asistencia pastoral a<br />
personas actual o anteriormente privadas de<br />
libertad y sus familias, y contacto con asistencia<br />
para reinserción.<br />
El equipo de correspondencia brinda discipulado<br />
cristiano para los privados de libertad mediante<br />
correspondencia escrita y recursos digitales.<br />
Las giras por instalaciones nacionales brindan<br />
aliento y herramientas para la vida a los líderes de<br />
correccionales y los encarcelados mediante eventos<br />
en las instituciones.<br />
Las producciones bilingües disponibles en tabletas<br />
de las prisiones brindan salud mental, asistencia al<br />
adicto en recuperación, y discipulado cristiano.<br />
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FOTO DE S.H.A.R.P.
NÚMERO 2, ABRIL DE 2024<br />
CONTENIDO<br />
FOTO DE DREW NICOLELLO/FUSION GLOBAL<br />
9s<br />
21s<br />
10s<br />
15s<br />
UN PASO ADELANTE<br />
Resiliencia ante la dificultad<br />
POR NA’KEDRA RODGERS<br />
Esperanza que nunca defrauda<br />
POR LISA APPELO<br />
VIDAS<br />
TRANSFORMADAS<br />
Cómo lidiar con el estrés<br />
POR SHERIDAN CORREA<br />
Satanás usa cualquier oportunidad<br />
para distraernos y hacernos desistir de<br />
seguir a Jesús. Aprender a manejar el<br />
estrés lo ayudará a superar esas cosas y<br />
descansar en la paz que Jesús le ofrece.<br />
El implacable amor de Dios<br />
POR KRISTI OVERTON JOHNSON<br />
Usted puede huir, pero no puede esconderse<br />
del amor de Dios. Lo perseguirá hasta el<br />
6s<br />
12s<br />
momento en que vuelva a Él. Y cuando lo haga,<br />
le dará la bienvenida con los brazos abiertos.<br />
DESTACADOS<br />
Encontrando la belleza en<br />
la tormenta<br />
LA HISTORIA DE ESSIE FAYE TAYLOR<br />
Essie descubrió por las malas que cuando<br />
tomamos los asuntos en nuestras manos en<br />
vez de esperar el plan perfecto de Dios en Su<br />
tiempo perfecto, las cosas pueden ponerse muy<br />
complicadas y dolorosas. Sin embargo, en el<br />
momento en que nos volvemos a Él, el Señor<br />
convierte nuestras cenizas en belleza.<br />
Una lifer liberada<br />
LA HISTORIA DE MARIANNE<br />
VAN DONGEN<br />
¡Lo que iba a poner fin a su dolor lo<br />
multiplicó! Condenada a cadena perpetua a<br />
los 26 años por asesinar a su abusivo marido,<br />
Marianne culpó a Dios por no arreglar las<br />
cosas antes. Pero cuanto más huía, más la<br />
perseguía Dios.<br />
EN LA TAPA<br />
Tras su crianza en un<br />
hogar judío, Jason<br />
Sobel dedicó gran<br />
parte de su vida a<br />
hallar la verdad.<br />
Después de años de<br />
búsqueda y estudio,<br />
encontró al Señor y su<br />
verdadera identidad<br />
como seguidor de<br />
Jesús (Yeshua).<br />
16s<br />
18s<br />
22s<br />
26s<br />
HISTORIA DE TAPA<br />
Experimente su propósito<br />
final<br />
LA HISTORIA DE JASON SOBEL<br />
"Jason, estás llamado a servirme". Imagine<br />
ser un judío budista, en una profunda<br />
meditación, cuando de repente extraen<br />
su espíritu de su cuerpo y lo llevan ante<br />
un Rey que solo puede reconocer como<br />
Jesús, el Mesías. A Jason le cambió la vida<br />
en ese momento. Y ahora, como hijo del<br />
único Dios verdadero, conoce su propósito<br />
en la vida y le gustaría que usted también<br />
conociera el suyo.<br />
¡Vénguese!<br />
POR JASON SOBEL<br />
Una vida que vale la pena<br />
LA HISTORIA DE MELISSA LOTT<br />
Los traumas y abusos de infancia condujeron<br />
a malas decisiones y más traumas<br />
en la adultez. Para cuando tenía 23 años,<br />
el corazón de Melissa era duro e insensible.<br />
Pero Jesús, la Luz del Mundo y el<br />
portador de la vida, restauró su corazón,<br />
dándole la capacidad de sentir, perdonar<br />
y ver la bondad en las personas.<br />
Un nuevo hombre<br />
LA HISTORIA DE JERRELL BULLARD<br />
Pese a haber tenido infancia feliz, Jerrell<br />
terminó huyendo de la policía, vendiendo y<br />
consumiendo drogas, y pasando un tiempo<br />
en la cárcel. Nada de lo que hizo para<br />
cambiar funcionó, hasta que entregó su<br />
vida a Jesús. El Espíritu Santo de Dios hizo<br />
de Jerrell un nuevo hombre.<br />
EN CADA EDICIÓN<br />
4s<br />
Nota de la Editora<br />
Usted no está desamparado<br />
29s<br />
¿Quiere conocer a Jesús?<br />
Él me salvó… Y ahora ¿qué?<br />
30s<br />
Novedades del ministerio/<br />
Recursos<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 02 / 2024<br />
3s
NOTA DE LA EDITORA<br />
Usted no está desamparado<br />
La editora de VL, Kristi Overton<br />
Johnson, tuvo el privilegio de viajar<br />
con el rabino Jason Sobel y el equipo<br />
del ministerio de Fusion Global a Tierra<br />
Santa en mayo de 2023.<br />
El<br />
mundo se está volviendo cada vez<br />
más sombrío, complejo y confuso.<br />
De seguro sabe de qué hablo. Gracias<br />
a Dios, no tenemos que navegar solos los<br />
días oscuros; Tampoco tenemos que dejarnos<br />
vencer por ellos.<br />
¿Necesita hoy un poco de luz como ayuda<br />
para atravesar un momento difícil? Sé dónde<br />
conseguirla. Jesús dice: “Yo soy la luz del<br />
mundo. Si ustedes me siguen, no tendrán que<br />
andar en la oscuridad porque tendrán la luz<br />
que lleva a la vida” (Juan 8:12 NTV).<br />
Me encanta este versículo. Nos hace la<br />
promesa de que si seguimos a Jesús, Él iluminará<br />
nuestro camino y nos llevará a la vida,<br />
no a la muerte, la derrota o la desesperación.<br />
Usted y yo no tenemos que andar a tientas,<br />
sintiéndonos abrumados, perdidos o desesperanzados.<br />
Jesús conoce el camino. De hecho, en Juan<br />
14:6, nos dice: “Yo soy el camino, la verdad y<br />
la vida; nadie puede ir al Padre si no es por<br />
medio de mí”.<br />
¿Necesita usted un camino hoy? ¿Necesita<br />
la verdad o la vida? No estoy hablando de una<br />
existencia ordinaria en la que uno sobrevive<br />
al momento, sino de una plena. Las personas<br />
cuyas historias está a punto de leer son<br />
la prueba de que la vida abundante por la que<br />
Jesús murió es posible (Juan 10:10).<br />
Amigo, amiga, cuando seguimos a Jesús y<br />
vivimos en la presencia de la Luz del Mundo,<br />
ninguna oscuridad, ninguna prueba,<br />
tentación, persona, emoción, circunstancia,<br />
adicción, puede vencernos. “La luz brilla en<br />
la oscuridad, y la oscuridad jamás podrá apagarla”<br />
(Juan 1:5 NTV).<br />
Los pasajes de las Escrituras citados anteriormente<br />
han sido versículos cruciales para<br />
nuestro programa carcelario Victorious Living.<br />
Son las promesas en las que nos basamos y la<br />
base de la esperanza que brindamos.<br />
La vida es dura. Jesús incluso nos aseguró<br />
en Juan 16:33 que enfrentaremos pruebas<br />
y penas en este mundo. Nadie está libre de<br />
dificultades lúgubres y dolorosas; ni el mismo<br />
Jesús lo estuvo. Sin embargo, todavía hay<br />
esperanzas. Podemos enfrentar esos días<br />
oscuros con sonrisas y alegría en nuestros<br />
corazones. ¿Cómo? Es que Jesús ha vencido<br />
al mundo y todas las cosas tenebrosas que<br />
nos presenta.<br />
Entonces, ¿qué problema oscuro encara<br />
usted hoy? Deténgase y tómese un minuto<br />
para identificarlo. Ahora entienda esto: esa<br />
cosa, persona o acontecimiento no puede<br />
con Jesús.<br />
De acuerdo con la promesa de Juan 16:33,<br />
Él ya lo ha vencido. Está conquistado y derrotado.<br />
¿Y sabe qué? Jesús logró esa victoria por<br />
usted. Él dio Su vida para destruir el dominio<br />
y los efectos de las tinieblas sobre usted (Hebreos<br />
2:14). Más aun, también lo ha hecho a<br />
usted un conquistador de las cosas oscuras<br />
(Romanos 8:37).<br />
Con Jesús, usted puede superar cualquier<br />
situación (Filipenses 4:13). Jesús no solo iluminará<br />
su oscuridad y le mostrará el camino,<br />
sino que le dará la fuerza, sabiduría, paz y<br />
energía que necesita para el viaje, tal como lo<br />
hizo con las personas cuyas historias incluye<br />
este número.<br />
Al leer esta revista, ruego que el Señor le<br />
abra los ojos para que vea Su maravillosa luz<br />
y le dé una nueva revelación de Su presencia<br />
del modo que sea necesario.<br />
Él está con usted. Él es para usted. Y ni por<br />
un momento lo desamparará (Salmo 23:4).<br />
FOTO DE DREW NICOLELLO/FUSION GLOBAL<br />
Si quiere apoyar nuestra revista<br />
y llevar la esperanza de Dios e<br />
influir en la vida de mujeres y<br />
hombres encarcelados, visite<br />
victoriouslivingmagazine.com.<br />
Cada dólar que dona envía una<br />
copia de la revista a una cárcel.<br />
Cada copia influye en muchas<br />
vidas durante años.<br />
Kristi Overton Johnson<br />
Editora y Directora Ejecutiva<br />
4s Número 02 / 2024 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
Con las historias de Victorious Living,<br />
mujeres y hombres que están entre<br />
rejas conocen al Dios que da otra<br />
oportunidad.<br />
Testimonio del efecto que<br />
causa Victorious Living:<br />
Andre Lightsey-Copeland<br />
FOTO DE ARIZONA PORTRAITS<br />
PATROCINE UNA CÁRCEL DE <strong>SU</strong><br />
ESTADO Y CAMBIE VIDAS HOY.<br />
Visite victoriouslivingmagazine.com.<br />
Ha pasado más de un año desde<br />
que aparecí en Victorious Living<br />
(Número 1, 2023). Aún recuerdo<br />
cuando vi el producto terminado.<br />
Ver mi historia, que en realidad es<br />
de Dios, impresa en esas páginas<br />
fue una lección de humildad.<br />
Me abrumó saber que personas<br />
de todo el país leían mi testimonio,<br />
personas que podían identificarse<br />
con el hecho de estar en una<br />
situación difícil. Tenía la esperanza<br />
de que al leer mi historia y otros<br />
testimonios sobre cómo Dios<br />
persigue y envuelve con Su amor,<br />
esos lectores recibirían esperanza<br />
para la vida.<br />
Oré para que vieran la verdad<br />
de que todas las cosas son posibles<br />
por medio del Señor. Dios puede<br />
brindar esperanza y vida a aquellos<br />
que habitan en el más oscuro de<br />
los fosos. Él puede salvar vidas que<br />
parecen totalmente perdidas, y<br />
ayudar a cualquiera a levantarse<br />
y superar las adversidades de la<br />
existencia.<br />
Nuestro Señor y Salvador aún se<br />
dedica a brindar señales, milagros<br />
y maravillas. Cualquiera que se<br />
rinda ante el amor de Dios puede<br />
transformar su vida. Yo soy la<br />
prueba viviente, al igual que todos<br />
los demás cuyas historias aparecen<br />
en esta publicación.<br />
Gracias, Victorious Living, por<br />
dar testimonio de la bondad de<br />
Dios a través de historias. ¡Por<br />
medio de nuestros testimonios y<br />
la sangre de Jesús, se derrota al<br />
Enemigo!
Encontrando<br />
la belleza en la<br />
tormenta<br />
LA HISTORIA DE<br />
ESSIE FAYE TAYLOR<br />
Él<br />
era un joven pastor fundador, carismático<br />
y dinámico, un evangelista<br />
que lucía una sonrisa brillante al extender<br />
la mano para saludarme. Ese<br />
hombre citaba las escrituras al pie de<br />
la letra, oraba fervientemente, y hacía<br />
sus sermones y llamados al altar de<br />
modo magistral.<br />
Rápidamente me cautivó su pasión<br />
por Jesucristo y su amor por los demás.<br />
Y tras un breve noviazgo, celebramos nuestra boda. Estaba<br />
ansiosa por ser la esposa de un pastor.<br />
Pero al poco tiempo descubrí una oscura verdad sobre mi<br />
marido. No era para nada quien aparentaba o decía ser. Bajo<br />
su ropa religiosa, se escondía un mentiroso patológico y un<br />
pedófilo manipulador.<br />
Los años posteriores fueron traumáticos en muchos aspectos.<br />
Luego de tres años de abuso verbal, varias separaciones y<br />
abandono conyugal, nos divorciamos. Mi fe se sacudió hasta la<br />
médula; mi corazón quedó destrozado en mil pedazos.<br />
En mi interior, le gritaba a Dios. ¿Dónde estás en todo esto? ¿Cómo<br />
pudiste permitir que me sucediera a mí? ¡Soy una mujer de fe!<br />
Amaba profundamente al Señor y le había servido fielmente,<br />
¿y esto era lo que recibía? Culpaba a Dios por las horribles<br />
circunstancias de mi vida, pero no eran Su culpa.<br />
La realidad era que el Señor me había hecho muchas advertencias<br />
sobre mi relación con ese hombre. Me habían<br />
llegado mediante señales del Espíritu Santo, ciertos hechos<br />
y las palabras de mis padres y hermanos, sin mencionar que<br />
dentro de mí sonaba una sirena. Mi propio instinto me había<br />
advertido que huyera. Pero ignoré todo.<br />
Solo oí las respuestas que quería. Cuando no la recibí de<br />
mis fuentes habituales, recurrí a otras personas para pedirles<br />
consejo espiritual sobre la voluntad de Dios. Un consejero<br />
se rio de mí y menospreció mis preocupaciones sobre mi<br />
futuro esposo.<br />
6s Número 02 / 2024 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
FOTO CORTESÍA DE EASTER LILLY<br />
Confiando en su juicio antes que el de mis seres queridos,<br />
mis propios instintos y los avisos del Espíritu Santo, sin<br />
pensar corrí hacia el altar y me establecí en un lugar que<br />
Dios nunca quiso.<br />
Pero ahora que eso quedó atrás, puedo ver mi participación<br />
en la historia. Hoy en día, reconozco que contribuí a que mi<br />
experiencia matrimonial fuera poco saludable.<br />
Si hubiera escuchado las advertencias, confiado en Dios<br />
y esperado pacientemente en vez de empeñarme en seguir<br />
adelante, podía haber evitado la profunda depresión, el dolor<br />
y la vergüenza que experimentaría como ministra del<br />
evangelio y líder de la iglesia. Pude haber evitado el dolor<br />
de nuestro matrimonio.<br />
Años de profunda introspección y sincera reflexión,<br />
oración y terapia me han llevado a esta conclusión. Agradezco<br />
a Dios Su misericordia. Se mantuvo cerca de mí y me ayudó<br />
a sobrellevar muchas emociones incómodas. Con cada paso,<br />
Él me revelaba Su gracia y Su amor incondicional y eterno.<br />
Hoy he sanado por medio de la gracia de Dios y mi voluntad<br />
de aliarme con Él para el autodescubrimiento. Dios ha<br />
transformado la fealdad de mi vida en algo hermoso.<br />
Me instalé en una situación que Dios<br />
nunca quiso, lejos de los buenos planes<br />
y el futuro lleno de esperanza sobre el<br />
que había leído en Jeremías 29:11.<br />
Mi decisión de casarme fue el resultado de mi ingenuidad,<br />
mi deseo de aceptación, mi miedo y ansiedad, y mi poco<br />
sentido de autoestima. Había dejado de confiar en el plan y<br />
el cronograma de Dios para mi vida.<br />
La verdad es que corrí hacia el altar porque, siendo una<br />
virgen de 28 años sin vida social, estaba convencida de que<br />
nadie me pediría matrimonio. La cultura de la iglesia me<br />
había enseñado que se suponía que era él, mi esposo, quien<br />
debía encontrarme.<br />
Yo había esperado pacientemente, pero con el paso de cada<br />
año, me sentía cada vez más temerosa y decepcionada. Los<br />
hombres de fe iban y venían, pero ninguno me escogía. Así<br />
que cuando este joven pastor desconocido expresó interés<br />
en mí, hice a un lado mis sospechas y corrí hacia el altar.<br />
¿Por qué? Bueno, oía el tictac de mi reloj biológico. Si no<br />
me casaba con este hombre, seguramente perdería mi oportunidad<br />
de tener una familia. Me asustaba mucho no tener<br />
lo que más deseaba: hijos.<br />
También me apresuré a casarme porque quería ser esposa<br />
de un predicador. Habiéndome criado dentro de la<br />
comunidad religiosa, había presenciado cómo las mujeres<br />
chocaban con un techo de cristal que les impedía avanzar en<br />
su ministerio. Temía que el alcance del mío, aunque ordenado<br />
por Dios, estuviera determinado y significativamente limitado<br />
por la gente de la iglesia. También sabía que no había topes para<br />
las mujeres con maridos en posiciones de autoridad. Y eso es<br />
lo que quería para mí.<br />
Ahora sé que mis malas decisiones fueron resultado de una<br />
percepción poco saludable de mi persona. Cuando me miraba al<br />
espejo, no me veía a mí misma como Dios lo hacía: Su hermosa<br />
obra de arte hecha a mano. No entendía que Dios me había<br />
creado a Su imagen de manera admirable.<br />
Mis traumas de infancia y experiencias de adulta joven me<br />
habían hecho imposible imaginarme como una persona a la que<br />
había que valorar o amar. Pese a mi participación en la iglesia y<br />
mi deseo de hacer ministerio para Dios, no podía visualizarme<br />
como alguien que para Él fuera un tesoro. No era digna de eso.<br />
Por eso, ignoré las características que sabía debía tener una<br />
relación y tomé la primera cosa que se parecía a mi sueño.<br />
Rápidamente supe que esa no era la idea. Pero como de todos<br />
modos no era digna de amor, acepté mi suerte en la vida. Al<br />
aceptar el abuso verbal y emocional de mi esposo, me permití<br />
convertirme en una víctima de mis circunstancias.<br />
Me instalé en una situación que Dios nunca quiso,<br />
lejos de los buenos planes y el futuro lleno de esperanza<br />
sobre el que había leído en Jeremías 29:11. Eso<br />
es lo que sucede cuando una persona no entiende su<br />
valía y valor. Se acomoda en un desierto seco y estéril,<br />
y se pierde de sí misma buscando la validación y la<br />
aceptación de los demás.<br />
Además de las dificultades de mi matrimonio, me<br />
exigí ser lo que pensaba debía ser la esposa de un<br />
pastor. Me agoté al esmerarme por satisfacer las expectativas<br />
de los demás. Y a menudo me quedaba corta.<br />
Y entonces, un día, todo cambió. Dejé de perseguir. Dejé de<br />
jugar la carta de la víctima. Abandoné todas las cosas que se<br />
suponía me harían digna y me volví hacia el Único que podía<br />
hacer eso por mí. Fue entonces cuando Dios me tomó de la<br />
mano y caminó conmigo bajo la tormenta.<br />
La luz de Su presencia ensombreció la oscuridad (Juan 16:33).<br />
Y aunque todavía había dolor, Su amor me abrió los ojos a la belleza<br />
de mi vida y a la persona que Él había creado: ¡yo! Verme a mí<br />
misma a través de los ojos de Dios fue crucial para mi sanación.<br />
Entonces, ¿cómo me ve Dios? ¿Cómo lo ve a usted? Permítame<br />
compartir algunas de las verdades sanadoras que he aprendido.<br />
Dios ve una obra maestra, pues moldeó a cada persona en el<br />
vientre de su madre (Salmo 139:13–16) con Sus propias manos<br />
(Efesios 2:10). Dios solo puede ver la belleza; simplemente no<br />
hace nada inservible.<br />
Dios ve personas con un propósito, repletas de dones y talentos que<br />
pueden influir sobre el mundo (1 Pedro 4:10–11). Cuando Dios<br />
nos mira, anuncia a toda la creación: “Es bueno” (Génesis 1:31).<br />
Dios ve Su hogar en nosotros. 2 Corintios 4:7 nos dice que Dios<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 02 / 2024<br />
7s
pone el tesoro de Su Espíritu Santo en nosotros, seres quebrantados<br />
y revueltos. Y Él vive en nosotros (1 Corintios 3:16).<br />
Dios ve personas que aportan valor a cada espacio al que entramos.<br />
Jesús nos llama la luz del mundo, y dice que somos sal que<br />
trae sabor y sanación a otros (Mateo 5:13–15).<br />
Dios ve personas que ama, personas por las que valió la pena<br />
morir (Juan 3:16). Pese a todas las cosas horribles que sabía<br />
que haríamos, Dios envió a Su Hijo a morir por nosotros (Romanos<br />
5:8). Este sacrificio demostró Su amor por la humanidad<br />
y declaró nuestra valía. Nada de lo que hagamos o digamos<br />
impedirá que Él nos ame. Nada puede separarnos de Su amor<br />
(Romanos 8:38–39).<br />
Dios ve a la niña de Sus ojos (Zacarías 2:8). Esto expresa Su<br />
afecto hacia nosotros y los extremos a los que está dispuesto a<br />
llegar para cuidarnos. Incluso nos llama “amigos” (Juan 15:15).<br />
Dios ve perfección; personas en rectitud con Él (Romanos 3:24),<br />
incluso con nuestros defectos y flaquezas. Él no ve nuestro<br />
pecado; ve el sacrificio de Su Hijo. Nuestro pasado, sin importar<br />
cuán doloroso y oscuro haya sido, fue borrado de nosotros en<br />
el momento en que pusimos nuestra fe en la obra de la cruz.<br />
(Ver Salmo 103.)<br />
A lo largo de la Biblia y la historia, Dios ha declarado su amor<br />
hacia nosotros y nuestra valía. ¿No es hora de que empecemos<br />
a amar lo que Dios ama? Sí, me refiero a nosotros mismos.<br />
Mateo 22:37–39 nos dice que amemos al Señor con todo nuestro<br />
corazón y que amemos a nuestro prójimo como nos amamos<br />
a nosotros mismos. Es el mandamiento más importante. Pero<br />
esta es la dificultad: no podemos amar a los demás a menos<br />
que antes nos amemos a nosotros mismos. Tampoco experimentaremos<br />
la plenitud de Su amor a menos que nos amemos<br />
a nosotros mismos de la manera que Él quiere que lo hagamos.<br />
Para amarnos a nosotros mismos, debemos aceptar nuestras<br />
identidades, incluyendo nuestros defectos, fortalezas, debilidades<br />
y experiencias. Dios nos acepta tal como somos, sin<br />
limitaciones ni condiciones. Él espera que nosotros hagamos<br />
lo mismo. El amor propio fundamentado en Cristo<br />
es primordial para la salud de todas las relaciones<br />
que tengamos.<br />
¿Necesita usted ayuda para quererse? Pídasela<br />
al Señor. Búsquelo al pie de la cruz, donde Él pagó<br />
el precio de hacernos buenos a Sus ojos. Allí se<br />
pierde la fachada de “cristiano fuerte”. Hable con<br />
Él y renuncie a su odio hacia usted mismo, su baja<br />
autoestima, su autopercepción distorsionada y<br />
cualquier otra cosa que le impida recibir Su amor<br />
y aceptar su valía. Luego levántese y camine con<br />
Él hacia la libertad. Dé un paso a la vez. Encontrará paz y gozo<br />
en Su presencia (Filipenses 4:7).<br />
La sanación no necesariamente ocurre de un día para otro.<br />
Incluso un creyente que se rinda completamente a Dios y viva<br />
según Su plan perfecto puede tener un viaje largo y doloroso<br />
(Juan 16:33). Pero ya no estamos solos.<br />
Dios promete caminar con nosotros al atravesar cada tormenta<br />
de la vida y darnos Su fuerza para perseverar y sabiduría<br />
para navegar. Y en el proceso, Él sanará cada uno de los puntos<br />
rotos de nuestro interior y revelará hermosas verdades sobre<br />
Él, nuestras circunstancias, los demás y nosotros mismos.<br />
Su verdad lo ayudará a usted a reconocer y rechazar las expectativas<br />
poco realistas. También lo ayudará a adoptar expectativas<br />
precisas y relevantes fundadas en la Palabra de Dios. A medida<br />
que renovemos nuestra mente con Su verdad, nos encontraremos<br />
en el centro de la voluntad perfecta y satisfactoria de<br />
Dios (Romanos 12:2).<br />
Renovar su mente a diario con la Palabra de Dios<br />
ayudó a Essie Faye a experimentar libertad y<br />
salud en su relación con Dios y los demás.<br />
El amor propio fundamentado en<br />
Cristo es primordial para la salud de<br />
todas las relaciones que tengamos.<br />
Desenterrar el pasado y las cosas que lo hicieron ser quién<br />
es puede ser incómodo para usted. Pero Dios y la amorosa comunidad<br />
de fe a su alrededor lo ayudarán a seguir adelante.<br />
Es una travesía, pero vale la pena el esfuerzo. Dios puede<br />
ayudarlo a encontrar belleza en la tormenta.<br />
ESSIE FAYE TAYLOR es esposa, escritora bilingüe, docente, oradora, salmista<br />
e intérprete. Como autora de la serie Encontrando el amor que mereces destinada<br />
a mujeres y adolescentes, tiene el compromiso profundo de compartir el poder<br />
sanador del evangelio. Para más información, visite essiefayetaylor.com.<br />
FOTO CORTESÍA DE ESSIE FAYE TAYLOR<br />
8s Número 02 / 2024 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
UN PASO ADELANTE<br />
Resiliencia ante la dificultad<br />
POR NA'KEDRA RODGERS<br />
“LUEGO DE QUE USTEDES HAYAN<br />
sufrido un poco de tiempo, Dios mismo,<br />
el Dios de toda gracia que los llamó a su<br />
gloria eterna en Cristo, los restaurará y los<br />
hará fuertes, firmes y estables” (1 Pedro<br />
5:10 NVI).<br />
La resiliencia es la capacidad de recuperarse<br />
después de la adversidad. La vida<br />
puede golpearnos como una tonelada de<br />
ladrillos. Estoy seguro de que usted sabe<br />
exactamente de qué le hablo.<br />
Hace poco, parecía que todo lo que me<br />
podía sucederme sucedía, todo a la vez.<br />
Aumentaron la matrícula de la guardería.<br />
Tenía que reemplazar los cuatro neumáticos<br />
de mi camioneta. Mi refrigerador dejó<br />
de funcionar. Por mi esposo y los niños,<br />
tuvimos que ir varias veces al hospital<br />
en un lapso de dos meses...y la lista crecía.<br />
Cuando apenas me recuperaba de un<br />
golpe, llegaba el siguiente. La vida se estaba<br />
imponiendo y, sin duda, yo estaba en<br />
un bajón.<br />
“¿Dónde estás, Dios?”, exclamé. “¿Cuándo<br />
aparecerás para ayudarme? ¿Hasta cuándo<br />
tendré que soportar todo este sufrimiento?<br />
¿No crees que he aprendido la lección? Vamos.<br />
Necesito un respiro”.<br />
¿Alguna vez se ha sentido usted así? ¿Alguna<br />
vez se ha preguntado cuánto durará<br />
su tormenta? ¿Alguna vez ha pensado en<br />
levantar las manos y decir: “Basta. Ya tuve<br />
suficiente. Ya no puedo con esto. Es demasiado.<br />
Me harté”.<br />
Gracias a Dios, las tormentas no son<br />
eternas. Sufrimos, pero solo por un tiempo.<br />
Soy un testimonio viviente de<br />
que las noches más oscuras siempre<br />
ven el amanecer. No pierda la<br />
esperanza: el gozo de Dios llega en<br />
la mañana (Salmo 30:5). Se avecina<br />
un día más luminoso.<br />
Estas son algunas promesas<br />
que pueden ayudarlo a superar los<br />
momentos difíciles. A mí me han<br />
funcionado.<br />
• Dios le dará Su fuerza cuando<br />
se canse. Se sentirá con más<br />
energía después de estar débil<br />
(Isaías 40:30–31).<br />
• La prueba de su fe desarrollará<br />
su paciencia y su capacidad de<br />
perseverar (Santiago 1:3–4).<br />
• Dios ya ha vencido todo lo que<br />
el mundo y el enemigo puedan<br />
enviarle (Juan 16:33).<br />
• Dios siempre está con usted, y<br />
nada puede apartarlo de Su amor<br />
(Romanos 8:38–39).<br />
No olvide estas y otras promesas<br />
de Dios. Desarrollan su resiliencia y<br />
le ayudarán a mantener el rumbo y<br />
la fe hasta el final.<br />
Recuerde todas las tormentas con las que<br />
se ha encontrado. Fueron duras, ¿no? Pero<br />
mire, ¡sigue aquí! Ha superado pruebas antes,<br />
y con la ayuda de Dios, puede hacerlo<br />
de nuevo. Puede vencer cualquier cosa con<br />
Dios de su lado (Filipenses 4:13).<br />
Luego de que ustedes<br />
hayan sufrido un poco<br />
de tiempo, Dios mismo,<br />
el Dios de toda gracia<br />
que los llamó a su gloria<br />
eterna en Cristo, los<br />
restaurará y los hará<br />
fuertes, firmes y estables.<br />
Las dificultades que atraviesa no durarán<br />
para siempre. Haga el viaje con Dios, y será<br />
más fuerte y sabio que antes.<br />
¿Contra qué tormentas está luchando<br />
que han puesto a prueba su fe o le han causado<br />
frustración, dudas o miedo? Déselas a<br />
Dios. Entréguele todas sus preocupaciones<br />
porque Él cuida de usted (1 Pedro 5:7). Confíe<br />
en Él mientras enfrente la tormenta o atraviese<br />
las dificultades. Dé un paso a la vez. El<br />
récord de pista de Dios está comprobado.<br />
Según el Salmo 34:17, “Los justos claman,<br />
el Señor los oye y los libra de todas<br />
sus angustias” (NVI).<br />
1 Pedro 5:10 nvi<br />
Nunca deje de orar al Señor. Siga clamando.<br />
Sus palabras no son en vano. Él lo oye y<br />
lo librará de todas sus tribulaciones.<br />
NA’KEDRA RODGERS es una belleza sureña con<br />
carácter. Le gusta empoderar a las mujeres como<br />
oradora, escritora y autora de podcasts. Su meta es<br />
inspirar, animar y conducir almas perdidas a Jesús.<br />
Conéctese con Na'Kedra en nakedrarodgers.com.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 02 / 2024<br />
9s
VIDAS TRANSFORMADAS<br />
CÓMO LIDIAR CON<br />
EL ESTRÉS<br />
TODOS ENFRENTAMOS dificultades<br />
que nos causan estrés.<br />
Jesús incluso nos lo prometió<br />
(Juan 16:33). El estrés puede venir<br />
a través de personas, circunstancias<br />
y cambios difíciles en este<br />
mundo. Hasta las cosas buenas<br />
pueden generar estrés.<br />
El estrés puede llevarnos por<br />
dos caminos: uno de malestar<br />
doloroso u otro de paz. Nuestra<br />
respuesta determina nuestro<br />
punto de llegada.<br />
Para muchos, el estrés provoca<br />
un malestar doloroso. Esto crea<br />
un círculo vicioso de ansiedad,<br />
POR SHERIDAN CORREA<br />
miedo, depresión, enfermedad<br />
física, pensamientos obsesivos<br />
y sencillamente pánico. Es una<br />
situación de impotencia y desesperanza.<br />
Algunos nos hemos desenvuelto<br />
en ese ámbito de estrés crónico<br />
y tóxico tanto tiempo que ni siquiera<br />
somos conscientes de<br />
él. Es lo único que conocemos.<br />
Otros reconocen la tensión, pero<br />
no tienen idea de qué hacer al<br />
respecto, por lo que continúan<br />
viviendo con él y el estrés simplemente<br />
les causa más estrés.<br />
Durante los primeros 37 años<br />
de mi existencia, antes de conocer<br />
a Jesús, viví en un estado de estrés<br />
crónico tóxico. Buscaba formas de<br />
manejar las dificultades y el dolor<br />
emocional que enfrentaba, pero<br />
no podía hallar una solución saludable.<br />
Las medidas mundanas<br />
y poco sanas que se me ocurrían<br />
solo me generaban más estrés y<br />
daños a mis seres queridos y a mí.<br />
En mi interior solo había amargura,<br />
no mejoría.<br />
El estrés afectaba todos los aspectos<br />
de mi vida: espíritu, mente,<br />
emocionalidad, cuerpo, finanzas y<br />
relaciones. Por la forma en que lo<br />
manejaba, terminé sola, destrozada<br />
y desesperada en un foso de<br />
cárcel y adicción.<br />
Jesús me redimió y sacó de ese<br />
pozo, pero mantenerme fuera de<br />
él me ha obligado a aprender<br />
nuevos modos de manejar los<br />
elementos estresantes de la vida.<br />
Aprender a gestionar el estrés<br />
adecuadamente es la clave para<br />
evitar los fosos de la vida. Satanás<br />
quiere que el estrés nos supere,<br />
pero el Señor quiere que lo superemos<br />
nosotros con Su descanso.<br />
¡Vaya, qué frase! Lea esa verdad<br />
nuevamente.<br />
A Dios le importa profundamente<br />
lo que nos estresa. Sabe<br />
que la ansiedad y el malestar<br />
pueden aprisionar a Sus hijos<br />
si los ignoran. Satanás también<br />
sabe eso y lo aprovecha cada vez<br />
que puede. Satanás sabe que si<br />
no manejamos adecuadamente<br />
el estrés, nos olvidamos de Dios y<br />
Sus promesas. Tomamos las cosas<br />
en nuestras manos y nos sentimos<br />
derrotados, desanimados, ansiosos,<br />
temerosos y amargados.<br />
El estrés perturba el “shalom”<br />
de Dios. “Shalom” es un plácido<br />
reposo en Él, Sus promesas y<br />
Sus caminos. Dios tiene buenos<br />
planes y propósitos para todos<br />
Sus hijos (Jeremías 29:11). Pero<br />
para experimentarlos debemos<br />
aprender a manejar el estrés.<br />
Para lograrlo, primero debemos<br />
identificar nuestros factores<br />
desencadenantes: las situaciones,<br />
personas, lugares y cosas que nos<br />
llevan a estados de inquietud.<br />
Varían según la persona. Hageo<br />
1:5 dice: “Esto es lo que dice el<br />
Señor de los Ejércitos Celestiales:<br />
¡Miren lo que les está pasando!”<br />
(NTV).<br />
Solo podemos prepararnos<br />
para afrontar situaciones estresantes<br />
cuando sabemos qué<br />
nos pone tensos. Eso requiere que<br />
tomemos la decisión de observar<br />
10s Número 02 / 2024 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
VIDAS TRANSFORMADAS<br />
nuestros pensamientos, emociones<br />
y reacciones.<br />
Al examinarnos, podemos identificar<br />
un contexto o persona en<br />
particular que nos hagan preocuparnos<br />
u obsesionarnos por cosas<br />
que están fuera de nuestro control.<br />
Tal vez nos pongamos a la defensiva<br />
cuando nos dicen algo, y de inmediato<br />
discutamos o peleemos en<br />
lugar de analizar lo que nos dicen.<br />
Tal vez huimos en lugar de enfrentarnos<br />
a la cosa o persona<br />
que nos incomoda. En mi caso, sé<br />
que en situaciones incómodas me<br />
paralizo y soy incapaz de responder<br />
de modo adecuado.<br />
Una vez que identificamos lo que<br />
nos estresa, determinamos las razones<br />
subyacentes. Esto requiere<br />
un examen de conciencia con Dios<br />
(Salmo 139:23–24). Toda reacción<br />
tiene siempre hay una causa<br />
con una raíz profunda. A veces se<br />
necesita asesoramiento profesional<br />
para solucionar esto, y eso es perfectamente<br />
válido.<br />
Cuando reconocemos los factores<br />
que nos estresan, podemos hallar<br />
un mejor modo de reaccionar ante<br />
ellos que promoverá el plácido descanso,<br />
la sanación y la plenitud que<br />
Dios desea (Salmo 37:8).<br />
Ya que nunca eliminaremos<br />
todos los factores estresantes, es<br />
imprescindible aprender a encararlos.<br />
Lo mejor es buscar un plan<br />
integral que abarque todo el ser:<br />
cuerpo, mente y espíritu. Dios creó<br />
a los humanos como seres de tres<br />
componentes (1 Tesalonicenses<br />
5:23). Si una de nuestras partes está<br />
desequilibrada, afecta a las demás.<br />
Cuidar deliberadamente de todo<br />
nuestro ser es la voluntad de Dios<br />
para nuestras vidas; Él desea que<br />
cada una de nuestras partes sea<br />
saludable (3 Juan 1:2). Nuestros<br />
cuerpos son el templo de Dios<br />
(1 Corintios 3:16–17; 6:19–20).<br />
Piénselo: si es creyente, ¡Dios vive<br />
en usted! Saber esto debería hacer<br />
que nos tratemos bien nosotros<br />
mismos. Hacer del cuidado per sonal<br />
una prioridad no es egocentrista,<br />
sino sagrado.<br />
Cuidamos de nuestro cuerpo<br />
comiendo de modo saludable,<br />
durmiendo lo suficiente cada<br />
noche, evitando las sustancias<br />
nocivas y haciendo ejercicio con<br />
regularidad tanto como podamos.<br />
Cuidamos de nuestra mente observando<br />
nuestros pensamientos<br />
e identificando los negativos.<br />
Sé que mi mente es un lugar aterrador<br />
cuando la dejo sin ningún<br />
límite. Los pensamientos negativos<br />
me generan un malestar paralizante<br />
y afectan tanto mi alma como<br />
mi cuerpo. Ese es el plan de Satanás<br />
(Juan 10:10). Solo cambiando mi<br />
forma de pensar, mi inquietud<br />
puede transformarse en descanso<br />
(Romanos 12:2).<br />
Me gusta utilizar técnicas de<br />
relajación como la respiración y<br />
hacer una pausa cuando estoy estresada.<br />
Es difícil tomar buenas<br />
decisiones cuando mi mente se<br />
pone a andar en círculos. Debo<br />
calmarme y aquietarme (Salmo<br />
131:2). Aprender a evitar esas reacciones<br />
impulsivas no es fácil, pero<br />
vale la pena el esfuerzo.<br />
Mi relación con Dios es un estilo<br />
de vida, no una dieta. Es una<br />
travesía personal y continua. Implica<br />
tomar decisiones y comprometerse<br />
a fomentar el bienestar<br />
espiritual en medio de los retos y<br />
alegrías de la vida. Mi relación con<br />
Dios es mi soporte en la vida.<br />
Meditar sobre la Palabra de Dios<br />
me consuela y me ayuda a hallar<br />
otra perspectiva. Dios y Su Palabra<br />
son mi fuente de vida (Juan 14:6)<br />
y esperanza (Romanos 15:13). Él<br />
es mi ayuda siempre presente en<br />
tiempos de dificultad (Salmo 46:1).<br />
El cuadro de la siguiente columna<br />
contiene 12 verdades bíblicas<br />
en las que me apoyo cuando estoy<br />
estresada.<br />
1. Dios está conmigo y no me abandonará<br />
con mi estrés. (Isaías 41:10, Mateo 28:20;<br />
Hebreos 13:5)<br />
2. Dios ve y entiende mi estrés. (Génesis 16:13;<br />
Salmos 10:14; Salmos 33:18)<br />
3. Dios quiere darme paz cuando mi corazón<br />
está turbado. (Isaías 26:3; Juan 14:27)<br />
4. Dios quiere llevar mi carga y darme<br />
descanso. (Salmos 4:8; Hebreos 4:9–11)<br />
5. Dios quiere guiarme cuando estoy<br />
demasiado estresado para tomar decisiones.<br />
(Salmos 32:8)<br />
6. Dios quiere fortalecerme cuando estoy débil<br />
y cansado. (Isaías 40:29; Mateo 11:28)<br />
7. Dios quiere liberarme de mi estrés. (Salmos<br />
24:4–5; 107:6; Isaías 41:10)<br />
8. Dios quiere reconfortarme en momentos de<br />
estrés. (Isaías 51:12; 1 Pedro 5:6–7)<br />
9. Dios quiere usar mi estrés para hacer crecer<br />
mi confianza en Él. (2 Corintios 1:8–9)<br />
10. Dios quiere que hable con Él acerca de mi<br />
estrés. (Salmos 118:5; Filipenses 4:6–7)<br />
11. Dios quiere que confíe en Él como mi refugio<br />
en momentos de estrés. (Salmos 32:7; 62:8)<br />
12. Dios quiere que lo adore y reconozca Su<br />
presencia constante incluso en momentos<br />
de estrés. (Génesis 35:3; Hechos 16:25–26)<br />
El estrés no tiene por qué determinar<br />
nuestras vidas. Jesús para experimentar al Príncipe<br />
perseverancia en esta travesía<br />
nos ha prometido Su paz y presencia<br />
(Juan 16:33). Podemos y bienestar.<br />
de Paz, Su descanso, resiliencia<br />
acudir a Él y encontrar descanso<br />
SHERIDAN CORREA es consejera<br />
bíblica y tiene estudios sobre la<br />
para nuestras almas cansadas<br />
(Mateo 11:29).<br />
atención integral basada en el trauma.<br />
Entregue su estrés a Dios e Está casada, es mamá de dos adolescentes,<br />
cantante y una corredora<br />
invítelo a ayudarlo y darle la<br />
entusiasta, cuya vida Jesús ha cambiado<br />
radicalmente. Actualmente es la<br />
esperanza que necesita. Él le<br />
brindará valentía, resistencia y directora de contenidos de VL.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 02 / 2024<br />
11s
U NA<br />
L IF E R<br />
LIBERADA<br />
LA HISTORIA DE<br />
MARIANNE VAN DONGEN<br />
FOTO DE DEANNA SMITH PHOTOGRAPHY<br />
No creía que Dios exis tiera.<br />
Desde que era una<br />
niña, había recibido<br />
un golpe doloroso tras<br />
otro, y si Él era real, no<br />
se aparecía por mi vida.<br />
Se abusaba desenfrenadamente<br />
del alcohol en mi casa de infancia.<br />
Mis padres finalmente se divorciaron por eso.<br />
Y cuando mi padre se casó con otra alcohólica<br />
como él, quedé a merced de un miembro de la<br />
familia que abusó de mí hasta que me fui de<br />
casa a los 18 años.<br />
Guardar este secreto familiar era difícil. Me<br />
sentía enojada y a la vez profundamente avergonzada<br />
por lo que me había sucedido. Con<br />
el tiempo, esas emociones se convirtieron en<br />
amargura, y el veneno de la imposibilidad de<br />
perdonar se metió en mi corazón y mi mente.<br />
Cuando tenía 10 años, mi madrastra decidió<br />
dejar el alcohol y comenzó a llevarme a la<br />
iglesia. Al principio, allí encontré consuelo y<br />
protección contra mis problemas en casa. Me<br />
metí en todas las actividades que ofrecía la<br />
iglesia, incluyendo los preparativos para<br />
bautizarme. Al crecer, incluso colaboré<br />
con la escuela bíblica vacacional y trabajé<br />
con jóvenes. Pero no tenía ninguna<br />
rela ción con Dios.<br />
Si bien sentía la iglesia como un lugar<br />
seguro, era solo un refugio temporal; siempre<br />
tenía que regresar al abuso y el caos de<br />
mi casa. Necesitaba algo más que un lugar<br />
donde esconderme.<br />
La vida se hizo más difícil a medida que<br />
mi excéntrica madrastra se volvía cada vez<br />
más religiosa y controladora. Tiró toda mi<br />
ropa linda y me obligó a usar solo pantalones<br />
o vestidos que me cubrieran las rodillas. Ni<br />
siquiera podía usar un traje de baño para<br />
ir a la piscina.<br />
No veía la hora de escapar. Al graduarme<br />
de la secundaria, me fui de casa y corrí directamente<br />
a los brazos de un hombre que<br />
pensé me amaría y me protegería. Nos casamos<br />
dos meses antes de yo cumplir los 19<br />
años sin el apoyo de mi familia.<br />
A los tres meses, supe que había cometido<br />
un terrible error. Mi esposo se hacía cada vez<br />
más abusivo y controlador, y yo no tenía un sitio<br />
al que acudir en busca de ayuda. Aun así, estaba<br />
decidida a hacer que nuestro matrimonio funcionara.<br />
Buscando más formas de dominarme,<br />
mi marido se opuso a mi participación en la<br />
iglesia y se negó a permitirme tener una Biblia.<br />
Dejé de asistir a la iglesia y orar. De todos<br />
modos, no me servía de nada. Las cosas empeoraron<br />
y mi corazón se endureció. Culpando<br />
a Dios de todos mis problemas, me desentendí<br />
de Él y me marché.<br />
Adopté y alimenté mi mentalidad de víctima<br />
hasta el día en que decidí eliminar la causa de<br />
mi dolor en ese momento: mi esposo. Me había<br />
controlado y abusado de mí durante siete largos<br />
años, pero acabábamos de tener una bebé. No<br />
iba a permitir que le hiciera daño.<br />
Compré una pistola y esperé mi oportunidad.<br />
La tuve cuando lo liberaron de la cárcel con<br />
libertad condicional tras procesarlo por asalto<br />
agravado a mano armada contra otra mujer.<br />
Aproveché el momento. Le disparé y lo maté.<br />
Pero el sufrimiento no desapareció; se<br />
12s Número 02 / 2024 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
intensificó, especialmente cuando, a los 26<br />
años, me arrestaron por asesinato y me condenaron<br />
a cadena perpetua.<br />
Ese fue el día más oscuro de mi vida. Mi hija,<br />
mi única hija, tenía nueve meses. Ni siquiera<br />
había dado sus primeros pasos. Ese fue el primero<br />
de un montón de hitos que me perdería.<br />
Sabiendo que había perdido a mi hija para<br />
siempre, caí en la depresión. Era cadena perpetua.<br />
¿Qué esperanza podía tener?<br />
Pensé en buscar a Dios, pero mi corazón lleno<br />
de enojo y amargura se negó. “Dios no ha hecho<br />
nada por ti”, me dije. “Él tampoco quiere tener<br />
nada que ver contigo. Está enojado. Por eso,<br />
ha permitido que todas estas cosas terribles<br />
sucedan en tu vida”.<br />
Creí esas mentiras y seguí huyendo de Dios,<br />
el único que podía iluminar mi oscuridad (Salmo<br />
18:28), sanar mi corazón roto y liberarme<br />
(Isaías 61:1).<br />
En la cárcel, mucha gente iba a la capilla,<br />
pero yo me negaba. No iba a cantar alabanzas a<br />
un Dios que era la razón de mi encierro. Bueno,<br />
tal vez no era la razón, pero ciertamente no<br />
había impedido que sucediera.<br />
Pero curiosamente, aunque huía de Dios, Él<br />
seguía persiguiéndome. Algo, una vocecita en<br />
mi interior me desafiaba a hacer algo más que<br />
simplemente existir en la cárcel. Necesitaba<br />
prepararme para el futuro. (Pero ¿qué futuro?)<br />
Dios me estaba guiando, pero yo aún no lo<br />
sabía.<br />
Me daba cuenta de que las mujeres que me<br />
rodeaban en la cárcel se hacían adictas, sufrían<br />
sobredosis y morían. No quería que esa fuera<br />
mi historia, y mi espíritu se levantó para luchar.<br />
Eso no es común en los que tienen una condena<br />
como la mía. Una cadena perpetua se<br />
siente como una sentencia de muerte. Es difícil<br />
para alguien en esa situación encontrar un<br />
motivo para seguir vivo, y es fácil para caer<br />
presa de las mentiras de Satanás. Convencido<br />
de que no hay nada por lo que vivir y nada que<br />
perder, uno se da por vencido y tiene malas<br />
conductas.<br />
Tomé esa dirección, pero Dios seguía susurrándole<br />
a mi alma. No quería admitirlo, pero<br />
me descubrí anhelando contra toda posibilidad<br />
que mi vida tuviera un propósito. Hasta creía<br />
que algún día podrían liberarme y comencé a<br />
prepararme para ese escenario.<br />
Estudié. Asistir a clases era emocionante. Y<br />
al poco tiempo aprender se volvió mi droga<br />
preferida. Devoraba todo lo que podía.<br />
En cuanto terminaba un curso, comenzaba<br />
otro.<br />
Muchas mujeres con cadena perpetua me<br />
creían loca. No entendían la esperanza que<br />
había en mí. Incluso mis amigas me decían<br />
que era una estupidez y que me rindiera. Les<br />
decía: “Dios me abrirá las puertas algún día<br />
y me dejará ir. No estará enojado conmigo<br />
siempre”.<br />
Esas son palabras interesantes en alguien<br />
que huye de Dios, lo sé. Pero algo en mí sabía<br />
que Él era real. Simplemente yo no estaba<br />
lista para reconocerlo totalmente.<br />
UNA CADENA<br />
PERPETUA SE SIENTE<br />
COMO UNA SENTENCIA<br />
DE MUERTE.<br />
Mantenerme ocupada me ayudó a que<br />
los años pasaran más rápido. Finalmente,<br />
en 2017, se me permitió presentarme ante<br />
la junta de libertad condicional. Estaba eufórica<br />
cuando me dijeron que me liberarían<br />
en seis meses. Todo mi esfuerzo había valido<br />
la pena; ¡Me iba a casa!<br />
Pero seis semanas antes de la fecha de<br />
mi liberación, la junta decidió que primero<br />
tendría que completar un curso de dos<br />
años sobre fe y carácter. Estaba furiosa. “No<br />
pueden obligarme a hacer esa porquería de<br />
fe y carácter”, le gritaba a quien qui siera<br />
escucharme. “¿Dónde está mi libertad<br />
religiosa?”.<br />
Pero el curso era obligatorio, y si quería<br />
irme a casa, tenía que hacerlo. Así que, a<br />
regañadientes, me inscribí.<br />
La intensidad del programa más el trabajo<br />
que hacía me agotaron. Había 479 mujeres<br />
en el complejo y yo me encargaba toda su<br />
ropa. Era extenuante. Y un día, sintiendo<br />
que no tenía fuerzas para dar otro paso, casi<br />
me desmoroné.<br />
Atraída por la capilla vacía, entré. Antes<br />
de darme cuenta, estaba boca abajo en el<br />
suelo, con los brazos extendidos. Años de remordimientos<br />
salieron de mi interior mientras<br />
clamaba a Dios.<br />
Comencé a disculparme por mi enojo, por<br />
responsabilizarlo de todo lo malo que pasaba<br />
en mi vida, por negarme a ir a la capilla, por<br />
no orar y por todo lo que se me ocurría. Admití<br />
que había huido de Dios deliberadamente toda<br />
mi vida.<br />
“Señor, perdóname”, le supliqué. “Ayúdame,<br />
por favor. Toma el control, ya no puedo con esto.<br />
Te necesito. Toma mi vida; es Tuya. Haré lo<br />
que me pidas”.<br />
Una paz inexplicable (Filipenses 4:7) y un<br />
reposo desconocido (Salmo 73:26) se hicieron<br />
en mí. De alguna manera, la canción “My Life Is<br />
in Your Hands” de Kirk Franklin llenó la capilla<br />
vacía y miré a mi alrededor con asombro. La<br />
fuerza de Dios llenó mi alma (Isaías 40:29; 2<br />
Corintios 12:8–10), y supe que Él me llevaría<br />
a casa.<br />
En junio de 2019, el estado de Florida me<br />
concedió la libertad condicional. A los 53 años,<br />
por fin era una mujer libre.<br />
Estar en casa después de décadas de vivir tras<br />
las rejas fue un desafío. Muchas cosas habían<br />
cambiado en 27 años. Tuve que aprender sobre<br />
correo electrónico, teléfonos celulares y<br />
computadoras. Sorpresivamente, también tuve<br />
que aprender a tomar decisiones de nuevo. Incluso<br />
pedir comida rápida me abrumaba, había<br />
tanto que elegir. Decidir qué comer después<br />
de que me alimentaran con comidas rutinarias<br />
por décadas casi me provocaba un colapso<br />
Marianne sintió la cadena perpetua como una<br />
sentencia de muerte cuando entró en prisión<br />
por primera vez. Pero detrás de esas rejas, se<br />
encontró con Cristo y Él la liberó.<br />
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Número 02 / 2024<br />
13s
nervioso. Solo a través de la gracia de Dios superé<br />
mis ansiedades.<br />
Cuando sales de la cárcel, tienes que empezar<br />
desde abajo e ir subiendo. Eso es un desafío<br />
si no tienes dinero, apoyo o un modo de<br />
transporte. Pero Dios proveyó.<br />
Mi primer empleo fue en una tienda de<br />
comestibles. Caminaba cinco millas de ida y<br />
cinco de venida para ir a mi trabajo a diario.<br />
Dios infundió en mi corazón que la decisión de<br />
mantener mi fe y hacer lo que estuviera delante<br />
de mí por Él, no por otras personas (Colosenses<br />
3:23). Como dice Pablo en 2 Timoteo 4:7, seguí<br />
peleando la buena batalla de la fe y confiando<br />
en el Señor.<br />
Sin embargo, confiar en Él también requería<br />
obediencia. Al estudiar la Biblia y orar, me di<br />
cuenta de que tenía que perdonar a los que<br />
El perdón les abrió el camino de la<br />
restauración a Marianne y su hija.<br />
UNA IDENTIFICACIÓN DE PRISIÓN O LA<br />
DURACIÓN DE UNA SENTENCIA NO DEFINEN EL<br />
VALOR DE UNA PERSONA. ESO LO HACE DIOS.<br />
me habían lastimado. Hebreos 12:15 me a la cárcel para dar una charla. Me detuve en<br />
enseñó que si se deja crecer una raíz amarga el estacionamiento y me quedé en mi auto llorando.<br />
La alcaide me llamó para saber dónde<br />
“causa dificultades y corrompe a muchos”<br />
(NVI). Mateo 6:15 me enseñó que no podía estaba. “Estoy aquí”, le dije. “Pero no sé si puedo<br />
recibir el regalo del perdón de Dios si albergaba<br />
odio.<br />
Ella salió, me abrazó y oró. Me llené de paz<br />
hacer esto. Estoy muerta de miedo”.<br />
Exigió tiempo y compromiso, pero Dios y coraje, y entramos. Me dieron la credencial<br />
me ayudó a hacer a un lado la amargura que de visitante número 53. Sonreí un poco. Tenía<br />
me hacía sentir quien había abusado de mí 53 años cuando salí de los muros de la prisión.<br />
en la infancia y a perdonarlo por completo, Era una señal de Dios, sin duda.<br />
a pesar de que aún no se ha disculpado. Dios Han pasado casi cinco años desde que me<br />
también me ayudó a perdonar a mi esposo, liberaron, pero la verdad es que el amor, la gracia<br />
y el perdón redentores de Dios me habían<br />
que tanto me había maltratado. Solo el Señor<br />
podía infundirme este espíritu de perdón liberado mucho antes de salir por las puertas<br />
y amor.<br />
de la prisión. No puedo contar todas las bendiciones<br />
de Dios. Todos los días, me despierto con<br />
Los miembros de mi familia fueron<br />
testigos de la transformación de mi vida el corazón agradecido, incluso en los momentos<br />
y comenzaron sus propias experiencias de lucha. Siempre alabaré a Dios por haberme<br />
con Dios. Él los desafió con el mismo mandamiento<br />
de perdonar. Le tomó algún tiemposibilidad<br />
de perdonar, que casi me consume.<br />
sacado de ese pozo sin fondo del odio y la impo,<br />
pero mi hija me dio el regalo del perdón. Por favor, no permita que la amargura o el<br />
Ahora tenemos una relación cada vez mejor. odio lo consuman. Satanás quiere que usted<br />
Ver cómo crece la fe de mi hija ha sido un sea un condenado a cadena perpetua en una<br />
hermoso regalo. Tenía 27 años cuando me prisión de desesperación, sin importar el lado<br />
liberaron y con toda razón estaba enojada. El del muro de la prisión física en el que viva. ¡No<br />
perdón restauró nuestra relación; nos liberó lo deje! En cambio, deshágase de esas emociones<br />
que lo devoran. Perdone a quienes le<br />
a ambas del veneno del odio y la amargura.<br />
No conozco a ninguna otra persona en han hecho daño, aunque nunca le pidan perdón.<br />
Ellos no importan. Lo que cuenta es que<br />
libertad condicional tras una sentencia a<br />
cadena perpetua que se haya convertido usted sea libre. Cuando Jesús, el Hijo de Dios,<br />
en voluntaria, pero ahora vuelvo a la cárcel entra en su vida, lo libera sin importar dónde<br />
para compartir el poder transformador del se encuentre (Juan 8:36).<br />
amor y el perdón de Dios con quienes siguen Es hora de elegir la libertad. “El Señor es un<br />
allí. Con Dios, todo es posible (Mateo 19:26). Dios de justicia”, dice Isaías 30:18. “¡Dichosos<br />
Si alguien me hubiera dicho que volvería todos los que en él esperan!” (NVI). Ponga a<br />
a la cárcel (¡por decisión propia!) después quienes lo lastiman en las manos de Dios y<br />
de vivir tras las rejas durante 27 años y 30 déjelos ir. Entonces podrá recibir Su vida en<br />
días, le habría dicho que estaba loco. Pero abundancia (Juan 10:10).<br />
voy cada vez que puedo. Quiero que todos<br />
MARIANNE VAN DONGEN regresa con frecuencia<br />
sepan que pueden ser libres, incluso si nunca<br />
vuelven a poner un pie en una comunidad 27 años para brindar ministerio a mujeres a través de<br />
a la misma prisión donde estuvo encarcelada durante<br />
sin barrotes. Una identificación de prisión The Jesus Infusion (thejesusinfusion.org). También es<br />
voluntaria en programas para beneficiarios de libertad<br />
o la duración de una sentencia no definen<br />
condicional y suspensión de la pena, y en varias<br />
el valor de una persona. Eso lo hace Dios. instituciones correccionales, ayudando a personas<br />
Me asusté tanto la primera vez que volví que se están reincorporando a la sociedad.<br />
FOTOS CORTESÍA DE MARIANNE VAN DONGEN<br />
14s Número 02 / 2024 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
VIDAS TRANSFORMADAS<br />
El implacable<br />
amor de Dios<br />
POR KRISTI OVERTON JOHNSON<br />
MI AMIGA LINDA Y YO NOS REUNIMOS<br />
En los minutos siguientes, Ryan nos con<br />
oró a Aquel de quien había escapado toda su<br />
hace años en un Cracker Barrel para com<br />
tó detalles de su vida íntima y luego dijo<br />
vida. Cuando dijo amén, estaba radiante, al<br />
partir y discutir el alcance del programa de<br />
algo que he escuchado de muchas perso<br />
igual que nosotras.<br />
correspondencia carcelaria que ella dirigía<br />
nas. “Nunca he sentido que pertenezco a<br />
Cuando se fue, Linda y yo nos sentimos<br />
entonces. Después de disfrutar de la comida,<br />
algún lugar”.<br />
mara villadas ante el amor implacable de Dios.<br />
salimos a orar por los privados de libertad de<br />
Ryan continuó contándonos que había<br />
¡Nos alcanza donde sea! La pregunta es si cuan<br />
la familia Victorious Living.<br />
venido a ese restaurante para reunirse<br />
do nos encontremos cara a cara con ese amor<br />
Nos sentamos en las mecedoras y ora<br />
con su familia, con la esperanza de que<br />
divino, nos rendiremos ante él.<br />
mos con los ojos abiertos para no llamar la<br />
estar en su presencia lo hiciera sentir me<br />
Tal vez, como Ryan, usted siente que no per<br />
atención. Mientras lo hacíamos, noté que un<br />
jor y más completo. Se había distanciado<br />
tenece a ningún lugar. Quizás haya perseguido<br />
hombre entraba y salía del restaurante. Nos<br />
de ella durante un tiempo. Sin embargo,<br />
promesas mundanas con la esperanza de que<br />
pasaba a un lado. Me di cuenta de que también<br />
incluso después de una buena comida y<br />
llenen su vacío. El problema es que las cosas de<br />
lo había visto dos veces en ese mismo lugar.<br />
una charla agradable, se sentía incompleto.<br />
este mundo nunca nos complacen. Solo Dios<br />
Dado que a menudo Dios usa escenas y frases<br />
Y ese vacío lo tenía dando vueltas por el<br />
da satisfacción.<br />
repetitivas para captar mi interés, le pregunté<br />
restaurante.<br />
En este momento, Dios lo está invitando a<br />
internamente si deseaba que hi ciera algo. Sentí<br />
Durante años, esa sensación había ator<br />
dejar de huir y entregar su vida a Su bondad.<br />
que Dios me guiaba a hablar con aquel hombre.<br />
mentado a Ryan. Admitió haber tratado de<br />
Él es lo que a usted le falta. ¡Él está donde usted<br />
Cuando volvió a pasar, me presenté y entablé<br />
llenar ese hueco con muchas cosas, inclu<br />
pertenece! Y solo Él puede transformar su vida<br />
conversación con él. Fue un alivio cuando res<br />
yendo las mujeres y la marihuana. Pero<br />
para que pase del vacío a la plenitud.<br />
pondió con simpatía. Se llamaba Ryan.<br />
nada ni nadie le habían servido. El gusto<br />
Ore conmigo. Dios, estoy cansado de huir. Me<br />
Le dije que había sentido que Dios quería que<br />
por la hierba incluso le había costado un<br />
entrego a Tu amor. Que me alcance. Te elijo por enci-<br />
ARTE DE UN FAMILIA ENCARCELADO DE VL<br />
le recordara que Él lo amaba. Supe que era un<br />
encuentro ordenado por el Señor cuando Ryan<br />
negó con la cabeza y respondió riendo un poco:<br />
“No sé por qué, pero Dios no me deja en paz”.<br />
Yo sabía por qué, porque Dios ama a Ryan<br />
(Juan 3:16). El extravagante amor del Señor<br />
hace lo que sea por devolver a un hijo o hija<br />
perdido a casa. Esta vez, el amor de Dios había<br />
perseguido a Ryan usando a dos mujeres sentadas<br />
en mecedoras (Romanos 2:4).<br />
trabajo, pues recientemente había dado<br />
positivo en un examen toxicológico.<br />
“He buscado y deambulado toda la vida.<br />
Estoy harto de que me decepcionen”, confesó<br />
Ryan. Luego agregó: “Y estoy cansado<br />
de huir de Dios”.<br />
Le dije que ya no tenía que huir, que podía<br />
quitarse las zapatillas de correr y descansar<br />
en los brazos de su Padre celestial. Ryan<br />
parecía aliviado. Luego inclinó la cabeza y<br />
ma de mi miedo, mis preguntas, mi incredulidad, mi<br />
culpa y mi vergüenza. Por encima de las relaciones<br />
amorosas y el sexo, las drogas, los cigarrillos, el alcohol<br />
y<br />
. Toma mi vida, Señor. Llévame<br />
a casa contigo.<br />
KRISTI OVERTON JOHNSON motiva a las<br />
personas y les da herramientas para que logren la<br />
victoria mediante sus historias, conferencias y el<br />
ministerio carcelario. Para más información, visite<br />
kojministries.org.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 02 / 2024<br />
15s
E X P E R I M E N T E<br />
S U<br />
LA HISTORIA DE JASON SOBEL<br />
P R O P Ó S I T O<br />
F I N A L<br />
Crecí en la “tierra santa”<br />
de Nueva Jersey,<br />
donde hay más judíos<br />
que en Jerusalén. Mi abuela huyó a Estados<br />
Unidos durante el Holocausto solo con la compañía<br />
de mi padre. Había tenido que elegir a un<br />
miembro de la familia para llevarlo consigo;<br />
el resto de nuestros parientes pereció en Europa.<br />
No puedo imaginar todo lo que mi joven<br />
abuela tuvo que superar cuando se estableció<br />
en un país nuevo y diferente junto con otros<br />
migrantes judíos.<br />
Mi padre creció y, en 1966, se casó con una<br />
linda muchacha judía. Yo llegué en 1974.<br />
Ser judío era importante para mi familia<br />
y para mí, al igual que para otros en nuestra<br />
comunidad. De niño, celebraba todas<br />
las tradiciones y festividades de nuestro<br />
pueblo. También asistía a la sinagoga y las<br />
clases de religión. A los 13 años, tuve mi<br />
bar mitzvá y me convertí en un “hijo de los<br />
mandamientos”.<br />
Pero no tenía la mirada puesta en seguir<br />
a Dios y Sus caminos, sino en la fama<br />
y la fortuna que ofrece este mundo. En mi<br />
ado lescencia, salí a la calle y, en la “infinita<br />
sabiduría” de mi juventud, comencé a andar<br />
con el DJ de la secundaria y el traficante de<br />
drogas de la clase. Al final, dejé mis estudios<br />
y me convertí en DJ de hip-hop.<br />
Con poco más de 20 años, trabajaba en un<br />
gran estudio de grabación en la ciudad de Nueva<br />
York con famosos artistas de hip-hop y rap.<br />
Sin embargo, rodeado de todas esas celebridades,<br />
vi la pequeñez de la vida y la verdad de<br />
que ningún éxito o suma de dinero hacen que<br />
una persona se sienta bien consigo misma,<br />
amada o segura de su valía y propósito.<br />
Estas personas tenían todo lo que el mundo<br />
FOTO DE DREW NICOLELLO/FUSION GLOBAL<br />
16s Número 02 / 2024 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
FOTOS CORTESÍA DE FUSION GLOBAL<br />
decía que las satisfacería: dinero, poder y<br />
fama. Salían de fiesta día y noche, y siempre<br />
estaban rodeadas de otras personas.<br />
Sin embargo, eran los seres más solitarios,<br />
vacíos e insatisfechos que había conocido.<br />
Yo era joven e impresionable, pero veía que<br />
lo que ofrecía el mundo no era la respuesta<br />
a la vida.<br />
Me di cuenta de que la plenitud tenía<br />
que venir de adentro. Era una cuestión del<br />
alma. Así que emprendí un viaje espiritual.<br />
Fui a la sinagoga local para estudiar con mi<br />
rabino. También estudié artes marciales, filosofía<br />
oriental y religión. Me convertí en lo<br />
que algunos llaman un “judío-bu”, un judío<br />
budista. A diario pasaba horas meditando y<br />
practicando yoga, hasta que un día, sucedió<br />
algo que cambió mi vida.<br />
Estaba sumido en la meditación cuando<br />
mi alma comenzó a vibrar en mi interior.<br />
Cada célula de mi cuerpo se sacudió con<br />
fuerza, y entonces, salí de mi cuerpo. Me vi<br />
a mí mismo sentado en meditación, elevándome<br />
más allá del techo y las nubes, para<br />
finalmente subir hasta el cielo. Allí estaba<br />
ante un rey, erguido en lo alto. Supe al instante<br />
quién era Él y temblé ante Su presencia<br />
y bajo Su poder.<br />
“¿Servir a quién?”. Mi madre me miraba<br />
como si y hubiera perdido la cabeza.<br />
Pero no me atreví a decírselo; el nombre de<br />
Jesús era tabú en nuestro hogar.<br />
Tenía un amigo judío que recientemente<br />
había adoptado la fe de Jesús. Me había contado<br />
cómo había descubierto la verdad y,<br />
Mi corazón saltó de emoción cuando el rabino<br />
impartió la Palabra de Dios, basándose tanto<br />
“Jason”, dijo Jesús. “Estás llamado a<br />
servirme”.<br />
en el Antiguo como el Nuevo Testamento.<br />
Cuando volví a tener conciencia de<br />
mí mismo, estaba de vuelta en mi cuerpo,<br />
corriendo por mi casa y exclamando:<br />
“¡Estoy llamado a servirle! ¡Estoy llamado<br />
a servirle!”.<br />
Arriba: Jason, a los 8 años, celebrando<br />
la Janucá con su familia.<br />
Abajo: Jason, de pie frente a la Torá<br />
en su bar mitzvá, un rito de paso que<br />
tradicionalmente se realiza a los 13<br />
años.<br />
Opuesta: Jason caminando junto al<br />
mar de Galilea, donde Jesús realizó la<br />
mayoría de Sus milagros.<br />
con demasiada insistencia, me pedía que lo<br />
acompañara a su sinagoga mesiánica. Hasta<br />
ese momento, no había querido tener que ver<br />
con sus nuevas creencias, pero ahora ansiaba<br />
ir a esos servicios.<br />
Mi corazón saltó de emoción cuando el rabino<br />
impartió la Palabra de Dios, basándose tanto<br />
en el Antiguo como el Nuevo Testamento. Sus<br />
palabras cobraron vida en mi interior, y al final<br />
del servicio, oré para recibir a Jesús como mi<br />
Señor y Salvador.<br />
Mi amigo estaba muy contento. Me dijo que<br />
había orado para guiar a una persona judía<br />
hacia el Señor, pero nunca imaginó que sería<br />
yo. No sabía si sentirme ofendido porque él<br />
había orado a mis espaldas o porque nunca<br />
pensó que sería yo quien adoptara su fe.<br />
El rabino me dio mi primer ejemplar del<br />
Nuevo Testamento. Me lo llevé y lo escondí<br />
debajo de mi cama. (Hubiera sido mejor traer<br />
pornografía a nuestra casa que un Nuevo<br />
Testamento).<br />
La curiosidad terminó por apoderarse de mí<br />
y lo saqué de debajo de mi colchón para comenzar<br />
a leerlo. Me impresionó ver cuán judío era<br />
el Nuevo Testamento. Me llegó al corazón y<br />
confirmó que Jesús era verdaderamente Aquel<br />
de quien Moisés y los profetas habían hablado.<br />
Mi madre estaba segura de que me había<br />
unido a una secta. Muchas veces me dijo le<br />
había roto el corazón al convertirme en seguidor<br />
de Jesús. Me llevó a su sinagoga para que<br />
me reuniera con su rabino. Él y yo sostuvimos<br />
conversaciones interesantes.<br />
Mi decisión de seguir a Cristo también destrozó<br />
a mi querida abuela. Me sacó de su vida<br />
a mí, su único nieto. Incluso me desconoció<br />
públicamente durante un testimonio grabado<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 02 / 2024<br />
17s
¡ VÉNGUESE!<br />
POR JASON SOBEL<br />
Hace poco conversé con algunos jóvenes de una escuela<br />
secundaria local sobre cómo Dios puede tomar el dolor<br />
de nuestras vidas y usarlo para el bien. Tomé de la Biblia<br />
el ejemplo de José, que se encuentra en los capítulos 37<br />
al 50 del Génesis.<br />
También comenté cómo Dios a menudo nos lleva a<br />
través de un proceso en el que se nos quebranta y despoja<br />
para que podamos encontrar la plenitud y experimentar<br />
nuestro destino. Es algo que yo mismo he tenido que<br />
soportar.<br />
Después, fui a almorzar y me senté al lado de un<br />
muchacho que me dijo que le gustaba la historia de José.<br />
“Es interesante pensar que Dios pueda tomar las cosas<br />
horribles del pasado y usarlas para el bien”, dijo. “Pero<br />
la verdad, me cuesta creerlo. He perdido todo. Mi mamá<br />
falleció; mi tía, también recientemente; y hace poco dejé<br />
mi pandilla. Además, iba caminando a casa con un amigo<br />
cuando un miembro de una pandilla rival que no sabía<br />
que me había retirado me disparó. Mi amigo saltó delante<br />
de mí, recibió la bala, y ahora está muerto. ¿Cómo va<br />
a hacer Dios algo bueno con eso?”.<br />
A este joven también le inquietaba la idea de que Dios<br />
había puesto todas esas tragedias en su vida. Le expliqué<br />
que Dios no se había llevado a su madre, su tía o su<br />
amigo, sino que lo había hecho Satanás. Le hablé de él,<br />
el verdadero enemigo, el que quería robarle y destruir su<br />
vida. Ese era el causante de esas cosas, señalé.<br />
Entonces dije algo que lo sorprendió: “¿Sabes qué? Dios<br />
quiere que te vengues de lo que pasó”. Pensó que hablaba<br />
de conseguir un arma e ir tras quien le había hecho daño.<br />
Por supuesto que no me refería a eso. Estaba hablando<br />
de vengarse de Satanás.<br />
Efesios 6:12 (NTV) nos dice: “Pues no luchamos contra<br />
enemigos de carne y hueso, sino contra gobernadores<br />
malignos y autoridades del mundo invisible, contra fuerzas<br />
poderosas de este mundo tenebroso y contra espíritus<br />
malignos de los lugares celestiales”.<br />
“Es hora de hacer que Satanás pague por lo que ha<br />
hecho”, dije.<br />
Dios quiere darle un propósito<br />
a su dolor. Y esa es la mejor<br />
venganza que puede haber.<br />
El joven estaba confundido. Así que seguí explicándose.<br />
“Tu deseo de entregar tu dolor a Dios genera venganza<br />
contra Satanás. Perdonar a tu agresor también te venga.<br />
Lo mismo pasa si usas tu dolor para ayudar a los demás.<br />
¡Cada vida que tocas para Dios, cada persona a la que<br />
ayudas es un golpe a Satanás porque es alguien menos<br />
sobre quien puede influir!”.<br />
¿Alguna vez ha pensado usted vengarse de Satanás por<br />
el dolor que ha sufrido? Es cierto: usted puede hacerlo<br />
pagar por las cosas que pone en su vida cuando cumple<br />
la voluntad de Dios al llevar a otros hasta Él.<br />
Escuchemos lo que dijo José a sus hermanos: “Ustedes<br />
se propusieron hacerme mal, pero Dios dispuso todo para<br />
bien. Él me puso en este cargo para que yo pudiera salvar<br />
la vida de muchas personas” (Génesis 50:20 NTV).<br />
José le dio a Satanás un gran golpe al negarse a caer<br />
en el juego de la culpa o asumir una mentalidad de víctima.<br />
También lo hirió al negarse a vengarse de sus hermanos,<br />
para lo cual, como segundo al mando en Egipto,<br />
tenía el poder de hacer.<br />
Sé que es difícil no querer vengarse de una persona<br />
de manera natural. Pero tomar el asunto en sus manos<br />
solo les causará más dolor a usted y sus seres queridos, y<br />
retrasará el que Dios pueda hacer que todas esas cosas<br />
dolorosas cooperen para su bien (Romanos 8:28).<br />
Dios quiere darle un propósito a su dolor. Y esa es la<br />
mejor venganza que puede haber.<br />
18s Número 02 / 2024 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
FOTOS DE DREW NICOLELLO/FUSION GLOBAL<br />
para la Fundación Shoah, iniciada por Steven<br />
Spielberg. No me habló por años después de<br />
eso, hasta que sufrió de demencia y olvidó lo<br />
que yo había hecho.<br />
Como se ve, convertirme en seguidor de<br />
Jesús me salió caro. Aun así, sabiendo por mi<br />
visión que estaba llamado a servir a Cristo, comencé<br />
a prepararme como rabino mesiánico.<br />
Jesús había transformado mi vida de modo<br />
radical al abrirme ojos a Él (Juan 14:6). Me<br />
había mostrado el camino hacia la verdadera<br />
satisfacción y me había revelado mi propósito<br />
e identidad. Un deseo insaciable de compartir<br />
a Jesús con los demás ardía en lo más profundo<br />
de mi ser.<br />
Personas de mi comunidad me etiquetaron<br />
de traidor, dejaron de hablarme y me agredieron<br />
físicamente por mi fe. Pese al rechazo,<br />
las amenazas e incluso los golpes, no podía<br />
callarme las Buenas Nuevas de Jesús.<br />
Me dolió que mi familia, amigos y comunidad<br />
me tratara de esa manera. Fue así entonces<br />
y ahora también. Pero a través de eso,<br />
he experimentado la presencia y el amor de<br />
Dios de modos profundos, y he hallado mi<br />
propósito final.<br />
De pequeño yo era el niño inseguro y torpe.<br />
Ya saben, el que siempre elijen de último los<br />
equipos deportivos. Que me rechazaran tantas<br />
veces a esa edad me había hecho creer que<br />
no era digno de que me eligieran o desearan.<br />
Aprender que Dios sí me quería y me considerara<br />
digno cambió todo. Él me reveló esta<br />
verdad a través del Libro de Números, en el<br />
que hay un inventario (un censo) del pueblo<br />
hebreo. Mediante ese recuento, vi que toda<br />
persona tiene valor para el Señor.<br />
Curiosamente, la palabra hebrea para “contar”<br />
significa “levantar la cabeza de la gente”.<br />
Los hijos de Israel habían sido esclavizados en<br />
Egipto y, como tales, se les prohibía mirar a sus<br />
amos a los ojos. Habían perdido su identidad<br />
y su voz. Dios envió a Moisés para sacarlos de<br />
Egipto y restablecerlos a lo que eran.<br />
Levítico 26:13 (NTV) dice: “Yo soy el Señor<br />
su Dios, quien los sacó de la tierra de Egipto<br />
para que ya no fueran esclavos. Yo quebré de<br />
su cuello el yugo de la esclavitud, a fin de que<br />
puedan caminar con la cabeza en alto”.<br />
Dios quería que Su pueblo recordara que<br />
Él era su Salvador y Libertador, y que era hijo<br />
liberado del Rey. Quería que levantara la cabeza<br />
Arriba: Mediante su organización<br />
sin fines de lucro, Fusion Global,<br />
Jason ofrece visitas a Tierra<br />
Santa, en una de las cuales<br />
nuestra editora tuvo el honor de<br />
participar el año pasado.<br />
Derecha: Aquí, Jason con su<br />
encantadora esposa, Miriam, y<br />
sus padres, Robert y Jean.<br />
para que pudiera ver y conocer su identidad,<br />
porque la identidad es el destino.<br />
Yo había luchado toda la vida por saber<br />
quién era, qué valor tenía, cuál era mi<br />
propósito. ¿Por qué estaba aquí? Un día,<br />
estaba hablando con el Señor acerca de esto<br />
cuando lo escuché decir: “Jason, eres Mi<br />
hijo favorito”.<br />
Le di las gracias; me pareció fabuloso. Pero...¿cómo<br />
podía ser posible eso? Entonces<br />
el Señor me mostró que Su amor hacia mí,<br />
como lo es hacia todos Sus hijos, está más<br />
allá de la comprensión. A diferencia de mi<br />
amor, que es finito, el de Dios es infinito;<br />
Él puede tener un número infinito de hijos<br />
favoritos.<br />
Fue una revelación emocionante. Pero<br />
luego la conversación se puso incómoda<br />
cuando Dios me dijo que saliera y les dijera<br />
a otras personas que yo era Su favorito. “De<br />
ninguna manera podría hacer eso”, contesté.<br />
“La gente pensaría que estoy loco o que soy<br />
arrogante”. Pero Dios sabía que no era así.<br />
“Jason”, dijo, “la verdadera razón por la que<br />
no quieres decirle a la gente que eres Mi favorito<br />
no es que tengas miedo de lo que piensen o<br />
digan. Es porque no crees que puedas ser Mi<br />
hijo predilecto. La verdad es que no crees que<br />
pueda amarte tanto”.<br />
Tenía razón. Me costaba verme a mí mismo<br />
como Dios me ve. Al mirarme en el espejo, aún<br />
veía a un rechazado inseguro, a quien siempre<br />
elegían de último. Y cuando me preguntaba<br />
cuánto valía, solo podía oír al director de mi<br />
escuela secundaria diciéndoles a mis padres<br />
que estaba destinado a tener problemas.<br />
No podía imaginar que Dios viera algo diferente.<br />
Tampoco podía entender por qué me<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM Número 02 / 2024<br />
19s
Escoge a personas que, según este<br />
mundo, no tienen valor ni poder<br />
(1 Corintios 1:27) y se alía con<br />
ellas para hacer cosas increíbles.<br />
No podía creer los planes que el<br />
Señor tenía para mí. Abandoné la<br />
A muchos les cuesta entender su propósito<br />
e identidad, pero es sencillo. El propósito que<br />
usted tiene en la vida es aceptar el amor de su<br />
Padre celestial y andar a Su lado con obediencia.<br />
Cuando asuma esa identidad que le da<br />
Dios, descubrirá el destino que Él le ha dado.<br />
Dios siempre ha seleccionado a personas<br />
imperfectas y no calificadas para servirle.<br />
En sus libros, el rabino Jason aborda las escrituras,<br />
la cultura bíblica y los textos antiguos para ayudar<br />
al lector a comprender las verdades de los milagros<br />
de Dios y acrecentar su fe en que Jesús los sigue<br />
realizando hoy en día.<br />
escogía para servirle. Estaba seguro de tener<br />
demasiados impedimentos para eso.<br />
Moisés también se sintió así. Los capítulos<br />
3 y 4 de Éxodo nos dicen que discutió con Dios<br />
acerca de sus méritos. Pero Dios no se dejó<br />
disuadir. Quería a Moisés, con sus imperfecciones<br />
y demás. Lo había elegido. Dios siempre<br />
ha seleccionado a personas imperfectas y no<br />
calificadas para servirle.<br />
Curiosamente, cuando Dios llamó a Moisés,<br />
el Señor le dijo que se quitara el calzado porque<br />
estaba parado en tierra santa (Éxodo 3:5 KJV).<br />
¿Sabía usted que en este contexto la palabra<br />
hebrea para calzado es la misma que para<br />
candado?<br />
En esencia, Dios le decía a Moisés que se<br />
quitara las cosas que le impedían alcanzar<br />
su destino. Tenía que dejar de ver sus faltas y<br />
fracasos. Tenía que quitarse esas cosas como<br />
si fueran un par de zapatos.<br />
Todos necesitamos quitarnos lo que nos impide<br />
avanzar con Dios hacia nuestro destino.<br />
Hebreos 12:1 (NTV) dice: “Debemos dejar de<br />
lado el pecado que es un estorbo, pues la vida<br />
es una carrera que exige resistencia”.<br />
Los candados y cargas pueden ser muchas<br />
cosas, pero a menudo, incluyen nuestra visión<br />
limitada de nosotros mismos. Al igual que<br />
Moisés, solo nos fijamos en nuestras imperfecciones.<br />
Aceptamos lo que el mundo ha dicho de<br />
nosotros. No creemos merecer que Dios nos dé<br />
Su amor o que nos utilice. Pero Él dice otra cosa.<br />
secundaria y solo tenía un GED. Pero<br />
Dios no veía eso como una limitación.<br />
Nunca ve los obstáculos; solo ve el<br />
potencial.<br />
Dios quiere que usted levante la<br />
cabeza para que vea y conozca su<br />
identidad como hijo del Rey. Somos<br />
nosotros los que limitamos nuestro destino.<br />
Cuando nos miramos a nosotros mismos<br />
a través de los ojos del mundo, solo vemos<br />
fallas. Desde esa perspectiva, nunca seremos<br />
nada más que lo que vemos. Debemos<br />
mirarnos a nosotros mismos a través de los<br />
ojos de Dios.<br />
Con la ayuda de Dios, he escrito varios<br />
libros, dos de los cuales terminaron siendo<br />
nombrados éxitos de ventas por el New<br />
York Times. También viajo por el mundo,<br />
aparezco en la televisión nacional y enseño<br />
a personas de todo el planeta a través de mi<br />
ministerio, Fusion Global. Y este desertor<br />
de la secundaria tiene una maestría. ¿Quién<br />
lo hubiera imaginado? Ciertamente no mis<br />
padres ni el director de mi secundaria ni mi<br />
comunidad ni mi rabino...¡ni yo!<br />
Pero Dios lo imaginó, y Él también imagina<br />
cosas maravillosas para usted. Dios ve<br />
una grandeza increíble en usted, pero antes,<br />
debe darse cuenta de que su identidad y<br />
valor no provienen de su comunidad, afiliación,<br />
posesiones o elogios. Su identidad,<br />
valor y propósito provienen de cómo Dios<br />
lo ve a usted. ¿Y cómo lo ve Él? Pues usted<br />
es Su hijo o hija predilecto. ¡Créalo!<br />
Para convertirse en Su predilecto, primero<br />
debe aceptar a Su Hijo único, Jesús (Juan<br />
3:16). Solo entonces usted podrá comenzar<br />
a descifrar todo lo que significa ser hijo o<br />
hija de Dios.<br />
Sé que asumir su identidad como hijo de<br />
Dios y seguirlo puede ser aterrador. Y sí, tendrá<br />
su costo. Pero vivir en relación con Dios<br />
supera cualquier cosa que se le presente. Nada<br />
de lo que el mundo ofrece puede compararse<br />
con lo que Dios tiene para usted, Su hijo. Lo<br />
demás no vale nada cuando lo comparamos<br />
con conocer a Cristo (Filipenses 3:8–10). Nada<br />
de lo que usted sacrifique puede compararse<br />
con lo que Dios ha sacrificado por usted (Isaías<br />
53). Puede consolarse sabiendo que Dios nunca<br />
le pedirá que haga algo que Él mismo no esté<br />
dispuesto a hacer.<br />
Nuestro Señor promete en Mateo 19:29 que<br />
cualquier cosa que deje por Él en la vida se le<br />
repondrá 100 veces y que tendrá la vida eterna.<br />
También dice en Mateo 5:10–12 que Él lo<br />
bendecirá cuando la gente se burle o mienta o<br />
hable mal de usted a causa de su fe, y que una<br />
gran recompensa le espera en el cielo.<br />
Esta vida que experimentamos no es todo<br />
lo que existe. Hay mucho más, y Dios quiere<br />
dárnoslo.<br />
La Biblia es clara: Dios lo ama y elige a usted.<br />
La pregunta es si usted lo amará y elegirá también.<br />
Solo entonces encontrará su identidad y<br />
experimentará su propósito final.<br />
La renovación personal de JASON SOBEL lo llevó a<br />
buscar la del mundo a través de su organización sin<br />
fines de lucro, Fusion Global. Esta reconecta a los<br />
seguidores judíos y cristianos de Jesús a través de<br />
enseñanzas relevantes y elocuentes. Jason trabaja<br />
con influyentes creativos y colabora con muchos<br />
líderes de los ámbitos del espíritu, el entretenimiento<br />
y el comercio. Su extraordinario mensaje empodera a<br />
los públicos del mundo entero para que descubran su<br />
potencial y comprendan su herencia cristiana. Para<br />
más información sobre su organización o sus exitosos<br />
libros, visite fusionglobal.org.<br />
20s Número 02 / 2024 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
Esperanza que nunca<br />
defrauda<br />
UN PASO ADELANTE<br />
POR LISA APPELO<br />
¿HASTA CUÁNDO, SEÑOR, ¿HASTA CUÁNDO? y lo leí en mi Biblia: “Esa esperanza no<br />
Suspiré, abracé la almohada y me envolví acabará en desilusión. Pues sabemos con<br />
con el cobertor. Había sido un largo día, pero cuánta ternura nos ama Dios, porque nos ha<br />
ahora, en la tranquilidad de la oscuridad con dado el Espíritu Santo para llenar nuestro<br />
los niños dormidos en sus camas, una oración corazón con su amor” (Romanos 5:5 NTV).<br />
familiar vino a mi mente.<br />
Bueno. Tal vez si leía todo el pasaje, podría<br />
entender por qué todavía me sentía<br />
Cerré los ojos para dormirme, pero mis<br />
pensamientos seguían a toda marcha. Había tan decepcionada. Así que retrocedí. Romanos<br />
5:3–4 dice: “También nos alegramos<br />
orado con ahínco por tanto tiempo para que<br />
Dios hiciera algo específico. Incluso le había al enfrentar pruebas y dificultades porque<br />
dado un plazo, tiempo suficiente para responder<br />
a mis oraciones. Sin embargo, ahí<br />
sabemos que nos ayudan a desarrollar re<br />
estaba yo, metiéndome en la cama<br />
años más tarde sin señales de estar<br />
más cerca de recibir un sí del Señor.<br />
Había tratado de no obsesionarme<br />
con el deseo de mi corazón. Me había<br />
dedicado al ministerio y la crianza<br />
de mis hijos. Había adoptado nuevos<br />
planes y sueños. Algunos días eran tan<br />
ajetreados que no tenía tiempo para pensar<br />
en mi anhelo. Otros, pensaba en él, pero me<br />
sentía lo suficientemente satisfecha como para<br />
recordarlo relajada, confiando en Dios, ya fuera<br />
que Él decidiera realizarlo o no.<br />
Pero a veces, como en la quietud de esta<br />
noche, ese deseo volvía como una burla dolorosa.<br />
Había hecho todo lo posible por ponerlo en<br />
manos de Dios. Tantas veces había escuchado<br />
o leído que la “esperanza de Dios no defrauda”.<br />
Bueno, mi esperanza parecía haber terminado<br />
en el callejón sin salida de la decepción.<br />
A la mañana siguiente, busqué un versículo<br />
SOLO LA ESPERANZA<br />
BASADA EN JESÚS NO<br />
DEFRAUDA NUNCA.<br />
sistencia. Y la resistencia desarrolla firmeza<br />
de carácter, y el carácter fortalece nuestra<br />
esperanza segura de salvación” (NTV).<br />
Ah. Entonces, esta no es una esperanza<br />
como de cumpleaños por la que Dios nos<br />
da lo que queramos. Esta esperanza nace<br />
al perseverar en el sufrimiento. Es una<br />
expectativa firme de todo lo que tenemos<br />
en Jesús. Es la esperanza de que el amor<br />
infinito de Dios sea suficiente sin importar<br />
cuáles sean nuestras circunstancias.<br />
Sentí una dolorosa desilusión porque<br />
había perdido mi esperanza. Cualquier<br />
expectativa basada en un resultado, un plazo<br />
o cualquier otra persona al final decepciona.<br />
Solo la que está basada en Jesús no defrauda<br />
nunca. Necesitaba determinar dónde estaba<br />
poniendo mi esperanza para poder redireccionar<br />
mi corazón decepcionado.<br />
Así que comencé a hacer una nueva oración.<br />
“Ayúdame a anhelarte, Señor, más que cualquier<br />
otra cosa. Incluso eso que sabes que tanto<br />
deseo”. Es una oración que Dios siempre responde,<br />
y ha reemplazado constantemente mi<br />
anhelo por una tranquila satisfacción<br />
con mi vida tal como es ahora.<br />
¿Ha usted basado equivocadamente<br />
su esperanza en un resultado, un plazo<br />
o una persona? Si es así, comience a<br />
pedirle a Dios que lo ayude a anhelarlo<br />
a Él más que a cualquier otra cosa.<br />
Esa es una oración a la que Dios se<br />
deleita en responder sí.<br />
Querido Dios, ayúdame a entregar este profundo<br />
anhelo y en su lugar a estar completamente satisfecha<br />
en la plenitud de Tu amor, sin importar mis<br />
circunstancias. Pongo mi esperanza solo en Ti, que<br />
nunca defraudarás. En el nombre de Jesús, amén.<br />
LISA APPELO es una oradora, escritora y enseñante de<br />
la Biblia que inspira a las mujeres para que profundicen<br />
su fe en medio de la pena y hallen la esperanza en la dificultad.<br />
Abogada litigante en el pasado, ahora llena sus<br />
días con la crianza de siete hijos, el ministerio, la escritura,<br />
sus charlas y correr lo suficiente para justificar todo<br />
el chocolate negro que consume. Encuentre aliento para<br />
la fe, el dolor y la esperanza en LisaAppelo.com<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM Número 02 / 2024<br />
21s
UNA VIDA<br />
QUE VALE LA<br />
PENA<br />
LA HISTORIA DE MELISSA LOTT<br />
“¡Vuelva aquí, señorita!”. Sobresaltada, mi madre intentó<br />
no hacer una escena mientras me alejaba de ella tan<br />
rápido como mis piernitas lo permitían hasta la parte<br />
delantera de la iglesia. Habían hecho el llamado al altar<br />
y yo quería pedirle a Jesús que entrara en mi corazón.<br />
Tenía solo cinco años, pero sabía que algo<br />
extraordinario había sucedido esa mañana de<br />
domingo. Dios me había tomado en Sus brazos<br />
y me había dado un gran abrazo. En ese<br />
momento, era la niña más feliz del mundo y<br />
ni siquiera las nalgadas que me dio mamá por<br />
desobedecerla en la iglesia podían cambiar eso.<br />
Pasaba mucho tiempo escuchando hablar de<br />
Dios en la iglesia cuando era niña. Pero a medida<br />
que crecía, a menudo me preguntaba dónde<br />
estaba Él en mi vida. La violencia doméstica y<br />
el alcoholismo estaban muy presentes en mi<br />
hogar, y el divorcio destrozó a nuestra familia.<br />
En medio de esa oscuridad, estaba segura de<br />
que Dios me había olvidado.<br />
Sentí que mi padre también se había olvidado<br />
de mí al irse de casa. Yo era su consentida;<br />
su partida dejó un vacío en mi corazón.<br />
Solo podía creer que era mi culpa que se<br />
hubiera ido.<br />
Vivir con mamá era aterrador y confuso.<br />
Más adelante supe que tenía una enfermedad<br />
mental. Pero para una niña como yo,<br />
sus acciones eran absurdas y mis días eran<br />
duros. Justo después de que papá se fuera,<br />
se volvió a casar con un alcohólico violento<br />
al que le desagradaban los niños. Constantemente<br />
me inspiraba miedo.<br />
Por su lucha con una enfermedad mental,<br />
a menudo mamá me dejaba sin supervisión<br />
y me hice vulnerable a los predadores. El mal<br />
irrumpió en mi inocencia mediante múltiples<br />
abusos sexuales antes del tercer grado<br />
de primaria. Asustada, no se lo decía a nadie.<br />
Mi existencia mejoró brevemente cuando me<br />
mudé a Florida con papá. Pero a su nueva novia<br />
no le impresionaba la niña con problemas que<br />
se le había metido en la vida. Sus celos por<br />
papá terminaban en fuertes palizas que con<br />
frecuencia me impedían caminar o sentarme. Y<br />
las cosas solo empeoraron cuando se casaron.<br />
Sin embargo, las golpizas no dolían tanto<br />
como el maltrato verbal. Las palabras cargadas<br />
de odio de mi madrastra eran puñales para mi<br />
corazón, especialmente cuando me diagnosticaron<br />
problemas de aprendizaje. “¡Vas a ser<br />
una loca como tu mamá!”. Sus burlas reforzaban<br />
mi creencia de que tal vez yo tenía<br />
alguna maldición o defecto.<br />
En la escuela las cosas no eran más fáciles.<br />
Me costaba encajar y hacer amigos, y a menudo<br />
me acosaban. En ese entonces, no había<br />
muchos recursos para ayudar los niños a lidiar<br />
con sus emociones. Por lo que estaba sola en<br />
mi lucha y perdiendo la batalla.<br />
En noveno grado, estaba harta de la vida<br />
y traté de suicidarme. Cuando sobreviví, me<br />
sentí aun más fracasada. Ni siquiera puedes<br />
hacer esto bien, me decía a mí misma.<br />
22s Número 02 / 2024 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
minó en un robo una persona que fingió ser mi<br />
amiga. Perdí mi trabajo por eso. También me vi<br />
en una situación de violencia doméstica muy<br />
parecida a la que había presenciado de niña.<br />
Enterarme de que estaba embarazada me<br />
salvó la vida. No quería criar a mi hija como me<br />
habían criado a mí. Así que me armé de valor<br />
para romper esa relación y nunca mirar atrás.<br />
Asumiría los desafíos de ser madre soltera<br />
antes de permitir que mi pequeña estuviera<br />
sujeta a agresiones en casa.<br />
Necesitaba estabilidad financiera. Por lo que<br />
me uní al Departamento de Correccionales de<br />
Florida. No sabía nada de cárceles y prisiones<br />
cuando ingresé, pero a los 23 años, me sentí<br />
preparada para el reto. Me había endurecido<br />
con los años.<br />
Me sentía como un<br />
imán que atraía a<br />
personas tóxicas,<br />
peligros e injusticias.<br />
Tuve mi primer puesto en un centro para<br />
hombres que requerían distintos niveles de<br />
custodia. Combiné mi conocimiento de las<br />
calles con una firme ética de trabajo y superé<br />
los obstáculos de ser una agente novata.<br />
Avancé en el escalafón, y en 2004 me convertí<br />
en una de las pocas mujeres de mi región con<br />
el rango de capitana.<br />
Pero los traumas, abusos y rechazos que<br />
FOTO DE DEANNA SMITH PHOTOGRAPHY<br />
Finalmente, después de años de maltrato,<br />
comencé a defenderme. Después de ganar algunos<br />
enfrentamientos, me di cuenta de que tenía<br />
un superpoder oculto. Sabía pelear, y estaba<br />
harta de dejar que los demás salieran victoriosos.<br />
No sería yo quien empezara los problemas,<br />
pero estaba preparada para ponerles fin. Desde<br />
entonces, nunca retrocedí en una riña.<br />
Resistir me hacía sentir bien y me gustaba<br />
hacer que la gente se arrepintiera de haberse<br />
metido conmigo. Pero un día, me encontré con<br />
una situación en la que no podía defenderme.<br />
Un profesor decidió no darme una calificación<br />
que necesitaba para graduarme hasta que<br />
le permitiera abusar de mí. Me invadió una<br />
sensación que ya conocía muy bien: sentirme<br />
utilizada, inservible y sucia.<br />
Terminé la escuela secundaria y compré<br />
un boleto de autobús de ida para regresar<br />
donde mi mamá. Las cosas estarán mejores<br />
allá, me dije para convencerme.<br />
Solo cinco días después de mi llegada,<br />
me quedó claro que la enfermedad mental<br />
de mamá y los abusos de mi padrastro<br />
solo habían empeorado. Durante una crisis<br />
psicótica, mamá me echó de la casa con solo<br />
la ropa que llevaba. Acaban de darme un<br />
empleo y, por suerte, mi nuevo jefe salió<br />
en mi rescate y me salvó de quedarme en<br />
la calle. Esa fue mi entrada disfuncional a<br />
la adultez.<br />
Mi vida era un desastre tras otro. Me sentía<br />
como un imán que atraía gente tóxica,<br />
peligros e injusticias. En los años siguientes,<br />
me quedé sin casa en más de una ocasión,<br />
me violaron varias veces e incluso me incri<br />
había soportado antes de unirme al departamento<br />
me convirtieron en una bomba de<br />
tiempo en mi trabajo. Tenía el corazón duro y<br />
no retrocedía ante nada ni nadie, ya fuera otro<br />
agente o un prisionero.<br />
“Ahí viene Lucifer”, era la advertencia que<br />
resonaba en el recinto durante mis turnos.<br />
Yo era la capitana de mano dura que dirigía<br />
un barco ordenado y exigía perfección. Nada<br />
ni nadie me conmovía. No me inmutaba ante<br />
nada y estaba insensibilizada. No sentía nada<br />
excepto ira.<br />
Por años, me esforcé por lograr un equilibrio<br />
entre el mundo de la prisión y el de la sociedad<br />
como madre. Buscando seguridad, me casé con<br />
un hombre 20 años mayor que yo. En lugar de<br />
seguridad, entré al caos de sus problemas con el<br />
alcohol y la salud mental. No estaba preparada<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM Número 02 / 2024<br />
23s
FOTO DE DEANNA SMITH PHOTOGRAPHY<br />
Dios me abrió los ojos al verdadero problema: yo misma.<br />
Mi corazón estaba amargado por el orgullo, el complejo<br />
de superioridad, la incapacidad de perdonar y la<br />
tendencia a juzgar a los demás.<br />
para enfrentar esa situación, y fue un golpe<br />
darme cuenta de que sometía a mi hija a lo<br />
mismo de lo que había jurado protegerla. Ese<br />
matrimonio no duró.<br />
Seguí trabajando duro y manteniéndonos a<br />
mi hija y a mí, pero me hacía pedazos a diario.<br />
Cuando conocí a mi segundo marido, ya era<br />
un desastre.<br />
Era un hombre de fe proveniente de una<br />
familia estable con profundas raíces en la comunidad.<br />
Era todo lo que alguna vez había le<br />
había pedido a Dios. De hecho, al principio,<br />
parecía demasiado bueno para ser cierto.<br />
Pero él era auténtico, y me alegra mucho que<br />
haya visto algo en mí por lo que valiera la pena<br />
luchar. Nuestro matrimonio de más de 26 años<br />
es un testimonio de la gracia de Dios y la paciencia<br />
de mi esposo.<br />
Llevaba muchos años sin sentir alegría,<br />
dolor o lo que fuera. Estaba desconectada del<br />
mundo y profundamente deprimida. No podía<br />
entablar conversaciones significativas con nadie<br />
si no eran de trabajo. A diario me lanzaba al<br />
vacío, dando lo que pensaba era una buena<br />
cara ante la comunidad. Lamentablemente,<br />
no era tan buena actriz como creía. La gente<br />
pensaba que era una arrogante, pero era<br />
solo el cascarón de una persona sin capacidad<br />
de sentir.<br />
Los traumas que había sufrido en lo personal<br />
y los horrores que había presenciado<br />
tras las rejas, así como los estragos que<br />
había causado yo en la vida de otros, ahora<br />
hacían que mi organismo se descompusiera<br />
en lo físico, emocional y mental.<br />
Mi salud se deterioró por la obesidad,<br />
la ansiedad, el insomnio y una afección<br />
cardíaca que los tratamientos no curaban.<br />
Mi médico estaba preocupado. “Melissa, si<br />
no haces cambios drásticos, estarás muerta<br />
en cinco años”. Me encogí de hombros ante<br />
su consejo como si fuera invencible.<br />
Un día, mientras caminaba en mi trabajo,<br />
escuché una voz que solo podía ser de Dios.<br />
“Si no te vas ahora, lo perderás todo, incluso<br />
la vida”. Sabía que ignorar esas palabras<br />
sería mi perdición. Mi carrera de 27 años en<br />
el Departamento de Correccionales de Florida<br />
había terminado; me jubilé en abril de 2017.<br />
Uno creería que eso era bueno, pero no<br />
tenía idea de cómo vivir fuera del mundo de<br />
las correccionales. No estaba encarcelada, pero<br />
me había “institucionalizado”, era incapaz de<br />
funcionar más allá de las cercas de la prisión.<br />
Entonces, en medio de mi crisis de identidad,<br />
Dios me proporcionó una nueva ocupación:<br />
vender seguros. Tenía que hablar con<br />
gente en un mundo del que no sabía nada: el<br />
exterior. Al borde de un ataque de nervios, me<br />
senté en mi auto en el estacionamiento de una<br />
tienda de comestibles y lloré. Me sentí sola,<br />
abrumada y asustada.<br />
“Muy bien, Señor”, dije. “Aquí estoy. Hice<br />
lo que me pediste. Renuncié a mi trabajo. ¿Y<br />
ahora qué?”.<br />
Dios respondió abriéndome los ojos al verdadero<br />
problema: yo misma. Mi corazón estaba<br />
amargado por el orgullo, el complejo de<br />
superioridad, la incapacidad de perdonar y la<br />
tendencia a juzgar a los demás.<br />
Había pasado décadas protegiendo a la sociedad<br />
de quienes yo consideraba lo peor de la<br />
humanidad. A la vez, había ignorado la verdad<br />
de que Jesús se sacrificó por todas las almas: la<br />
de quienes estaban tras las rejas, la de quienes<br />
me habían hecho daño, y sí, incluso la mía.<br />
24s Número 02 / 2024 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
FOTOS CORTESÍA DE THE JE<strong>SU</strong>S INFUSION.<br />
Recordé todas las cosas que había hecho<br />
en mi juventud contra la voluntad de Dios,<br />
cualquiera de ellas podía haberme enviado<br />
a la cárcel si me hubieran atrapado. Yo no era<br />
diferente de quienes había despreciado. Esta<br />
revelación me puso de rodillas en un doloroso<br />
arrepentimiento (Romanos 2:4).<br />
En mi interior ardía el deseo de estar bien. Al<br />
igual que el hombre en situación de discapacidad<br />
del estanque de Betesda, estaba lista para<br />
enrollar mi camilla y caminar hacia una nueva<br />
vida con Jesús (Juan 5:6–9). Para hacerlo,<br />
tenía que levantarme del banco. Había estado<br />
sentada en la iglesia mucho tiempo, pero eso<br />
no me había convertido en cristiana.<br />
Mi mente sabía que Jesús había muerto por<br />
mis pecados y así lo creía, pero no tenía ninguna<br />
relación con Él. Había vivido medio siglo<br />
sin ver cuán desesperadamente necesitaba Su<br />
misericordia, gracia y perdón.<br />
A los 52 años, me entregué a Cristo y comencé<br />
a caminar con Él. Con cada paso, he<br />
descubierto la esperanza y la alegría, y mi alma<br />
ha encontrado la plenitud. Mi mente, mi voluntad<br />
y mis emociones ya no están encadenadas.<br />
Al principio de mi sanación, me encontré<br />
con una excompañera de trabajo que conocía<br />
a mi antigua yo. Le sorprendió el cambio.<br />
Lloramos mientras le contaba mi travesía con<br />
el Señor. Le emocionaba escuchar mi deseo de<br />
Derecha: Dios usó una invitación de<br />
Nicole Dyson (aquí a la izquierda) para<br />
devolver a Melissa a las prisiones, esta<br />
vez, como ministra de la gracia de Dios.<br />
Abajo: Bautizar a mujeres tras las rejas es<br />
uno de los más altos honores para Melissa.<br />
servir y compartir el evangelio. “Iré adonde<br />
Dios me guíe”, le dije.<br />
Mi obediencia fue puesta a prueba cuando<br />
mi amiga me presentó a una apasionada<br />
creyente de Jesús llamada Nicole Dyson. (Se<br />
puede leer su historia en el número 2023–3<br />
de VL). Nicole me invitó a una sesión de estudio<br />
de la Biblia y allí me encontré cara a<br />
cara con una mujer que había cumplido<br />
condena durante mis años en el Departamento<br />
de Correccionales de Florida. Se puso<br />
rígida cuando me vio, esperando que la rechazara<br />
o la menospreciara. Resistiéndome<br />
al deseo de huir, la abracé. Lloramos, y le<br />
pedí perdón.<br />
Dios usó ese momento crucial para<br />
mostrarme que mi decaimiento había perjudicado<br />
a otro de los hijos de Dios.<br />
Nicole me invitó a ser voluntaria de su<br />
organización, The Jesus Infusion, un ministerio<br />
del Centro de Recepción de Mujeres de<br />
Florida. Contesté su invitación con una sonrisa<br />
cortés y le dije que lo incluiría en mis<br />
oraciones. Pero mi conversación con Dios<br />
fue mucho más intensa. ¿Hablas en serio,<br />
Dios? ¡Es imposible que me estés pidiendo esto!<br />
Volver a estar tras las rejas no estaba en<br />
mis planes, pero pronto supe que sí estaba<br />
en los de Dios. En 2021, tres años después<br />
de retirarme de las correccionales, volví a la<br />
prisión como voluntaria para hacer ministerio<br />
entre los privados de libertad. Mi pasado y mi<br />
experiencia de sanación y transformación me<br />
ayudaron a interactuar con esas mujeres de<br />
muchos modos.<br />
Había estado sentada en<br />
la iglesia mucho tiempo,<br />
pero eso no me había<br />
convertido en cristiana.<br />
Hace poco, Dios me permitió regresar a un<br />
centro para mujeres donde había trabajado<br />
por ocho años. La respuesta a mi presencia<br />
ha sido variada. Muchas personas recuerdan<br />
a “Lucifer”, esa persona fría e inflexible que yo<br />
era, y no están seguras de qué hacer con esta<br />
nueva creación de Cristo (2 Corintios 5:17).<br />
He recibido miradas de desconcierto y comentarios<br />
desagradables, y ha habido muchas<br />
situaciones incómodas. Pero está bien. Ver<br />
cómo se mueve Dios hace que valga la pena. He<br />
sido testigo de cómo el poder de Jesucristo ha<br />
transformado vidas radicalmente, y he tenido<br />
el privilegio de bautizar a cientos de mujeres.<br />
El gozo que experimento al compartir la esperanza<br />
de Jesús es mi fuerza (Nehemías 8:10).<br />
Dios me ha mostrado que cada etapa de mi<br />
vida (buena, mala o fea) ha sido una preparación<br />
para este momento en este campo<br />
misionero (Ester 4:14). Y todos los días, estoy<br />
lista para dar una explicación por la esperanza<br />
que vive dentro de mí (1 Pedro 3:15) y contar<br />
cómo Dios me revivió de entre los muertos.<br />
Una vez estuve muerta en mi pecado, y<br />
eso hizo que muriera emocional, espiritual y<br />
relacionalmente. Entonces Jesús me dio vida<br />
(Efesios 2:4–10) para Sí mismo, y me devolvió<br />
la vida para la que me creó, una vida que el<br />
enemigo, los demás e incluso yo habíamos tratado<br />
de destruir (Génesis 50:20). Es una vida<br />
de propósito y conexión. Es una vida que vale<br />
la pena vivir.<br />
MELISSA LOTT es una guerrera de Cristo que<br />
combate la fealdad del mundo con el evangelio. Jesús<br />
ha restaurado su corazón dándole la capacidad de<br />
sentir, perdonar y ver la bondad en las personas.<br />
Disfruta de la alegre luz del sol, ser valiente en la<br />
oscuridad y ser un gran problema para Satanás.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM Número 02 / 2024<br />
25s
UN NUEVO<br />
HOMBRE<br />
LA HISTORIA DE JERRELL BULLARD<br />
NNunca hubiera soñado que terminaría huyendo de la policía, cumpliendo<br />
una condena en la cárcel o presentando una insuficiencia<br />
cardíaca por consumir drogas. Pero cosas así suceden cuando se vive<br />
alejado del Señor.<br />
A los 18 años comencé mis estudios en el AB–Tech Community<br />
College en Asheville, Carolina del Norte, y mi vida dio un giro hacia la<br />
oscuridad. Como muchos, soñaba con ir a la universidad, graduarme<br />
y hacer algo importante. Consumir drogas o ser el narcotraficante de<br />
la comunidad nunca fue parte de ese plan, pero esa era mi situación<br />
al final de mi primer año en el AB–Tech. Dejé los estudios e inicié una<br />
vida de crimen y venta de drogas. Me alejé de los valores cristianos<br />
que me habían enseñado mis padres.<br />
No lamento de mi infancia ni mis padres. Eran personas trabajadoras.<br />
Mi madre era una maestra apasionada que me enseñó a ser sensato<br />
y vivir correctamente. Mi padre tenía dos empleos y muchas horas<br />
extras en una fábrica. Pero al trabajar ellos tanto, yo tenía tiempo libre<br />
para meterme en problemas y seguir la influencia de otras personas,<br />
las películas y la música.<br />
La universidad era un gasto fuerte y no me quedaba mucho dinero<br />
extra. Al poco tiempo me di cuenta de que la venta de drogas podía<br />
darme cosas, incluso el pago de mi matrícula. Comencé a decirme a<br />
mí mismo que vendería solo marihuana. Pero eso no duró mucho.<br />
Mucha gente me “necesitaba” y comencé a<br />
sentirme importante. Satanás usó mi orgullo<br />
para afianzarse en mi vida. Empecé a vender<br />
drogas más duras como cocaína y éxtasis, y<br />
acumulé cargos por drogas y delitos graves,<br />
como el de intento de distribución. Me alejaba<br />
cada vez más de mis raíces cristianas, hasta<br />
que a los 19 años ya huía de la policía del sur<br />
de Florida.<br />
Gálatas 6:7–8 dice: “No se dejen engañar:<br />
nadie puede burlarse de la justicia de Dios.<br />
Siempre se cosecha lo que se siembra. Los que<br />
viven solo para satisfacer los deseos de su propia<br />
naturaleza pecaminosa cosecharán, de esa<br />
naturaleza, destrucción y muerte; pero los que<br />
viven para agradar al Espíritu, del Espíritu,<br />
cosecharán vida eterna” (NTV).<br />
Durante años, me burlé de la justicia de Dios.<br />
Sabía que lo hacía estaba mal, pero igual lo<br />
hacía. Era un hombre egoístamente engañado<br />
que por una década cosecharía decadencia<br />
y muerte. Entre los 20 y los 30 años, pasé el<br />
FOTO DE VICTOR L. FOSTER<br />
26s Número 02 / 2024 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
80 por ciento de ese tiempo en prisión o en<br />
libertad condicional.<br />
La primera vez que me liberaron, no podía estar<br />
en la calle después de las 6:00 p.m. Pero no me<br />
gustaban las reglas. Ese arreglo no iba con migo.<br />
Terminé cometiendo más faltas y me ence rraron.<br />
Pero mi larga estadía en la cárcel no cambió en<br />
nada mi actitud, y cuando salí libre, me adentré<br />
más en las drogas. Claro, eso me trajo aun más<br />
cargos. Para entonces, ni siquiera reconocía al<br />
hombre en quien me había convertido.<br />
Aunque mi consumo de drogas causaba<br />
una tensión importante en el matrimonio de<br />
mis padres, ellos nunca me dieron la espalda.<br />
Mamá era una roca, a menudo me recordaba<br />
que oraba por mí. Le preocupaba mi bienestar;<br />
veía que a mí ya me daba igual.<br />
“Jerrell”, decía, “¿qué te ha pasado? Antes<br />
cuidabas de ti y eras aseado. ¡Te has abandonado!”.<br />
Tenía razón. Mamá me decía la verdad.<br />
También se mantenía firme ante Satanás.<br />
Recuerdo una vez durante un momento<br />
difícil en la que llegó a mi puerta, me miró<br />
directamente a los ojos y dijo: “¡Satanás, no<br />
puedes llevarte a mi hijo, lo digo en nombre<br />
de Jesús!”. Luego se dio la vuelta y se fue. No<br />
importa cuán oscuro se pusiera todo, mi madre<br />
nunca dejaba de luchar por mí en lo espiritual.<br />
Papá también me recordaba continuamente<br />
que confiara en el Señor y que dejara de depender<br />
de mi propio entendimiento (Proverbios<br />
3:5). Constantemente me advertía que las drogas<br />
y la vida que ofrecían me habían engañado.<br />
“Jerrell, busca la guía de Dios y Su comprensión.<br />
Él te guiará”, decía papá a menudo.<br />
En 2010, mientras estaba en prisión por enésima<br />
vez, decidí hacerme una mejor persona.<br />
Comencé a leer libros, estudiar y enriquecer mi<br />
intelecto. En sí, eso no era malo. Pero también<br />
debería haber estudiado la Palabra de Dios y<br />
permitirle que me transformara en el hombre<br />
que Él había decidido al crearme.<br />
Sin embargo, no había llegado a ese punto.<br />
Necesitaba transformar mi corazón, no adquirir<br />
conocimientos mundanos.<br />
Ya libre, pero con el corazón aún oscuro, volví<br />
a mis viejas andanzas. Dos años después, estaba<br />
de nuevo en la cárcel. En esta ocasión era más<br />
difícil porque había tenido dos hijas en esos<br />
años de libertad. Amaba a mis pequeñas, pero<br />
me lleva ría años conver tirme en un padre del<br />
que pudieran estar orgullosas.<br />
De nuevo en la calle, volví a vender drogas para ganar dinero rápidamente.<br />
Comerciaba con cocaína y éxtasis, y luego comencé a consumir,<br />
algo que había dicho que nunca haría. Ahora, siendo yo mismo adicto,<br />
tenía que vender drogas para mantener mi vicio. Con cada trato que<br />
hacía, me adentraba más en la oscuridad.<br />
No todo era malo; después de todo, no vendía drogas los domingos.<br />
Así que seguramente era un narcotraficante bueno. Qué locura,<br />
¿no? Estaba seguro de que me reconciliaría con Dios si dejaba de<br />
vender drogas y solo cultivaba marihuana. Papá tenía razón: estaba<br />
engañado.<br />
NECESITABA TRANSFORMAR MI CORAZÓN,<br />
NO CONOCIMIENTOS MUNDANOS.<br />
En 2015, allanaron mi casa y la policía descubrió un alijo de la marihuana<br />
que cultivaba. Me acusaron de producir más de 22 kilos de<br />
cánnabis. Nuevamente me dieron libertad condicional. Pero esta vez<br />
sucedieron dos cosas buenas.<br />
Conseguí un trabajo estable y comencé<br />
a leer la Biblia sin profundizar.<br />
Un día me encontré con Santiago 1:27.<br />
Dice: “La religión pura y verdadera a los<br />
ojos de Dios Padre consiste en ocuparse<br />
de los huérfanos y de las viudas en sus<br />
aflicciones, y no dejar que el mundo te<br />
corrompa” (NTV).<br />
Esa escritura me llegó al corazón cuando<br />
me di cuenta de que había permitido<br />
que el mundo me corrompiera. Por fin<br />
vi mis acciones de vender, consumir y<br />
cultivar drogas como lo que eran: malignas<br />
ante los ojos de Dios. Él también me<br />
mostró la dura verdad de que corrompía<br />
a otros, y ese era un terreno peligroso<br />
(Mateo 18:7).<br />
Tras esta revelación, decidí establecer<br />
una relación con Cristo. Ese deseo inició<br />
una intensa batalla espiritual. Dios y el<br />
diablo luchaban por mi vida, y hubo momentos<br />
en que sentí que perdía la cabeza.<br />
Mis pensamientos se hicieron dispersos,<br />
intensos y oscuros.<br />
Desesperado buscaba a Cristo en cualquier<br />
lugar y en todas partes. Revisaba<br />
internet y vídeos de YouTube.<br />
Jerrell tuvo la suerte de tener una madre<br />
piadosa que le enseñó los caminos de Dios.<br />
Aquí lo vemos, en ambas fotografías, cuando<br />
era un niño.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM Número 02 / 2024<br />
27s
Un día, una voz interior me dijo que corriera a la iglesia de St. John.<br />
Corrí cuatro millas bajo la lluvia, obedeciendo la voz que escuchaba.<br />
Cuando llegué, comencé a clamar a Dios. De inmediato la gente llamó<br />
a los pastores. Era evidente que atravesaba una crisis.<br />
Los pastores David Suber y David Perry vinieron y oraron por mí. Y<br />
luego, ante ellos y Dios, reconocí con mi boca que Jesús era el Señor y<br />
creí con mi corazón que Dios lo había resucitado de entre los muertos<br />
por mí (Romanos 10:9–10).<br />
Me arrepentí de mis pecados: el tráfico de drogas, el robo, la venta<br />
y las relaciones sexuales con mujeres al azar. Me arrepentí de las<br />
mentiras que había dicho y admití haber intentado ser mi propio<br />
dios. Le pedí a Jesús que entrara a mi vida y me salvara. Ese día me<br />
convertí en un hombre libre. Sentí como si el fuego de Dios quemara<br />
todo resto de pecado en mí. Él me hizo ver los planes de Satanás para<br />
mi vida y mi comunidad. Experimenté paz mental y espiritual de<br />
una nueva manera que solo podía explicarse con la presencia de Dios<br />
en mi interior.<br />
Izquierda: Luego de inundar su comunidad con<br />
marihuana, ahora Jerrell nutre a otros con<br />
alimentos cultivados en su jardín comunitario.<br />
Arriba: Los padres de Jerrell lo han amado<br />
sin condiciones, incluso durante sus años de<br />
rebeldía.<br />
DIOS Y EL DIABLO LUCHABAN POR MI<br />
VIDA, Y HUBO MOMENTOS EN QUE<br />
SENTÍ QUE PERDÍA LA CABEZA.<br />
En 2018, me convertí en un verdadero creyente y seguidor de Jesucristo.<br />
Ya no era un traficante, consumidor y productor de drogas<br />
que intentaba convencerse de que era cristiano. Comencé a asistir<br />
fielmente a la iglesia. Sediento de aprender acerca de Dios, empecé a<br />
leer la Biblia a diario. Me enamoré de la Palabra de Dios y permití que<br />
cambiara mi forma de pensar. Ya no solo me<br />
adaptaba a las costumbres del mundo, sino que<br />
Dios y Su Palabra me transformaban en una<br />
nueva persona (Romanos 12:2). Y la gente veía<br />
el cambio en mi vida.<br />
Dios me envió de regreso a la comunidad<br />
donde había vendido drogas para ayudar a limpiarla.<br />
Ya no cultivo marihuana; ahora llevo un<br />
huerto comunitario que proporciona alimentos<br />
a las personas que viven allí.<br />
Hoy dedico mis días a un programa de extensión<br />
llamado Brother’s Keepers que ayuda<br />
a hombres a liberarse de la adicción y los ciclos<br />
de la vida carcelaria. Luego damos apoyo<br />
orando y fomentando las relaciones con la comunidad<br />
al compartir el amor y el mensaje de<br />
Dios con las personas. Compensar a un grupo<br />
al que una vez corrompí me produce una gran<br />
alegría.<br />
Dios ha sido muy bueno conmigo. Curó mi<br />
mente y me liberó de la adicción. También me<br />
ha sanado en lo físico. El consumo de drogas le<br />
había causado un daño importante a mi corazón<br />
y me había provocado una insuficiencia. En<br />
cierto momento, mi función cardíaca apenas<br />
llegaba al nueve por ciento. Pero desde que<br />
me acerqué a Cristo, ese porcentaje subió a 45<br />
por ciento. Dios me ha dado un nuevo corazón<br />
espiritual, uno que ama, escucha, aprende y se<br />
interesa. Pero además, también ha renovado<br />
mi corazón físico.<br />
Y todo empezó cuando me rendí ante el<br />
Señor.<br />
Yo lo invito a usted a hacer lo mismo. Segundas<br />
Crónicas 7:14, uno de mis versículos favoritos,<br />
dice: “Pero si mi pueblo, que lleva mi<br />
nombre, se humilla y ora, busca mi rostro y<br />
se aparta de su conducta perversa, yo oiré<br />
desde el cielo, perdonaré sus pecados y<br />
restau raré su tierra” (NTV).<br />
Cuando me rendí, comencé a orar, busqué el<br />
rostro de Dios y me aparté del mal camino, Dios<br />
me perdonó y restauró mi mente y mi vida. Su<br />
amor me transformó en un hombre nuevo.<br />
Su amor puede cambiarlo a usted también.<br />
JERRELL BULLARD vive el llamado de Cristo participando<br />
en un programa de extensión comunitaria llamado<br />
Brother’s Keepers, una organización que fomenta<br />
las relaciones con quienes han estado encarcelados o<br />
fueron drogadictos, entre otras cosas. Jerrell ha sido<br />
una gran influencia en la reconstrucción de su comunidad<br />
para Cristo y dando testimonio a los perdidos.<br />
FOTOS DE VICTOR L. FOSTER<br />
28s Número 02 / 2024 VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM
¿QUIERE CONOCER A JESÚS?<br />
“Vengan a mí todos ustedes que<br />
están cansados y agobiados, y yo<br />
les daré descanso.” —Mateo 11:28<br />
¿Necesita descanso? ¿Paz? ¿Libertad? ¿Perdón? ¿Restauración?<br />
Clame a Jesús, acéptelo como su Salvador, y será hecho completo.<br />
ARTE DE UN FAMILIA ENCARCELADO DE VL<br />
Ore: “Jesús, te invito a mi vida. Confieso que soy un pecador y<br />
necesito un Salvador. Gracias por perdonar mis pecados y por<br />
hacerme de nuevo. Gracias por sacrificar tu vida por mí para que yo<br />
pueda tener una nueva vida en ti. Recibo, por fe, el perdón de mis<br />
pecados. Toma mi vida, mi pasado y mi futuro. Guía mis pasos y<br />
habla a mi corazón, Señor. Úsame, Dios. Amén.”<br />
Queremos saber de su decisión y ayudarlo a crecer en su fe.<br />
Escriba a: PO Box 2751, Greenville, NC 27836.<br />
¿AHORA QUE?<br />
Acepté la salvación de Dios.<br />
¿Y ahora, qué?<br />
TAL VEZ DESPUÉS DE LEER las historias en esta revista, haya entregado su vida a Jesús.<br />
¡Felicitaciones! Acaba de tomar la decisión más importante de su vida. Pero quizás se esté preguntando<br />
¿y ahora, qué? Estas son cinco formas de asegurarnos el crecimiento espiritual. Tenga<br />
presente que la vida cristiana es una experiencia que nos transforma para siempre.<br />
1. ORE. Cuéntele todo a Dios y espere Su respuesta. No necesita palabras rebuscadas, solo<br />
un corazón sincero.<br />
2. ESTUDIE LA BIBLIA. La Palabra de Dios tiene todas las instrucciones que necesitamos<br />
en la vida. Ingrese a un estudio bíblico y descubra algo nuevo cada día. Vea recursos<br />
gratuitos al pie.<br />
3. BAUTÍCESE. Aunque el bautismo no es una exigencia para la salvación, la Biblia nos dice<br />
claramente que debemos ser bautizados en agua tras aceptar la salvación. El bautismo<br />
simboliza la muerte al pecado y vivir una vida nueva en Jesucristo (Romanos 6:4). Por las<br />
restricciones que hay en las cárceles, puede que resulte difícil la inmersión en agua, así<br />
que use la creatividad y deje que el Espíritu Santo le revele cómo puede cumplir este acto<br />
de obediencia hasta que la inmersión sea posible.<br />
4. BUSQUE UNA COMUNIDAD CRISTIANA. Únase a una congregación local de<br />
seguidores de Cristo. Si el encarcelamiento le dificulta ir a una iglesia, comparta con otros<br />
creyentes lo mejor que pueda. Le van a ayudar a mantenerse firme y a ser responsable.<br />
5. CUÉNTELE A ALGUIEN. Háblele de su decisión de seguir a Cristo y explíquele lo que Él<br />
hizo por usted. Y después ¡cuéntenos! Nos encantaría que lo comparta con nosotros.<br />
VICTORIOUSLIVINGMAGAZINE.COM<br />
Número 02 / 2024<br />
29s
NOVEDADES DEL MINISTERIO / RECURSOS<br />
Novedades del programa<br />
carcelario de Victorious Living<br />
• La elevada tasa de traslados de los reclusos y las restricciones<br />
de los establecimientos carcelarios nos impiden enviar copias de<br />
VLMag a cada recluso. Pero se envían copias a granel con o sin<br />
grapas, sin cargo alguno a cárceles, penitenciarías, programas de<br />
recuperación y reinserción, a solicitud de capellanes y directores<br />
de programas. Estos también pueden pedir información sobre<br />
nuestro VL Prison Tour.<br />
• Ofrecemos materiales de discipulado a los reclusos en varios<br />
sistemas de tabletas para prisiones. Busque “Victorious Living”<br />
en las tabletas de su institución para ver MORE Victorious Living<br />
y STEPPING FORWARD con programación de Victorious Living y<br />
podcasts VL. Si no estamos en su sistema de tabletas, por favor,<br />
escríbanos e indíquenos el nombre de su sistema.<br />
• Los allegados de nuestra familia carcelaria y nuestros compañeros<br />
de ministerio también pueden disfrutar de nuestros recursos<br />
gratuitos en pandoapp.tv y las plataformas en línea de VL como<br />
vlmag.org, Facebook, Instagram y YouTube. Nuestro equipo de atención<br />
está disponible para orar con los seres queridos de nuestra familia de<br />
reclusos por teléfono.<br />
• Ofrecemos apoyo por correspondencia. Los reclusos pueden escribirnos<br />
a PO Box 2751, Greenville, NC 27836, o por correo electrónico a hope@<br />
vlmag.org desde sus tabletas. La elevada tasa de traslados a menudo<br />
nos impide mantener correspondencia con los reclusos. Por favor,<br />
sepa que leemos cada carta que recibimos y oramos por ella.<br />
• No podemos recibir correo electrónico ni llamadas por cobrar. Tampoco<br />
aceptamos historias no solicitadas para su publicación ni documentos<br />
legales.<br />
• Alentamos a los creyentes de todas partes a usar nuestros materiales en<br />
su ministerio. VLMag es una herramienta de testimonio excepcional y se<br />
puede pedir al por mayor para su uso en el resto de la sociedad.<br />
• ¿Sabía que a la revista VLMag tienen acceso personas dentro y fuera de<br />
prisión? Es un regalo para nuestros asociados de ministerio y se puede<br />
enviar a cualquier interesado. Llame al 352-478-2098 o visite vlmag.<br />
org y haga clic en la pestaña “give now” (donar ahora). Se agradece la<br />
donación de cualquier importe.<br />
RECURSOS<br />
A continuación dejamos distintas opciones de material cristiano<br />
gratuito al que pueden tener acceso reclusos y capellanes<br />
que hablen inglés o español. Pónganse en contacto con las<br />
direcciones indicadas más abajo. Díganles a nuestros colegas<br />
que llegaron a través de VL.<br />
VICTORIOUS LIVING<br />
Correspondencia personal en inglés y español. A solicitud del<br />
capellán se hacen llegar múltiples copias de VLMag a las bibliotecas<br />
de penitenciarías y cárceles.<br />
PO Box 2751<br />
Email: hope@vlmag.org<br />
Greenville, NC 27836<br />
2ND OPPORTUNITY<br />
Programas de<br />
reinserción laboral<br />
y en la sociedad;<br />
recomendaciones<br />
de empleos/vivienda,<br />
a solicitud.<br />
PO Box 3411<br />
Peachtree City, GA<br />
30269<br />
PRISON<br />
ALLIANCE<br />
Estudios de discipulado<br />
por correo elec tró ni co;<br />
libros cristianos y<br />
Biblias para bibliotecas<br />
a solicitud de personal<br />
autorizado.<br />
PO Box 97095<br />
Raleigh, NC 27624<br />
RESCUED NOT<br />
ARRESTED<br />
Biblias NVI sin<br />
cargo, curso de<br />
estudios bíblicos por<br />
correspondencia y Biblia<br />
de estudio del diario<br />
vivir, al finalizar el curso.<br />
PO Box 90606<br />
Phoenix, AZ 85066<br />
CROSSROADS PRISON<br />
MINISTRIES<br />
Estudios bíblicos por<br />
correspondencia y<br />
cartas de orientación al<br />
completar las lecciones.<br />
Biblias sin cargo a pedido<br />
de los alumnos de CRM.<br />
PO Box 900<br />
Grand Rapids, MI 49509<br />
HOPE IS ALIVE<br />
Residencias libres de<br />
adicciones, grupos de ayuda<br />
basados en la fe y grupos de<br />
apoyo en el sufrimiento para<br />
aquellos afectados por las<br />
adicciones, en todo el país.<br />
14400 Bogert Parkway<br />
Suite 200<br />
Oklahoma City, OK 73134<br />
30s<br />
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