Revista influenSER Marzo 2024

La aceptación como
fortaleza personal
Por Naomie Cordero
La aceptación, al contrario de lo que pueda
pensarse, no tiene por qué representar
renuncia, abandono o resignación, puede
expresar fortaleza personal: la flexibilidad y
capacidad de adaptarnos a una realidad que
no podemos controlar a nuestro antojo.
Carl G. Jung dijo: ”Lo que niegas te somete, lo que
aceptas te transforma”. ¿Por qué, a veces, nos cuesta
tanto aceptar la realidad? ¿Por qué seguimos dándole
vueltas a aquello que se escapa de nuestro control? La
aceptación, al contrario de lo que pueda pensarse, no
tiene por qué representar renuncia, abandono o
resignación, puede expresar fortaleza personal: la
flexibilidad y capacidad de adaptarnos a una realidad
que no podemos controlar a nuestro antojo.
La aceptación es una herramienta esencial
para nuestro desarrollo personal. Aceptar la
realidad, aquello que no podamos cambiar,
no es una actitud estática, es una decisión
activa.
Decidimos adaptarnos a las circunstancias adversas en
vez de quejarnos o regodearnos en la frustración o el
enfado. Adaptarnos a la realidad mejora nuestro
bienestar emocional. Adaptarnos a la realidad mejora
nuestro bienestar emocional. Al aceptar la realidad
aprendemos de ella y también de nosotros.
Descubrimos nuestros recursos y los mejoramos
llevándonos a una transformación que, en definitiva,
nos hace personas más resilientes
Hace un tiempo leía un artículo sobre la aceptación y
al leerlo me di cuenta de que esta práctica es sanadora
y hasta cierto punto liberadora. Aunque sea una
práctica saludable llevarla a la acción es complejo. Se
produce esa lucha entre querer mantener el control y
el saber que debes dejar que todo fluya. No siempre se
habla de lo difícil que es soltar y no luchar contra lo
que no puedes cambiar. Tampoco se habla sobre la
incertidumbre, la incomodidad y el sufrimiento que
esto genera. Y quiero compartir un asunto dentro del
tema expuesto que me parece interesante: El duelo
que llega cuando decides hacer de la aceptación
algo constante y habitual en tu vida.
Aceptar que muchas cosas no son como
imaginaste o que aquello que soñaste no se ha
hecho realidad, DUELE. Es importante que valides
eso. Permítete sentir. Es parte fundamental para
tener una buena relación con la aceptación. Huir
de tus sentimientos solo lo hará más difícil.
Aunque sea difícil, en algún momento tendrás que
dejar los sentimientos fluir para que así puedas
hacer las paces con las cosas que sabes que te
incomodan. De esa manera tendrás una mejor
gestión de tus emociones.
La aceptación no es algo que puedas alcanzar de
la noche a la mañana. Se necesita humildad,
valentía coraje y disposición. Significa comenzar a
caminar en aguas profundas y arena movediza.
Remover aquella venda que te habías colocado
para evitar observar algo que siempre ha estado
ahí.
En mi caso, se me ha hecho muy complicado aceptar la
manera en la que se presentan muchas cosas en mi
vida. En ocasiones la realidad es difícil de aceptar y
comprender. En ese momento en particular la
validación es de suma importancia. Juega un papel
fundamental. No te sientas mal por sentir lo que