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12 plaquette FABRICIO ESTRADA

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C O N J U R A

C O N T R A E L S O L

Fabricio Estrada

I V F E S T I V A L D E L O S C O N F I N E S 2 0 2 0


C O N J U R A

C O N T R A E L S O L

Fabricio Estrada

I V F E S T I V A L D E L O S C O N F I N E S 2 0 2 0


Conjura contra el sol.

©Fabricio Estrada.

©Ediciones MALPASO, Festival de Los Confines.

©Colección: Poetas de Los Confines. N°12.

Primera edición: octubre 2020.

Diseño: Ediciones MALPASO.

Editores: Armando Maldonado, Salvador Madrid y Néstor Ulloa.

Fotografía de interiores: archivo de Fabricio Estrada.

Distribución y promoción: Diario EL HERALDO.

Jefa de Redacción de Diario EL HERALDO: Glenda Estrada.

Esta breve colección de poemas es de libre circulación, no se permite su comercialización.

Se permite citar los textos para fines académicos, de investigación o de enseñanza, siempre

y cuando se den los créditos de autoría y de las casas editoras.


POESÍA PARA

TODA LA COMUNIDAD

El Festival de Los Confines es la mayor plataforma de la poesía en Honduras y

una de las más representativas en América Latina, que este año se dedica al gran

poeta latinoamericano Juan Manuel Roca, de Colombia.

El secreto de su éxito son las alianzas que reúnen a gestores culturales, escritores,

editores, empresarios del sector turístico, autoridades e instituciones públicas,

privadas y de cooperación para unirse al voluntariado cultural.

Esta colección de poesía, que en un inicio sería impresa, pero que debido a la

pandemia causada por el COVID 19 ha dado un giro a un formato virtual,

pretende dar a conocer una breve muestra de los cuarenta y cuatro poetas que

participan en el IV Festival de Los Confines 2020.

Queremos agradecer a Ediciones MALPASO por crear esta colección de

plaquettes digitales exclusiva para el Festival de Los Confines que se publicarán

a través de nuestras redes sociales y de la poderosa plataforma digital de Diario

EL HERALDO que hará posible que la poesía llegue a miles de personas.

Esta colección de plaquettes digitales anuncia la publicación de la antología del

Festival de Los Confines 2020 Es mentira la muerte en formato impreso y Kindle

por CASASOLA Editores y por la Editorial Universitaria de la Universidad

Nacional Autónoma de Honduras.

Le invitamos a leer poesía, ese lenguaje profundo cuya vitalidad es luminosa y

necesaria en estos tiempos de crisis y complejidades. También le alentamos a

que coleccione las cuarenta y cuatro plaquettes virtuales y a que las comparta

con otras personas.

El IV Festival de Los Confines se realizará del 1 al 6 de diciembre de 2020, todas

las actividades son gratuitas y públicas, acérquese y participe, haga suyo este

festival, sea parte del equipo de voluntariado que alientan la permanencia de la

poesía como una expresión que nos permite comprender e interiorizar la

realidad para transformarla.


F a b r i c i o E s t r a d a

Nació en Honduras en 1974. La aparición de Estrada en el

panorama de la poesía hondureña de la década de mil

novecientos noventa configuró, junto a otros poetas, ese

universo ecléctico y disperso de la poesía hondureña actual.

Si bien es cierto a estos poetas los unían inquietudes

comunes, sus discursos estéticos se estructuraron de formas

personalísimas, experimentales, disimiles y de una calidad

extraordinaria cuya premisa también destruyó algunos

moldes implantados por el realismo social, pero no

rehuyeron de su realidad.

La poesía de Estrada tiene de fondo una fuerza verbal que

hace resplandecer sus imágenes y en la que hay mucha

relación con la oralidad y con cierta retórica del discurso

clásico, dos centros que permiten, por un lado, nombrar con

espontaneidad unos hechos poéticos, y por otro lado, darles

un tono grave en el énfasis, casi siempre en un plano de

primera persona, lo que trae como resultado una evocación

activa o la puntualización enérgica que propone y exige una

confrontación directa entre el lector y la poesía.

Sextos de Lluvia, 1998, Poemas contra el miedo, 2001, Solares,

2004, Imposible un ángel (antología) 2005, Poemas de Onda

Corta, 2009, Blancas Piranhas, 2011, Sur del mediodía, 2013

(México -Costa Rica), Houdini vuelve a casa, 2015, Blake muere

en París a causa de un paparazzo (antología personal) 2018

(Puerto Rico). 33 revoluciones para Rodríguez, 2018.

Sus poemas aparecen en antologías iberoamericanas e

inglesas y ha participado por Honduras en diversos festivales

internacionales. Prepara la publicación de su narrativa. Sus

artículos de opinión han sido publicados en revistas impresas

y online de Iberoamérica. Integró el Taller de Poesía Casa

Tomada (1993-1996); Miembro Fundador del Colectivo de

Poetas Paíspoesible, (2004-2008); Miembro Fundador de

Artistas en Resistencia, (2009-2011). Ha sido traducido al

inglés, sueco, árabe, portugués e italiano. En el año 2017 un

jurado internacional le otorgó el Premio Nacional de Poesía

Los Confines, el mayor galardón de la poesía hondureña, por

su libro 33 revoluciones para Rodríguez.


Fabricio Estrada


IGUAL DE VERDE ERA

EL VERANO

Era igual de verde el verano,

atravesado en cortinas,

fértil sequedad y una bruma confusa

que hacía esperar la tormenta

en el juego previo del vaho y la carne.

Y entonces creía

que la tierra estaba enferma

de un réptil abandonado.

Verde igual de cortinas era el verano,

bordado en brasas

piedra jugosa

mandobles que la memoria daba

sobre la zurda mano.

Guardaba una sed espantosa

para las lluvias del verano.

(De Solares, 2004)

7


EL REGRESO

A LA VACA PERDIDA

Un hombre puede quedar vacío

si se toma demasiado en serio,

idea tras idea,

limpio el cráneo para un cenicero.

Hay cruces atiborrando las bodegas

y pelucas de juez que se miden

con mucho cuidado,

al igual, un hombre puede reunirse

y vaciar de un trago sus recuerdos,

ni más ni menos, ebrio en las estaciones

contemplar los buses y a su gente en las ventanillas

enmarcados

como tristes cuadros de la asfixia.

Tengo presente el llanto en los mataderos

y el largo cruce de miradas entre la vaca y el niño.

El resoplar de la sangre

como una lona zarandeada por el viento,

el mugido interrogante y los ojos

acuchillándole todo el laberinto de las vísceras.

Ayer creía verme despierto

envuelto en el aura de las palomas,

deteniendo con soplidos la caída de las estatuas.

Quizá de allí la vaca y su relación con lo perdido,

eso que buscamos en los archivos del tedio

y entre el polvo que los lavabos trasiegan.

Una estatua me decía que su amor

eran las ondulaciones del humo

y el poder del cigarrillo besando a cualquiera.

Habían corazones en la historia, claro,

con seguridad

una lengua lasciva burbujeando en las palabras.

8


EL REGRESO

A LA VACA PERDIDA

Pero yo estaba en el asunto de los buses

y sus museos ambulantes,

fascinado bajo el farol que me rodeaba

como una polilla.

Ni siquiera hablaba en griego esa noche

y por lo tanto, Helena, nada tenía que ver con mi guerra.

Era yo y mis zumbares, nada más,

la miel empalagosa de la memoria,

el sentido absurdo de regresar a una vaca

que te miraba y preguntaba

sin decirte

absolutamente nada.

(De Poemas en onda corta, 2009)

9


Cuando solo te creía el viento eras el pájaro de la tarde,

el tordo que volaba entre las piedras

y que sabía hacer su nido en la mano del hondero.

Luego fuiste la confianza del agua y viajaste

hasta el palacio de arena deslumbrante,

hasta la cama donde ardía una fragua desnuda,

hasta el mismo corazón de los calcinados.

Pez de cuaresmas olvidadas,

rezabas y tus dedos quemaban tu frente,

tuviste la confianza del agua y la dejaste escapar

cuerpo de agua

pulmones de agua

miradas que corrían por todas las aguas...

Pero hubo remolinos de polvo

y la tierra también tuvo su presencia. Hablaste con ella

mientraslos mozos paleaban la tierra traída por los muertos

los terrones que llenaban la boca de niñas bellas

los adobes angulares del verano.

Escarbaban los mozos sin propósito

y en su danza circular abrían pozos malacates,

se hundían

en la danza del vacío.

Bajaste a respirar con ellos el aire enrarecido

solo para encontrarte dormido en la humedad de la arcilla,

en el blando camino de los gusanos

donde las raíces pactan en silencio una nueva conjura contra el sol,

profunda e irremediable.

Cuando solo te creía el viento

a nadie más contaste tus secretos.

(De Sur del mediodía, 2014)

10


El sur queda a la izquierda,

el norte a la derecha.

A la derecha la osa polar

al sur la cruz del sur.

A la derecha las señales de no acelerar,

las estaciones solitarias,

el frío retén de los inmigrantes.

El sur tiene siempre fronteras con otro sur

y los pájaros lo saben

y no descansan hasta dar con él.

Yo siempre elijo las ventanillas que dan al sur.

Por la derecha suben siempre los policías,

por la izquierda

emigran los pájaros.

(De Sur del mediodía, 2014)

11


Vi a los panaderos

escondiendo vidrios en la harina.

Los vi amasar.

Triturar.

Cuando el mar es de estaño

los grandes panes de Job

surcan despacio las costas

y todos elevamos sus salmos.

Cuando el mar se funde

con la placa inmóvil del cielo

en las dulces chispas

que agujerean la noche

los grandes mendrugos de Job

son picoteados por las gaviotas,

pulverizados.

A esta hora

alguien parte el pan.

Mi niño tiene hambre.

Extiende la mano

en la misma forma

que desliza sus barcas de papel

después de la lluvia.

(De Houdini vuelve a casa, 2016)

12


CARMEN INDUSTRIAL PARA

RODRÍGUEZ

Escuchame bien, Rodríguez, vos sos como La Meca,

yo quiero irme mojado para la yusa en una especie de romería hasta

/Detroit.

Quiero rastrear los barrios industriales

y preguntar, también, de cómo eras cuando la música era cuento lejano,

de cómo eras cuando pagabas tu flaco desayuno americano

y luego te ibas a restaurar casa de ricos silbando tu melodía,

el único hit que aceptaste de tu soledad.

Escuchame bien, Rodríguez,

yo sé que existe Bután, que hay montañas enormes en ese país del

/Shangri-Lá, que ahí triunfa el

poeta más desconocido de Honduras, que lo tienen por vidente, por lama

insurrecto, por destructor de monarquías.

Pero yo no quiero ir a Bután,

quiero, ya te lo dije, ir a buscarte a Detroit con velitas mesoamericanas

para obsequiarte,

para pagarte un concierto en la ventana y que cantés

compadecido

una rola de aquellas que nunca triunfaron.

Era tu pinta mexicana, viejito,

era tu pinta de triste que no reclamaba más que un trabajo en los

/suburbios

con panqueques y

mermelada y nieve mezclada con lágrimas, con desencanto,

con la tonadita de los silenciosos.

Era tu pinta de kung-fú Carradine arrastrando sombras y espejos,

era eso lo que te ponía en un mal poker,

casi un tripulante de submarino que filtra por todos lados,

vos, Rodríguez,

sufriendo tu propio Apartheid y sin ningún Mandela de tu parte,

eras vos solo

el cantante de los presagios y de los malos moteles,

el que llegó a probarse ante los tiburones y sacó de ello una dulzura

extraña, casi lama pero no lama, ya te lo dije,

13


CARMEN INDUSTRIAL PARA

RODRÍGUEZ

una dulzura que en tu guitarra movía al llanto a los afrikaaners, a los zulués,

por una extraña coincidencia de los tristes que tejen distancias

y van arrastrando los continentes hacia su íntima proximidad.

Escuchame bien, Rodríguez, me voy ahora mismo para Detroit

y quiero que me presentés a una de tus hijas

para que te demos un nieto, un pequeño folclorcito de estos humedales,

pero que salga anónimo y glorioso como vos,

vos tan Rodríguez como cualquiera de los cientos de miles de Rodríguez

que saturan los listados de desempleo por aquí,

todos ellos tan vos y tan cantantes a su manera,

estibadores que cargan lo que sea por un dólar,

cargarían tu enorme guitarra si fuera posible, tus lentes de junkie, tus botas

mal lustradas, tu sonrisa quebrada aquella noche en que te diste cuenta

que estabas vivo porque así lo creían en Sudáfrica, exactamente igual que

en Bután, ahora mismo, creen que en Honduras existe la quinta esencia de

la libertad,

encarnada anónima y silenciosa en un poeta que vive,

sin saberlo, entre nosotros.

(De 33 Revoluciones para Rodríguez, 2018)

14


ÍNDICE

4

5

6

7

8

10

11

12

13

Poesía para toda la comunidad

Fabricio Estrada

Fotografía de Fabricio Estrada

Igual de verde era el verano

El regreso de la vaca perdida

Cuando solo te creía viento eras el pájaro de la tarde

El sur queda a la izquierda

Vi a los panaderos

Carmen industrial para Rodríguez


12

Poetas en Los Confines

plaquette


El Festival de Los Confines es el mayor espacio cultural de

Honduras y uno de los más representativos de América

Latina que se forja en las ciudades de Gracias, Copán

Ruinas, Santa Rosa de Copán y Siguatepeque. Este año

2020 se realizará de manera virtual del 1 al 6 de diciembre.

El Festival de Los Confines tiene una base de voluntariado

comunitario que fortalece la cultura de paz, la inclusión y la

igualdad. Es un espacio reconocido a nivel mundial por

visualizar la creatividad infantil, la memoria cultural de los

pueblos indígenas y la convivencia pacífica en armonía con

la naturaleza.

Aunque su centro es la poesía, el Festival de Los Confines

reúne cada año a las artes visuales, la música, el teatro, la

narrativa, la gestión y el turismo cultural y a expertos

internacionales en diferentes disciplinas académicas. El

equipo de trabajo es respaldado por empresarios de las

Cámaras de Turismo y alcaldías municipales de Gracias,

Copán Ruinas, Santa Rosa de Copán y Siguatepeque, cuya

sensibilidad social se concreta aportando sus espacios y

servicios a los poetas y artistas invitados. También cuenta

con el respaldo de organismos de cooperación, cuerpo

diplomático acreditado en Honduras, instituciones

educativas y culturales, además de unas treinta instituciones

internacionales.

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