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MujeresCosmicasPDF

En este libro orgánico cuento la historia desgarrada, o sea, con estilo tipo diarreico, la historia de varias dizque amigas que conocí en mis frescos veintes. Mi precepción sobre sus perfecciones me hace crear un personaje que lo juzga todo, se llama Lucy, es una serpiente bien linda que no tiene reparo en emplear todo, el poder femenino a su alcance.

En este libro orgánico cuento la historia desgarrada, o sea, con estilo tipo diarreico, la historia de varias dizque amigas que conocí en mis frescos veintes. Mi precepción sobre sus perfecciones me hace crear un personaje que lo juzga todo, se llama Lucy, es una serpiente bien linda que no tiene reparo en emplear todo, el poder femenino a su alcance.

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Hilda Yaneth Sotelo<br />

matrimonio, ellos se divierten y el ciclo continúa, los roles se<br />

repiten una y otra vez, siendo ellas enemigas de ellas, siendo<br />

ellos unos idiotas manipulables por el alcohol y aquellitas,<br />

las otras, las amantes. La diferencia es que en esta ocasión<br />

Marco no se topó con una aquellita, ahora Marco y Marisol<br />

habían ejecutado la danza de la liberación y al amor<br />

universal, convivieron muy pocas horas pero supieron<br />

guiarse. El alma percató el amor en la esperanza de verse<br />

felices, plenos, dichosos. Sus mentes no lo saben, mucho<br />

menos sus estómagos, sus sexos no añoran. Marco y Marisol<br />

tienen el reto, un amor digno de vivirse. La suerte será hasta<br />

que Marisol se percate de que ella tiene el bálsamo. Ella es<br />

dueña de su vida, su destino.<br />

-Decidí correr hacia Brasil y Paraguay, corría a recorrer el<br />

mundo donde las gracias esperaban. Iba tras la pista mía, esa<br />

pista que atraía a reconocerme. Soñaba en un mar confuso,<br />

pero real. Poco<br />

a poco aprendí a darle comunión a mi ceguera, abría los ojos<br />

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Mujeres cósmicas<br />

del subconsciente, el temor se alejaba. Mis ganas de volver a<br />

ver a Marco Vinicio acentuaban. La paz, esa paz que todos<br />

buscamos en este cuerpo, esa paz anhelada se había ido no sé<br />

a dónde, iba tras ella. Platicaba con Lucy, insistía que<br />

explorase mis motivos. Aseguró: Marco Vinicio era mi<br />

creación, sólo mía y que tal vez todo había sido un sueño, un<br />

removido sueño. Faltaban dos días para mi viaje a Brasil,<br />

iba a Paraguay a presentar la ponencia de los triunfadores la<br />

ponencia de mis mexicanos representando mi universidad.<br />

No miento, seguía huyendo de no sé qué, ahora lo<br />

comprendo, estoy segura. Miedo, miedo. No dejaré a mi<br />

esposo por anda del mundo, quiero que me herede su<br />

fortuna. No dejaré ir el dinero, no. El amor no existe, no, no.<br />

Lucy está safada, resulta que amo doble, ¿amar doble?. Eso<br />

es, al hombre, a la mujer. Amo a mi padre y a mi madre.<br />

-¿Lo ves?. No es de mí de quien estás enamorada.<br />

Marisol Llega a Brasil buscando la señales y ve lo que su<br />

alma necesita. Ve al taxista de nombre: Marco Vinicio !oh!<br />

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