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Hilda Yaneth Sotelo
demostrarle al mundo quién soy, esa Arline con la ayuda de
Giovana han destrozado mi vida, tendrán envidia-. No es
cierto, deja de hacerle al tonto, es significado del sueño es
otro, afirmaba la severa voz.
Yo quería despertar y escribir pentágonos mensajes
justificando un comportamiento para corregir mis inventados
fallos. Rokó logró hartar la cabeza de la boa pero era grande,
seguía viva. Mi linterna y yo nos las ingeniamos para romper
las letales vértebras, cuando salimos, yo iba vestida de
negro, corría al ritmo de números y letras, la audiencia me
gritaba.
-Lucy Lucy Lucy, desdóblate-.
Escuchó al salir de la catedral. Varias noches antes, soñó el
cuadro perfecto; la boa y la hoja el dibujo amarraba tres
lámparas de la medieval, los juegos de la infancia instalados
frente a los ojos de las mujeres que daban trazo y ánimo a las
escenas. Ellas paseaban el andar por la vida, arrastraron los
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Mujeres cósmicas
pies hasta el centro de su país pero el corazón aún les
quedaba lejos. La barañana de pensamientos colgaba letras
en las repisas donde las mujeres colocan los lápices,
herramienta indispensable al pintar los mejores cuadros en
compañía del Arcángel Rafael.
La hilvanadora claro vio fragmentos de sus sueños
manifestarse en la realidad; su sombra era su continuación
exacta. Se rehusaba a creerse poseedora del don del trazo
ahogando los deseos sexuales. No se atrevería a pintar eso no
era lo suyo, así es que, la noche del sueño despertó
sobrecogida, ¿por qué su subconsciente le dictaba tomar el
lápiz y plasmar las vistas, porqué le pide desdoblase si ya
está en otro plano?. Y luego ¿qué hacía un ángel
custodiándola todo el tiempo si ella no creía en patrañas
religiosas?.
Era como morir en los anhelos no alcanzados, muy a
menudo se divertía deseando lo imposible, luego, sabiéndose
muerta cunado soñaba se sometía a espantosos ridículos; a
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