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Hilda Yaneth Sotelo
Han llegado miles de cartas para Lucy, veré, veré.
Querida Lucy:
Gracias a la publicación de Mujeres cósmicas
mi madre me retiró el habla, durante semanas se negó
a preparar mi lonche me quedé sin comer varias
semanas, por ende he adelgazado, gracias. Me dio un
chingo de verguenza el imaginar que mi ex novio
fuese a leer la parte donde dice que me operé gracias
a él, además, no tenías porque contar mi pasado, si
bien te autoricé a que lo hicieras no me imaginé que
guardaras tanto veneno hacia nosotras, tus amigas de
la Universidad, no te pareces en nada a la
hilvanadora de la juventud. Gracias a que mi ex novio
leyó su parte me ha contactado, promete pagar la
mitad de mi liposucción. Tu rompimiento con
Salvador debió haber fracturado las venas que unen
tu cererbo con tu corazón. Marisol y yo hemos
platicado y obviamente nos emperra que andes
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Mujeres cósmicas
viajando por el mundo habiendo hurtado nuestras
almas. Dicen que no hay mal que por bien no venga,
gracias por tus ojos ovalados, ahora tal como lo
predijiste soy feliz pero Marisol es cada día más
desgraciada y te culpa. Rezaré por ti y la salvación de
tu alma, el Padre de San Judas Tadeo me dijo que tú
eras una mal hablada y las brujas, amigas de Marsiol
han dicho que eres de cuidado porque los demonios te
obedecen.
-Ay Ramona, Ramona. ¿hasta cuándo dejarás la ingenuidad
enjambrada en la religión, ¿hasta cuándo? Y Marisol sigue
trabada en la ignorancia de la Yaya, ha intentado
desciframe pero no lo logra. Ja, asume haberse salido del
juego. El nuevo encuentro inicia hoy a las nueve de la
mañana cuando nos veamos en Sanbrons.
A ver a ver otra cartita para Lucy es de Arline.
Carta abierta para Lucy:
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