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MujeresCosmicasPDF

En este libro orgánico cuento la historia desgarrada, o sea, con estilo tipo diarreico, la historia de varias dizque amigas que conocí en mis frescos veintes. Mi precepción sobre sus perfecciones me hace crear un personaje que lo juzga todo, se llama Lucy, es una serpiente bien linda que no tiene reparo en emplear todo, el poder femenino a su alcance.

En este libro orgánico cuento la historia desgarrada, o sea, con estilo tipo diarreico, la historia de varias dizque amigas que conocí en mis frescos veintes. Mi precepción sobre sus perfecciones me hace crear un personaje que lo juzga todo, se llama Lucy, es una serpiente bien linda que no tiene reparo en emplear todo, el poder femenino a su alcance.

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Hilda Yaneth Sotelo<br />

moldearás tú misma, serás artesana.<br />

Ya con Joel en su centro, Fátima cierra los ojos del dolor, se<br />

duerme sin despertar y ve, va hacia el cuento de ahora, con<br />

sus tiernas manos descuelga una a una las burbujas de las<br />

fantásticas experiencias, observa, se eleva y observa. La<br />

presencia de Joel le ha transmitido la forma de auto<br />

observación. En un instante Fátima se descubre, ve en su<br />

propia pantalla a Fátima aburridamente separada de su<br />

marido. Una mujer que no decidía la firma al divorcio. Joel<br />

la buscó entre la muchedumbre, la vio al cantar en una<br />

presentación con lleno total. Al terminar la actuación, Fátima<br />

hizo lo que solía hacer cuando veía las representaciones<br />

artísticas del pasado, las medievales, los veían sonreír con<br />

los ojos, sonreír en muecas de satisfacción eterna. Joel se<br />

derretía ante semejante conexión. Seguía la premonición. No<br />

soportó, le habló, la vio, le tomó la mano, le dijo no resistir<br />

verla sin tenerla, deseaba tocarla. Fátima desechaba del<br />

pudor, accedió. Joel dirigió el auto a un hotel de la ciudad,<br />

Mujeres cósmicas<br />

una vez abrazados olfatea el líquido de antaño, la sangre le<br />

fascina, se queda ahí. Afuera, la desconocida tragedia. El<br />

marido de Fátima los esperaba lleno de rabia, de furia, de<br />

presentimiento negro al perder definitivamente a su mujer.<br />

Los vio salir amándose, contentos, felices. Se abalanzó sobre<br />

Joel, le propinó tremendos golpes en el rostro, no respondió.<br />

La sensación de placer, de haber viajado en el tiempo, la<br />

sensación de haber conocido en cuerpo a su alma gemela, de<br />

haberse elevado sin verse amarillo, azul o rojo, la presencia<br />

del amor pleno, pudo más que cualquier deseo de responder<br />

a la furia. Joel perdía el permiso para verse así mismo co<br />

creado. Se marchó, Joel se marchó sin contacto posterior.<br />

Sin responder a los golpes. Se marchó llevándose lo que vino<br />

a seguir, el hilo verde de las esferas de Fátima.<br />

Joel escribe poesía, la envía a través de los finos cables oro<br />

en la red. Las cuerdas de las esferas de Joel son pardo, se ven<br />

sepia en el ciber mundo, los delgados hilos no han aprendido<br />

el secreto del desprendimiento total, es por eso que la<br />

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