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Hilda Yaneth Sotelo
taladraba mis sentidos. Huíamos del castigo, veníamos del
dolor a la cura. Con la otra voz tuve la capacidad de emitir el
número de mujeres que me rodeaban. Los temblores dejaron
de ser, estaban en la tierra. Los dedos volvían su ritmo
extrañado, el hilado. Igual, moría de miedo, corría acelerada,
me detuve, respirar, respirar, conmocionadas. La quema de
brujas fue decisiva, los supuestos sabios lo asentaron, nos
marcaron el rostro. Ileana tomó suavenmente la mano de mi
bisabuela, sonreía apartada, indiferente. Odiaba. De pronto
dio el salto cuántico. Me sumó a su imagen, me aseguró
morir por un momento, prometió hacer corto el reencuentro.
Sabia, adelante el lobo fue pantera, ésta fue una con la luna,
la lunas eran trece, estaban a escasos metros de mí. Las
podía, maravillada ellas me hablaban. 1. Luna nueva: -Soy
luna negra, es imposible que me veas, me encuentro oculta
tras el resplandor solar. 2. Luna creciente: -Soy visible, me
puedes transpasar con tus manos, tú misma sabras de ti en el
otro lado, en el cuerno de las faldas de la Virgen verde que
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extiende sus brazos. 3. Cuarto creciente: - Soy tu otra mitad.
4. Cuarto creciente: -Soy concavo y convexo, he perdido la
rectitud. 5. Luna llena: -Soy tú. Los bosques fueron uno en la
distancia, en el tiempo, en las partículas de la luz. La luz que
destella las manos de Ileana, la bisabuela Rarámuri
presentes. Los lobos imitaban el nacimiento del dolor,
soplaban en las sirenas que sonaban implacables fulminaban
las sonrisas. Un nudo en la garganta desata el llanto Lucy,
hablando me atraía, me hipnotizó al instante. Ariana
reprimía el dolor de su padre muerto. Los gatos absorben la
nostalgia. El aire complice nos sometía a la reunión, era
sábado, en siete días sería el otro el Sabbath pactado siglos
antes. El padre de Ariana fallecía en sentido contrario, se
llevaba con él secretos de escondites de dinero, secretos de
amor, secretos de preguntas sin respuestas. La frecuencia
olía a corazón de la madre de Ariana la razón del porque
fallecía exactamente el día del cumpleaños de su esposa, la
madre, la mujer que lo cuidaba. La zozobra, el
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