MujeresCosmicasPDF

Hilda Yaneth Sotelo
la caja y la convierta en corazón danzante, el mismo que veía
en la mujer que bailaba frente al tren; a partir de entonces,
prometo competir sin comparaciones deseando que la
fortuna favorezca al ser que más lo necesite en ese momento,
al fin y al cabo la vida es un delicioso juego que vale la pena
seguir y producir. Estoy perdiendo, me he mudado, debo
regresar al juego. 9. Esta realidad paralela que ahora trazo a
la vista devuelta, a la mirada que sorprendida activa la niña,
la infancia que hubo de quedarse entre las maletas de la
mudanza al país de mi esposo. Ahora que veo surgen los
Mujeres cósmicas
contenido pasa por el vacío que a veces se parece al viento
helado que circula las venas instaladas en el lugar perfecto
por hoy. Una vez que cruza el vacío, el blanco y el negro
desaparecen, dan paso a las cálidas y coloridas figuras que
me acompañan a transitar el otro pasadizo lleno de
agradables sorpresas, regalos, corazones, muñecas, sencillez.
El pasillo me lleva al origen donde el conocimiento ya no es,
pero mi ser existe, estalla en la euforia para convertirla en
festejo tranquilo, dichosa de paciencia al ver mi futuro en
perfectas dimensiones pero en el presente.
símbolos, hay tanta andanza en la cabeza, hay traslado,
pasos, nombres, lecturas ausentes de certeza, corazonadas
cada vez son más lentas, opaca la cansada vista, que aferrada
adentro, el mundo le parece poco. Esta realidad parte de lo
alto, de arriba, de aquella casa encantada en el bosque, de los
objetos movedizos que parecían no respetar el tiempo ni el
espacio. Esa brecha es sanada, la cruzo, no hay lagos
ardiendo, tampoco hay seres rojizos de mirada aterradora. El
282
283