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MujeresCosmicasPDF

En este libro orgánico cuento la historia desgarrada, o sea, con estilo tipo diarreico, la historia de varias dizque amigas que conocí en mis frescos veintes. Mi precepción sobre sus perfecciones me hace crear un personaje que lo juzga todo, se llama Lucy, es una serpiente bien linda que no tiene reparo en emplear todo, el poder femenino a su alcance.

En este libro orgánico cuento la historia desgarrada, o sea, con estilo tipo diarreico, la historia de varias dizque amigas que conocí en mis frescos veintes. Mi precepción sobre sus perfecciones me hace crear un personaje que lo juzga todo, se llama Lucy, es una serpiente bien linda que no tiene reparo en emplear todo, el poder femenino a su alcance.

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Hilda Yaneth Sotelo<br />

ni con rezos, ni con decretos, ni con súplicas; salir del juego<br />

suele ser aburrido pero lo hice. Y para evitar que Salvador<br />

me fuese cruelmente arrebatado hube que escribir un correo<br />

electrónico, abrir mi corazón de mujer, hablar la palabra<br />

precisa, manipular. El hubiera existió muy a pesar de la<br />

omisión al predecir la lucha cansada de lo mismo. Dos<br />

mujeres en la cancha, pateando hechos, letras, vestidos de<br />

colores, sonrisas tiernas, comidas deliciosas, cuerpos<br />

esculturales, sacrificios, desveladas, entregas, todo, ¿para<br />

qué? El trofeo sería el hombre. Las cósmicas han dado la<br />

vuelta a esos partidos obsoletos, juegos añejos, los<br />

verdaderos cósmicos no permiten que eso suceda. Las<br />

cósmicas abandonan la cancha cuando es turbia y aburrida.<br />

Una vez lejos del juego el cuerpo se atrasaba al Ser y mis<br />

defensas bajaron, la cruel soledad en el ocular enfocaba las<br />

posibilidades del suicidio, la inocencia se convirtió en<br />

ingenuidad estúpida, había dejado de ser la niña de Salvador,<br />

ahora debería crecer. –Sí claro, andando con casados y<br />

Mujeres cósmicas<br />

lesbianas, ¿a eso le llamas crecer?, mira a Marisol que lo le<br />

tiene asco a las moscas en su comida-. La voz de Lucy era<br />

extraña, parecía juzgarlo todo.<br />

La idiota que creía en la fabricación de castillos y en la<br />

magia de convertir a un inmaduro en hombre había de<br />

perecer. Soñaba a un hombre real, de carne y hueso, buen<br />

amante, jefe de familia, proveedor. Me vi forzada a<br />

abandonar los crueles juegos; partidos de orígenes<br />

inhumanos, fabricaciones de instituciones ya estériles en<br />

estos tiempos. Ix-Tab urgía a la muerte de los egos<br />

estorbosos.<br />

¡Bah! Al diablo se fue. Ahora el día anunciaba la presencia<br />

de otro perfecto idiota, intelectual, casado; aunque éste, al<br />

menos, no prometía viajes ni ciudades encantadas, a él,<br />

fácilmente lo podía convertir en aparición que quedaba lejos,<br />

bien lejos en unos cuantos días, lo convertí en el fantasma.<br />

Y entre el desequilibrio que provoca el resquebrajar la moral<br />

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