You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Geopolítica<br />
Peligrosa actividad en las placas geopolíticas<br />
del planeta<br />
Existen en el mundo tres sitios que<br />
concentran una gran carga geopolítica<br />
y estratégica. Se trata de áreas tan<br />
selectivas que la relación entre lo que<br />
sucede en ellas y la estabilidad del mundo<br />
es directa, es decir, cualquier situación<br />
de conflicto en ellas podría escalar y<br />
comprometer no sólo a la región, sino<br />
externalizarse a nivel mundial.<br />
Hablamos del cinturón de Europa<br />
del este, la zona de Medio Oriente-<br />
Golfo Pérsico y la vasta región del<br />
Indo-Pacífico. En cada una de ellas hay<br />
actores de talla estratégica, conflictos<br />
de diferente naturaleza, muy fuerte<br />
acumulación de capacidades y una<br />
profunda incertidumbre en relación con<br />
las intenciones de los poderes mayores<br />
e intermedios.<br />
El problema actual es que en las tres<br />
plazas no existe nada que se aproxime<br />
siquiera a un orden regional, pues en<br />
dos de ellas, Europa del este y Oriente<br />
Medio, predomina el mismo estado de<br />
guerra, y en la tercera la situación es<br />
de discordia ascendente. Pero lo más<br />
inquietante es que no son los actores<br />
menores los que confrontan sino los<br />
mismos poderes mayores e intermedios.<br />
Esta es la principal preocupación<br />
pues, ante tal situación, las posibilidades<br />
de una fuga hacia delante como<br />
consecuencia de un incidente o<br />
una acción deliberada nos podría<br />
dejar ante escenarios relativamente<br />
conocidos y escenarios desconocidos:<br />
no sabemos cómo puede desarrollarse<br />
una confrontación entre actores<br />
mayores (la última colisión entre actores<br />
preeminentes ocurrió hace más de<br />
medio siglo), aunque sí sabemos que el<br />
poder desplegado será de una letalidad<br />
jamás experimentada. Pero, además, no<br />
estamos en condiciones de sostener que<br />
aún se mantiene la disuasión nuclear.<br />
De modo que podríamos hallarnos ad<br />
portas de un ensayo militar apocalíptico,<br />
y ello considerando solamente las<br />
capacidades atómicas tácticas, las que<br />
'solo" causarían en Europa unos 2,6<br />
millones de muertos tras un eventual<br />
ataque de Rusia.<br />
Pero salvo que se produjera un hecho<br />
imprevisto o una provocación que no<br />
dejara salidas al actor con capacidades<br />
devastadoras, las situaciones de<br />
guerra (Rusia-Ucrania y Hamas-Israel)<br />
y de 'no guerra" (como las que existen<br />
entre Estados Unidos y China o entre<br />
India y China) se mantienen en el nivel<br />
convencional y en el de las advertencias<br />
y querellas militares. Al menos desde los<br />
discursos oficiales resulta relativamente<br />
tranquilizador escuchar que "nadie<br />
ganaría una guerra nuclear".<br />
La actividad en las placas continúa.<br />
En Ucrania la situación parece afirmar<br />
el "escenario 1914", esto es, un punto<br />
muerto en relación con las posibilidades<br />
de las partes, sobre todo de las fuerzas<br />
ucranianas, de provocar la ruptura de los<br />
frentes. Recientemente, el comandante<br />
en jefe de las Fuerzas Armadas<br />
ucranianas, Valeri Zaluzhni, sostuvo que<br />
la guerra se encontraba estancada y que<br />
probablemente haya muy pocos avances<br />
al menos en un año. El prestigioso<br />
militar llegó a comparar la situación con<br />
la Primera Guerra Mundial, en la que<br />
los dos bandos combatían por meses<br />
por unos pocos metros. A ello hay que<br />
agregar las dificultades que supone un<br />
nuevo llamado de personal militar para<br />
el frente.<br />
En tanto se afirme este escenario, la<br />
situación en Ucrania podría conducir a<br />
un escenario "Alemania 1918", es decir,<br />
predominará el agotamiento, no las<br />
batallas decisivas (la diferencia es que<br />
entonces Alemania no combatía en su<br />
territorio).<br />
En tal escenario, Rusia obtendría<br />
ganancias de poder en función de<br />
su superioridad demográfica (5 a 1)<br />
y de sus capacidades militares casi<br />
inagotables, particularmente en artillería<br />
y poder aéreo. Además, como sostiene<br />
el coronel mayor Gabriel Camilli, tras<br />
casi veinte meses de guerra el ejército<br />
ruso ha capitalizado las derrotas<br />
anteriores, poniendo en marcha una<br />
fuerte estructura defensiva.<br />
No obstante, este posible escenario,<br />
no se puede descartar del todo una<br />
revitalización de la asistencia occidental.<br />
Es lo que proponen expertos como<br />
Stephen Walt y Charles Kupchan.<br />
Aunque hay cada vez más señales de<br />
descontentos en Occidente frente a lo<br />
que ya es una guerra larga, también<br />
hay reluctancia de la diplomacia para<br />
reconocer ganancias de Moscú.<br />
En cuanto a la placa geopolítica de<br />
Medio Oriente-Golfo Pérsico, la situación<br />
aquí es tal vez más compleja por el<br />
carácter irreductible de los conflictos y el<br />
ascendente confesional, es decir, la casi<br />
imposibilidad para lograr negociaciones<br />
entre Estados y entre Estados y poderes<br />
fácticos.<br />
Los ataques perpetrados por el<br />
grupo terrorista Hamas el 7 de octubre<br />
pasado fueron planeados buscando<br />
la funcionalidad, es decir, hacer daño<br />
y provocar la reacción de Israel con el<br />
objetivo que se detengan dinámicas o<br />
procesos que no sólo empujaban casi al<br />
olvido los anhelos del pueblo palestino,<br />
sino que afirmaban lógicas de nuevas<br />
relaciones entre los Estados árabes e<br />
Israel. Dicho perfil de escenario aislaría<br />
más a Irán, el actor clave detrás de los<br />
ataques.<br />
Posiblemente, el propósito de<br />
Hamás sea que Israel encuentre<br />
“funcional” la situación para terminar de<br />
una vez por todas con las ambiciones<br />
del pueblo palestino, y todo pase a ser<br />
territorio soberano de Israel. Ello sin<br />
duda provocará la escalada de la guerra,<br />
un nuevo “round” muy letal entre “él y<br />
nosotros”, es decir, entre Israel, por un<br />
lado, y Hamás, Irán, Hezbolla y otros<br />
grupos islamistas: el gran choque de<br />
Medio Oriente.<br />
Como sucede con Rusia, aquí<br />
también hay que considerar el posible<br />
uso del átomo militar ante situaciones<br />
extremas de seguridad nacional, si bien<br />
el apoyo de Estados Unidos a Israel tal<br />
vez no lo hará necesario. Pero no hay que<br />
olvidar el "espectro 2006" para Israel: la<br />
notable paridad mostrada por Hezbollah<br />
frente a Israel durante la confrontación<br />
de entonces.<br />
Finalmente, la placa del Indo-<br />
Pacífico se ve como la más tranquila,<br />
pero solo porque (afortunadamente) no<br />
se registra allí una confrontación militar<br />
directa entre Estados.<br />
Sin embargo, la proliferación de<br />
conflictos es notable y también lo es<br />
la naturaleza de los mismos, pues, por<br />
caso, en esta inmensa placa conviven<br />
“lo viejo”, como la discordia entre Rusia<br />
y Japón por las islas que permanecen<br />
tomadas por aquella, y “lo nuevo”, como<br />
las tensiones que provoca la proyección<br />
pospatriótica marítima de China.<br />
6 7